domingo, 8 de diciembre de 2024

Rubicera buscando otra “Première”, capitulo II.

 23/11/2024

En este articulo os contamos otra actividad más en la cueva de Rubicera, en busca de nuevas galerías, ”no pisadas”, que estén ocultas detrás de un bloque, o en lo alto de una escalada o…

Durante la semana ha habido dos días de bastante lluvia y los ríos están cargados, por tanto ir a los agujeros con estrecheces húmedas no apetece mucho.

Foto Marta

 Decidimos ir a las zonas fósiles de Rubicera para no mojarnos los pies, si el fuerte viento sur nos deja llegar. Estaremos seis personajes, David, Zape, Marta, Cristóbal, Pedro y Ángel.

Quedamos con David en el club sobre las 9:30 y tras coger material para hacer dos equipos de escalada, salimos en dos coches hasta Asón, donde paramos para un café, aunque casi no hay sitio para aparcar.

Nos encontramos con los sorianos que van a cueva Fresca, para seguir el gran curro de forzar los pasos del cañón Rojo, que llevan realizando desde hace mucho tiempo. Nos comentan que llevan barritas de torrezno, así que energía no les faltará.



 Luego subimos hasta los Collados, con la cascada tirando bastante agua que lleva el viento; luego dejamos los coches con fuerte viento no muy caliente, que nos acosa en las cornisas. Cambiamos alguna cuerda al inicio de los pasamanos, que tienen mucho goteo.

Una vez en la boca nos cambiamos y para dentro sobre las 12:00, con bastante aire saliendo por la boca de la cueva. En la lavadora baja bastante agua.

Vamos todos juntos hasta poco después del P50, donde David y yo empezaremos algunos trabajos de topografía, para cuadrar mejor nuestros datos. Pero antes comemos un poco. Son las 13:00.

 Los otros equipos se van por delante y nosotros avanzamos detrás con más calma, pero la topografía va bastante rápida y llegamos a la zona de bajada al río, donde Marta acaba de alcanzar su objetivo de hoy. Se trata de una galería colgada al otro lado del río, que llega del Acebo y la Teta y en la que no hemos visto trazas de haber sido escalada.

Le gritamos interrogándola sobre si ha llegado a terreno virgen, con la tensión de esperar su respuesta que nos puede hablar de una “Premiere”. Por fin nos dice que hay huellas y un cordino de descuelgue. Está claro que han subido hasta allí, no sabemos aún por donde. La decepción es evidente, pero ya estamos acostumbrados. Al menos Marta dice que la galería es bonita aunque corta.

Foto Marta

 Mientras Marta y Cristóbal se bajan de la galería, David y yo enlazamos la topo con otros puntos que ya tenemos y volvemos de nuevo al cruce, en búsqueda del resto de personal.

Pronto los encontramos en un paso entre bloques, que hay sobre el río por donde han ido Pedro y Zape y luego los andaluces. Bajando entre los bloques se llega a un nivel sobre el río, con la típica forma de T invertida. Allí mismo, a la izquierda arranca una galería, que nos dicen los amigos que la han seguido y llega también a la sala del rio Perdido; es decir, va por debajo y más al este que la galería triangular arenosa que conocemos bien. Tiene alguna zona de bloques que dificulta el paso, pero la misma forma.

David y yo vamos con la topo para tener claro por dónde pasa esta galería. En su final más cerca del río hay spit viejos, así que han debido de bajar a la sala por allí.

Salimos de la zona, sin saber bien qué hacer. Propongo ir a la zona del Libro y revisar las galerías que salen hacia el Oeste y completar la poligonal.

Foto Marta

Dejamos las sacas en el cruce y vamos al libro, que está carbonizado por la humedad; luego seguimos río arriba.

En el cruce de antes del Acebo, hacemos dos equipos. Cristóbal y Zape van por la galería del Acebo y llegarán hasta la gran chimenea que cierra esa zona.

Foto Marta

El resto seguimos la galería de la izquierda al principio amplia con bloques, hasta que se va estrechando con montones de tubos paralelos interconectados.

Debajo se oye el río que debe de ser el de la Teta, hasta una fisura perpendicular que corta la galería y ya se pierde el río.

Seguimos por los tubos muy pisados y con aire y barro, hasta una zona estrecha, donde nos damos la vuelta y volvemos haciendo la poligonal.

 

Foto Marta

Como estos no han llegado, seguimos con la poligonal hasta encontrarlos cerca de la ventana del  río del Acebo, donde termino la topo.

Ellos han llegado hasta la chimenea, comprobado que baja aire por ella y que la roca permitiría escalarla si lo consideramos oportuno.

De salida nos llevamos el libro pues ya no se puede escribir nada sobre él; se han perdido algunas páginas y si lo dejamos más se volverá ilegible.

Salimos rápidos hasta la sala de bloques encima del pozo Chocolate y seguimos hasta donde comimos para picar un poco y seguir saliendo a paso ligero.

A las 20:45 estamos en la boca, con la foto de rigor y cargando las mochilas.

Foto Marta

 El camino de vuelta esta muy ventilado y al final del pasamanos el viento casi nos tumba.

Llegamos a los coches sobre las 22:00 y nos despedimos de David, que mañana tiene caza.

Bajamos donde Margari para cenar y nos encontramos con Juan Casero, su mujer y otros cuatro de la SEII.

Hablamos de los achaques de cada uno y de las ventajas de la jubilación. Le pregunto por algún rincón de la cueva y de nuevo demuestra la buena memoria y conocimiento de la red, que atesora. Quedamos en vernos algún día y hablar de esta gran cueva, que él tuvo la suerte de recorrer en “Premiere”.

Cenamos bien y sobre las 01:00, en el pueblo, pero en la carretera hay ramas de árboles que ha tirado el fuerte viento y que hay que quitar para poder pasar.

Ha sido un bonito día de espeleo: aunque tampoco nos ha brindado una Premiere, sí nos ha permitido conocer nuevas galerías de esta cueva, completar nuestros datos topográficos, disfrutar de los amigos y aprovechar para reírnos unos de otros como es habitual.

domingo, 1 de diciembre de 2024

Rubicera buscando otra “Première”, capitulo I.

 Mortillano   16/11/2024

En el mundo de la espeleo, los franceses suelen llamar “faire une première”, cuando se descubren galerías vírgenes, en las que no ha estado nadie antes. Esto para los espeleos es el sueño que nos impulsa para trabajar duro y superar los obstáculos que las cuevas nos presentan.

Nosotros llevamos años trabajando en la cueva de Rubicera, fascinados por esta bonita cavidad, que exploraron los colegas de la SEII. Hemos dado muchas vueltas, conociendo sus intrincados pasadizos interconectados y laberínticos.

La cueva nos regaló, no sin esfuerzo, el placer de disfrutar de casi 30 Km, de “Première”, que pudimos sumar  a los mas de 40 Km. explorados por la SEII.

Estas zonas nuevas en las que hemos trabajado los últimos años, no dan para más. Por tanto de nuevo volvemos a la tarea de revisar las zonas ya exploradas por los colegas, en busca de algún punto que se haya podido quedar olvidado, sobre todo si tenemos en cuenta la tarea ingente que afrontaron los espeleos de la SEII en esta gran red.

Es una actividad a veces frustrante, cuando haces escaladas para llegar a posibles galerías colgadas y descubres que ya se han explorado desde otro punto.

Pero la belleza de la cueva y de sus rincones, siempre merece la pena ser visitados. No es la emoción que provoca saber que estas en un terreno, no pisado y que no sabes a donde te llevará, pero se parece un poco, ya que para nosotros se trata de descubrir los secretos de esta compleja red, siempre con la esperanza de ver algún agujero que no este pisado.

Con esta mentalidad y propósito, hemos realizado este mes de Noviembre dos salidas a la cueva de Rubicera, de la primera de ella va este artículo.

Este sábado solo estamos dos individuos, Zape y Ángel, así que optamos por ir a Rubicera para terminar la escalada pendiente en la galería de la Cerradura. Es un posible tubo, con pocas posibilidades de continuación, pero no podemos dejar la zona sin intentar mirarlo.


Quedamos a las 9:30, en el club y recogemos mas pulse para unir a los de Zape, luego vamos hasta Ason, donde tomamos café en el Coventosa y subimos, es un día fresco por la mañana con 7 grd en Ramales, pero que va subiendo rápidamente con algo de sur.

Salimos de la furgo sobre las 10:45. En la rampa de yerba vemos que está muy erosionada por las cabras y las cornisas presentan más zonas hundidas y muchas zarzas. Las cuerdas están regular en algunos puntos.

 

Llegamos a la boca que sopla bastante, nos cambiamos y para dentro sobre las 12:00. Con una marcha ligera al ser solo dos y de piernas largas, mientras charlamos de temas varios.

Llegamos a la zona de la cerradura sobre las 13:30, seleccionamos material de lo que hay allí y comemos algo, que luego nos liamos y pasamos hambre.


 Vamos por la galería hasta la zona de la escalada, que acomete Zape con buena roca, por lo que avanza rápido y con una reunión intermedia en un gran puente, llega a lo alto, para confirmar que no hay nada. Bajamos dejando dos dynemas y dos placas.

Valoramos si hacer otra escalada más adelante pero el techo baja mucho y no merece la pena.

Son las 16:00 y nos volvemos pensando que podemos hacer. Decidimos bajar un rato por el río de la travesía, para revisar posibles niveles colgados

Recogemos 3 cuerdas de 25 m. y el material de instalación con idea de subirlo hasta el nido de material al inicio del río.

Bajamos al río, dejamos las sacas y caminamos rio abajo, con algunos puntos en los que el agua nos llega a las rodillas. 

 Pronto vemos repisas superiores con galerías. Zape sube a una y encuentra hitos y puntos de topo. Esta claro que los colegas de la SEII han hecho un trabajo concienzudo y será difícil encontrar una nueva “Première”

Vemos otras zonas en general en la margen izquierda, que no tienen rastros de subida, aunque pueden ser solo bucles. Uno de estos tubos superiores, tiene a continuación una zona de bloques caídos sobre el río, lo que puede indicar galería superior, pero es solo teoría. Habría que subir al tubo y esperar que no  hayan llegado por otro sitio. En cualquier caso puede ser un objetivo para el futuro.

 

Llegamos a una zona ancha donde a la izquierda hay una gran repisa a 1,5 m de altura y llega una galería amplia con aire que nos da en la cara. Subimos por ella sobre un estrato de arenisca y que va haciendo curvas, estrechándose un poco hasta los 3 m. y unos 4 m. de alto. En algunos puntos llegan fuertes goteos y corre un pozo de agua por el suelo.

Llegamos a una amplia ventana sobre una gran sala, y se oye un río. Parece que hemos llegado a la sala del Rio Perdido por otro camino. Vemos viejos spit que nos indican que han bajado por allí a la sala, con un resalte de unos 20 m. hasta una rampa de piedras.

Con los focos intuimos el río al otro extremo y sobre él lo que parece galería colgada aunque no está claro. Llega mucho aire.

Volvemos y bajamos más por el río hasta un cruce, donde a la izquierda, una fisura alta se hace mas ancha arriba, pero hay que escalar y no vemos huellas, por abajo el meandro es estrecho pero Zape avanza un rato sin tener claro si está mirado o no..

Yo mientras sigo hacia abajo. Allí mismo el rio se incrusta en los estratos con 1 m. de ancho, pero se sigue por arriba manteniendo en nivel por grandes cornisas. En un punto hay que saltar el desfonde para pasar al otro lado. La zona tiene unos 7 m. de ancho y 3 de alto. Es el inicio de la galería Real

Pronto se convierte solo en un meandro de 1 m. de ancho sobre suelo de areniscas, que va haciendo giros, hasta una salita en forma de gran gours fósil, que hay que destrepar por la derecha. Siguen otros tramos de meandro con giros y nueva salida a gour con destrepe, donde me paro para esperar a Zape que no llega.

Vuelvo y llego al cruce, pero no oigo a Zape hasta un rato después, resulta que él ha seguido por el rio hasta que cubría mucho.

Volvemos hasta la cuerda donde están las sacas y de allí salimos sobre las 18:15, hacia el exterior, de nuevo ligeros al ser pocos y no tener que esperar en los pasos y cuerdas.

Llegamos a la calle en 1:45 h. y la noche esta agradable con luna llena y buena temperatura, aun nos queda  otra hora de camino, con alguna cuesta que nos hace sudar de modo que llegamos al coche sobre las 21:15.

Bajamos a Ason y cenamos cabrito donde Margari para recuperar las fuerzas.

Ha sido un buen día de espeleo, que no nos ha regalado ninguna “Première”, pero si bonitos rincones para recorrer y algún posible objetivo que nos ilusiona.