viernes, 11 de septiembre de 2015

Carcabon última del verano

Sábado 29-08-2015.
Como ya hemos comentado en otros artículos sobre esta cueva, la exploración en ella se está haciendo en cooperación con Patrick y Sandrine Degouve y por supuesto con el permiso del tiempo que en esta cavidad se convierte en crítico.
Por tanto esta salida de fin de agosto puede ser la última del año o al menos la última del verano.
Por nuestra parte hemos participado Moises y Angel, que son los únicos que no tenían compromisos familiares o de otro tipo, el equipo francés como siempre los incombustible Patrick y Sandrine.
Quedamos en la boca a las 9:00 y tras las presentaciones nos ponemos los neoprenos y cargamos las sacas, sobre todo Moi que se ha dejado su saca y tiene que llevar una Serpa de gran volumen por una galería de pequeño volumen.

Una mejora que han realizado los Degouve en el paso estrecho mejora mi transito aunque no evita que llegue con la lengua fuera al primer lago como siempre.

 La segunda mejora que han realizado en las rampas barrosas acelera el ascenso y sin más historias llegamos al otro lado de los lagos, donde nos quitamos los neoprenos y nos ponemos el mono interior bajo el mono exterior mojado.








Avanzamos por las grandes galerías y ascendemos al nivel fósil, donde nos dirigimos al paso entre bloques que conduce al siguiente nivel de galerías de gran tamaño, con rampas de colada y grandes bloques, que precisan instalar algunas cuerdas de ayuda.
 Los tramos de coladas y formaciones se intercalan con otros de barro pegajoso y montones de piedras hasta alcanzar lo alto de la galería, para volver a descender hacia un embudo, que se estrecha en un paso, por el que bajamos a un meandro muy ventilado.






Unas curvas más tarde salimos a una galería de buen tamaño y muy bonita con suelos y techos bellamente decorados. Avanzamos hacia la izquierda dejando alguna sala a nuestra izquierda y llegamos al primer objetivo y resalte sobre una sala amplia y barrosa. Comemos algo y montamos algunos naturales para bajar, cosa que realizo como puedo resbalando en una rampa de barro pegajoso y tratando de hacer travesía hasta un punto elevado. Lo consigo y fijo un improvisado pasamanos que permite a los demás llegar hasta allí. Poco más adelante la galería de nuevo se desfonda en un salto de mayor tamaño y complejidad para instalar, por lo que decidimos ir a otros puntos más fáciles y que no precisen taladro.
Remontar la cuerda y su cabecera natural resulta bastante incomodo, por lo que Sandrine realiza algún cambio que mejora la subida.
Volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos hacia el oeste por una amplia y decorada galería donde equipamos alguna cuerda en un resalte resbaladizo y seguimos hasta un amplio cruce donde se encuentran las puntas de la última incursión de los franceses.

Tomamos la galería de la izquierda que pronto se vuelve muy caótica con bloques y que parece cerrarse por hundimientos. Solo una zona baja entre bloques parece permitir la continuación pero con dificultades, por lo que decidimos irnos al otro ramal de las grandes galerías.

Volviendo al cruce, seguimos de frente por una gran galería de suelo llano , arenoso en tramos y de fácil tránsito , dejando algunos tubos a la altura del suelo, seguimos el avance rápido haciendo la topo.
 
De pronto una gran negrura corta el avance, ya que la galería se desfonda en lo que parece una gran sala con el suelo unos 20 m. más abajo y que significa el fin del avance en esta zona , que por otro lado es muy probable que esté relacionada con los niveles explorados en las galerías inferiores, cosa que nos confirmará o no, la topo cuando se cargue, así que nos volvemos revisando y topografiando los tubos que forman un bucle.
Iniciamos el retorno con una parada para revisar una fisura ascendente muy ventilada en el meandro intermedio, que conduce a una salita caótica con bloques y mucho barro, donde ascendiendo entre los bloques se llega a una sala de techo plano y bajo , pero cubierta de bellos cristales, aunque el barro pastoso hace desagradable moverse por ella. En su extremo un desfonde y unos tubos ascendentes, son las únicas continuaciones posibles. Mirando por el desfonde se aprecia una galería de gran tamaño unos 15 m. más abajo, que sospechamos pueda ser la que hemos cruzado antes de esta zona. Patrick desciende hasta la galería para ver si lo vemos, pero tras una espera parece claro que se trata de otra galería.
Tras liberar los guantes del barro pegajoso, reiniciamos el retorno , saliendo del embudo y cruzando la galería caótica y el paso de bloques, para descender a la galería semiactiva y reencontrarnos con nuestros mojados neoprenos, que nos enfrían al ponérnoslos . Rehacemos las sacas y nos metemos en el agua del segundo lago y ascendemos y descendemos las cuerdas barrosas hasta el primer lago, donde quitamos los hierros y nadamos hasta el tubo barroso.

Como siempre salgo el último y los Degouve llevan rato esperando a que consiga sacar mi cuerpo de esta pista americana .
Son las 20:30 y hemos estado 11 horas de "paseo" por la cueva donde se han topografiado casi 500 m. de nuevas galerías con lo que el Carcabon supera los 5,7Km. de desarrollo.
Cerramos la jornada lavando el material en el río, lo que casi nos cuesta una multa ya que algún ciudadano muy "civico", que no debe de haber visto barro en su vida, llama a la G.Civil, que nos pide la documentación y nos pregunta si hemos vertido líquidos al río....
Moi se va para casa a atender a su familia y yo me quedo cenando en Vega con Patrick y Sandrine, que al día siguiente terminan sus vacaciones y parten para Francia.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Rehabilitando... (23/08/15)





Que dice Gelo que ya ha acabado su larga rehabilitación del hombro, y que podemos ir a la Sima de la Maza en plan light, para ir “probándose”. Guay, así a media tarde nos tomamos unas birras en el bar… Quedamos a las nueve y media en el club, con ese espíritu que presiden las salidas lights y poco comprometidas. De subida pasamos por La Gándara, donde vemos de primera mano los estragos causados por la fiesta del Día de Soba, que fue ayer. O bien hay una epidemia de conjuntivitis, o las sustancias estupefacientes han corrido con generosidad por el valle…

Cargamos los petates y para la Maza, en medio de una exuberante vegetación. La verdad es que con el parón cuevil por la lesión, se me ha olvidado hasta cómo se pone el arnés. Bueno, no será tan difícil, al fin y al cabo no vamos a bajar a “la sima más peligrosa del mundo” (sin comentarios, que con la Ley Mordaza de los cojones acabo en la cárcel fijo).

Aunque no es una sima compleja ni mucho menos, tampoco de mucho cuartel. Destrepe, arrastradita,
cuerda con cabecera estrecha, meandro bonito, cuerda con estrechez no-bonita, arrastrada con agua, cabecera volada, meandro desfondado… Joder, esto de la espeleo es un coñazo, se me había olvidado… Al menos, por una vez no han sido cicateros en la instalación de los pasos desfondados y (casi) no paso miedo… Tras remontar el meandro desfondado, llegamos a una galería de hundimiento de notables dimensiones. El cañón está debajo de los bloques, pero ahora progresamos por una zona fósil saltando de piedra en piedra. Encima nuestro unos tubos pendientes de escalar ya marcan alguna posibilidad. Nos acercamos a cargar agua al gran muro de arenisca por el que se precipita la cascada que –suponemos- viene de Rueñes. Pero hoy nuestro objetivo es topografiar un ramal situado al Oeste, que pudiera acercanos hacia Rubicera. Ya está explorado, pero “misteriosamente”, al anterior equipo se le olvidó (otra vez) el equipo de topo. 

Comenzamos a topografiar y, efectivamente, las galerías van hacia el SO, acercándonos a Rubicera, que apenas dista 150 metros en línea recta y a la misma cota. Pero, bajo tierra, 150 metros son todo un mundo… Pronto la galería cambia de rumbo, y se va hacia el Norte. En el lugar del giro, un meandro colgado unos 15-20 metros es una posible opción para continuar avanzando hacia Rubicera, pero será otro día. Continuamos con la topo, revisando laterales. Del norte viene un río, que remontamos por una amplia galería hasta la base de una escalada de 4 metros, donde vuelve a aparecer el omnipresente estrato de arenisca. Dejamos la escalada para otro día, pero el laminador que se intuye arriba no augura una exploración cómoda ni divertida (ni seca)…

Algo más abajo, en una zona de hundimiento, unas trepadas entre unos inmensos bloques nos sitúan en la parte superior de una gran sala. Gelo flanquea un paso un tanto peligroso, y revisa la zona norte de la sala, donde observa un par de posibles continuaciones, pero que requieren cuerda para llegar. De mientras, rapelo por una fisura que va en dirección sur, pero que pronto se estrecha hasta hacerse impenetrable. Allí, un paso estrecho permitiría acceder a un nivel inferior, pero requiere desobstrucción y no hay aire evidente.



Allí queda también una escalada de más de 40 metros a algo indefinido, que puede ser tanto una galería como una simple chimenea que viene de arriba; ni siquiera con el foco acabamos de tenerlo claro. Comemos un poco (son ya las cinco de la tarde), y seguimos con la topografía. De retirada, revisamos algunos laterales en el pasamanos inicial que da acceso a esta zona, donde unos estrechos laminadores se encaminan hacia el Sur. También requerirían desobstrucción, y la falta de aire no parece hacer muy prometedor esta opción…


Ya en la sala principal remontamos un meandro que Zape había seguido parcialmente. Continuamos más allá, pero acaba saliendo a la galería principal. Tras topografiarlo, Gelo se dirige a una zona entre bloques en la que un pocete da lugar a un bello cañón. Tras pelear un rato con el rebelde taladro, logramos bajar, topografiando aguas abajo hasta que se desfonda (más o menos, en el lugar al que llegamos meses atrás y que traía una gran cascada, que debe ser esta). Aguas arriba topografiamos el cañón principal y varios tubos paralelos hasta otro desfondamiento. Son las nueve de la noche y hay que pensar en tirar para afuera. Se suponía que era entradita light de medio día, pero cuando el chato coge el equipo de topo, cualquier le sugiere que es hora de ir pensando en pirárselas…




La salida se hace cuesta arriba, literal y metafóricamente. A las horas se le suma la falta de fondo. Bloques, meando desfondado, pozo, pasito con agua, pozo, estrechez… ¿Qué hostias hago boca abajo colgado del pantin? Juraría que esta técnica no está homologada por la EEE, ni la FCE, ni la FEE, ni el Estado Islámico… Mesecruzató…. Puta espeleo… Con lo bien que se está en el monte…



Por fin logramos salir, pasada ya la media noche, con una luna que asoma a ratos entre las nubes, dejando bonitas vistas. Más bonita aún es la vista del coche, y la del catre, cerca ya de las dos de la mañana, ni te cuento… En total, han sido casi 700 metros de topo, lo que sumado a las cosas pendientes de topografiar nos sitúan ya en los 137 kilómetros. Además, las múltiples incógnitas prometen… prometen que las vamos a pasar putas…