viernes, 21 de octubre de 2022

La gran decepción.

 Sábado 15 Octubre de 2022. Rubicera

Llevamos bastante tiempo sin volver por Rubicera y hoy toca trabajar allí, el tiempo está de sur y no esperamos mojarnos para llegar. Estamos cinco, Pedro, Cristóbal, Zape, Marta y Ángel.

Quedamos a las 09:00 en el club para recoger taladro y anclajes y tomamos el camino de Asón, donde hacemos una parada en el bar de Margari para tomar un café. También pensamos en cenar allí a la vuelta de la excursión.

Aparcamos completamos las mochilas y sobre las 10:30 salimos por la pista, con paso tranquilo. Una hora después llegamos a la boca después de haber cruzado las cornisas aéreas y las rampas de yerba.

Zape tiene un juguete nuevo ,una cámara Gopro o similar y trata de hacer milagros con unos modelos que dan pena en los videos. Al final se puede ver una muestra de su arte.

Mientras nos cambiamos oímos voces procedentes del interior, por lo que suponemos que algún grupo esta empezando la travesía hacia el Mortero. Nosotros entramos también sobre las 11:45.

 En la sala de barro encontramos a los colegas del ADEMCO, que efectivamente están haciendo la travesía y vemos con envidia que cuentan con gente joven en el grupo, mientras nosotros parecemos una excursión del INSERSO.

 

Pasamos delante y finalmente nos separamos en el pozo de 30m. y cruzamos la galería del Chocolate y bajamos por el río, para subir a las galerías del nivel superior, exploradas por la SEII y desde donde conectamos con las nuevas redes exploradas por nosotros.

En el cruce comemos un poco y recogemos algo de material, para continuar descendiendo por una galería con marmitas fósiles y varios resaltes, para pillar una línea de pozos, donde estamos revisando algunos niveles horizontales, en general estrechos pero con aire.

 

En un punto hacemos dos equipos,  Marta, Cristóbal y Pedro seguirán descendiendo para continuar equipando la línea de pozos. Zape y Ángel hacen una travesía para seguir una estrecha fisura, llena de piedras sueltas, por la que Zape ha llegado a la punta de la vez anterior, a la que llegamos desde otra parte haciendo varias escaladas.

 Ha sido una decepción que este nivel horizontal no haya progresado como esperábamos, pero así son las cosas y solo nos queda desequipar las escaladas, y bien cargados seguir los pasos del otro equipo.

 

Llegamos a la nueva vía de pozos pequeños, que llevan a la base de una larga fisura inclinada horizontal, que acaba por ampliarse y formar unos amplios pozos que llegan a una sala grande con el suelo de barro seco, es el sector que conecta con Parisinos, en la base del gran pozo del Mortero, según se indica en publicaciones de la SEII.

 

Revisamos la sala y vemos un posible nivel colgado, que pensamos se puede alcanzar desde los pozos, y que será el objetivo del próximo día, ya que son las 19:00 y aún nos quedan muchos metros que remontar hasta la boca de Rubicera y bastantes horas de esfuerzos.

  Ascendemos con calma y nos reagrupamos de nuevo en el cruce para picara algo y seguir subiendo muchas veces andando sobre rampas de bloques, otras por las cuerdas, mas galerías, remontar el río y mas galerías y cuerdas.

  

Por fin muy cansados llegamos a la boca sobre las 23:00, llevamos ya 12:30 horas de actividad y hemos remontado casi 400 m. de desnivel y aun nos quedan duras rampas de yerba que ascender para llegar al coche, en una noche muy cálida con vientos sur.

Ya solo vamos pensando en la cena que nos vamos a pegar en Asón y salivamos hablando de lo que se va a pedir cada uno.

Por fin llegamos a los coches y soltamos las mochilas y nos quitamos las ropas sudadas.

Pedro se despide, que dice que tiene que cuidarse que tienen pruebas médicas, como si las casi 14 horas de actividad que ha realizado no fueran a alterar los resultados.

Nosotros bajamos hacia Asón ya con solo un pensamiento gastronómico, pero hete aquí que llega la gran decepción del día , resulta que extrañamente Margari ha cerrado y son solo las 00:30, no nos lo podemos creer.. y ahora que hacemos..

Seguimos camino hacia Ramales con poca fe en encontrar un sitio abierto donde cenar. Efectivamente probamos en un par de sitios pero las cocinas ya están cerradas, así que vamos al Wili a ver si a Rafa le queda algún pincho que rumiar.

Esta claro que no es nuestro día, resulta que hoy era el día de concentración de motos y han arramblado con todo lo que había. Rafa se apiada de nosotros y nos ofrece unas patatas y aceitunas, que será nuestra única cena hoy, después de muchas horas de esfuerzo.

 Así es la vida de espeleólogo, decepciones y hambre… que tontos somos..


Vídeo montado por Zape Spielberg
 

martes, 11 de octubre de 2022

Las poleas nuevas son un atraso.

 Torca de La calera. Sábado 8 Octubre de 2022

 Este sábado estamos pocos y el pronóstico del tiempo no es bueno, así que nos decantamos por una visita rápida a la Torca de La Calera que nos pilla cerca y con poca aproximación.

Estamos tres Zape, Pedro y Ángel y como Zape tiene lío por la noche, quedamos bastante pronto para nuestras costumbres, sobre todo las de Zape que no era amigo de madrugar, pero la vejez también le está llegando al pobre y ya se despierta pronto como los abuelos.

Nos juntamos a las 8:30 en el club para recoger material y luego vamos al Ancillo a tomar un café, que nos despierte un poco. Después subimos hacia el Moro, sin lluvia pero con el suelo mojado.

El camino por el bosque de espinos y avellanos mojados, nos deja bastante empapados, pero la temperatura es agradable así que no sufrimos mucho.

 

Sobre las 10:30 entramos en la torca que tiene poco aire, pero si bastante agua que gotea y escurre por las paredes. Llegar a la punta de hoy nos lleva 1:15 h. sin muchas dificultades, salvo un rapel guiado, que en el ascenso nos obliga a tirar un poco de brazos y a sacar la mejor técnica de cada cual, según la mas estricta escuela, de la que procedemos.

El objetivo de hoy es terminar algunas incógnitas en la zona final, de una alta sala de más de 30 m. y unos 6 m. de anchura. Un pozo de cabecera estrecha que bajamos la última vez, nos llevó a una sala y en su suelo entre bloques, un nuevo pozo bastante profundo, se dejó sin terminar por falta de cuerda.

Zape desciende equipando, tratando de esquivar una zona de materiales inestables, para llegar a lo que es una larga y ancha fisura sobre un estrato de areniscas y margas.

 Continuamos el descenso, haciendo la topo y desplazándonos por la fisura hacia el este, ya que por el lado oeste llega un aporte de agua, que debemos evitar. Un falso suelo es evitado con una travesía y una nueva vertical aparece oscura y húmeda. Pero sorpresa, abajo vemos un reflectante, lo que nos indica que hemos llegado sobre un punto conocido de la cueva.

 

Es un palo ya que esperábamos llegar más lejos por esta vía con corriente de aire, pero parece que va a ser que no. Subimos desequipando hasta la sala intermedia, donde revisamos al fondo una trepada, que ya hizo Pedro hasta la base de una chimenea o zona final de una ancha fisura, por la que también llega algo de agua. No se ve nada claro y habría que hacer una escalada corta hasta un pequeño tubo o una mas larga para ver el extremo este de la fisura.



 Como es muy probable que sea la misma zona que hay mas arriba, decidimos desequipar y probar suerte en otro lado. Salimos a la gran sala, y comemos un poco para reponer fuerzas y afrontar el siguiente objetivo de hoy, que es una corta escalada a un posible nivel, en otra sala que hay justo encima de la anterior y a la que accedimos la última vez, a través de una escalada que hicieron los andaluces.

Subimos y en la ventana sobre la sala Pedro asegura a Zape, que asciende rápidamente con los pulse que hemos traído. Pero el posible suelo se desfonda y trunca de nuevo las expectativas.



 

Solo nos queda una cosa por cerrar en esta zona, que es un pozo fisura de unos 7 m. con mala pinta y que hay al final de un bonito tubo con formaciones que arranca desde la escalada.

Pedro que para variar hoy tiene las dos poleas del rapelador nuevas, instala y comienza a bajar, pero a medio camino ve un posible tubo, por el que se cuela y tras quitarse el material y escarbar un poco, llega a una zona más amplia pero que también se cierra poco después. El barro pegajoso se pega al material y complica el movimiento lo que le hace comentar a Pedro la frase del día, “Las poleas nuevas son un atraso”, Zape y yo nos miramos y nos partimos de risa.

Zape baja al fondo de la fisura donde se oye correr agua y las piedras caen bastantes metros, pero es muy estrecho y nos es posible pasar.


 Nos retiramos desequipando la escalada y solo dejamos un pequeño nido de material, para mirar un tubo sobre una colada que llega a la sala y que dejaremos para otro día.

Salimos sacando el resto de material hasta la galería principal, donde dejamos otro nido de material. Son las 17:30 y tomamos el camino de la calle con Zape en cabeza, que sale disparado, a pesar de que dice que se nota la falta de practica de varias semanas sin hacer cuevas.

Sobre las 18:15 todos fuera, con el cielo despejado y el material muy embarrado y con una buena sudada.


 Hacemos las mochilas y de nuevo cruzamos el monte húmedo aún, pero ya no importa mucho ya que nos espera el coche y luego el bar..

No ha sido un día muy provechoso pero hemos cerrado varias incógnitas y aclarado el destino de algunas galerías de la cueva.