viernes, 17 de mayo de 2013

Dormidina...(3 al 5 de mayo)

 Texto y fotos: Marta Candel

A las 7 de la tarde del viernes estamos en Ramales con la comida comprada, el material preparado y listos para salir el komando andaluz (Marta y Cristóbal) y uno de Comillas (Moisés) despidiéndonos de Zape y Wichi… cuando …ring ring… Cardín decide venir …ring…ring… que le esperemos 20 minutos… 15 juramentos después aparece a toda velocidad, sabía que si llegaba después de esos 20 minutos se iba a encontrar solo. En este club no hay piedad para el indeciso.

Después de un rato de tensión por la incorporación de última hora, a las 21:30 nos entorcamos.
Cuando llegamos al vivac y nos preparamos para cenar se pasa de rosca la botella del hornillo… mientras unos intentan hacer un remiendo para que aquello no salte, coja presión y podamos comer caliente otros buscan entre la comida que hemos traído algo que se pueda comer sin cocinar para los tres días que vamos a estar aquí dentro: atún, pan y embutido. Si el hornillo no termina de funcionar va a haber crisis. Conseguimos hacer que funcione, aunque dejamos la botella fuera de la tienda por si revienta el invento. A la 1 conseguimos meternos al saco con la tripa caliente.

A las 7:30 toca diana. Decidimos ir hacia la zona de las oseras, a completar algunos tramos de topo que quedaban pendientes y a seguir la punta dejada por Wichi y los Pedros en cabecera de un P-40??
Mientras Cristóbal y Marta van haciendo la topo, Moisés y Cardín van revisando por delante hasta llegar a la cabecera. El pozo resulta ser una gran rampa inclinada de la que sale una galería después de bajar unos 20 metros. Moisés y Cardín continúan la exploración pozo abajo y el komando Andaluz sigue la topo por la galería. Topografiamos casi 300 metros de galerías con formaciones blancas como el merengue y excéntricas más cercanas al mundo vegetal que al mineral. Cada pocos metros encontrabas una sorpresa que nos arrancaba un grito o una ovación. 

Estas galerías multiorgásmicas tienen dos ramificaciones que se cierran: 1.- en una chimenea de 14 metros, que escalamos, a la que llegan pequeños tubos freáticos y en la que se nota aire fresco. 2- en una grieta de la que sale una colada con algo de agua pero nada de aire. 



De vuelta encontramos una nota en la entrada de una pequeña galería que chupaba aire y que habíamos dejado pendiente, a unos 40 metros del inicio de la galería, Mois y Cardín han debido terminar el pozo y han seguido por ahí.

Salimos de la galería y volvemos al pozo. Seguimos con la topo. El pozo baja unos 20 metros más y sigue una gran diaclasa desfondada en una serie de pozos. Antes de bajar el último pozo, seguimos una galería pequeña ramificada que nos lleva hasta la zona de las huellas de pequeños animales, muy cerca del P-70. Volvemos hacia atrás y al bajar el último pozo de la diaclasa aparecemos en el punto topográfico 64, del día 9 del 3 de 2013, junto al oso durmiente.

Escuchamos las voces de los compis, desequipamos todo y nos reunimos en la cabecera. Queda pendiente continuar la exploración y hacer la topo de esa pequeña galería que tragaba aire por la que Mois y Cardín se metieron. Queda la cuerda en la cabecera, que está instalada, pero que hay que meter algún anclaje más abajo para llegar en condiciones a la galería lateral en la que quedó la punta para el próximo día. Son las 20:15 cuando arrancamos para arriba. Con la emoción de tantos hallazgos subimos como rayos y a las 22:30 estamos en el vivac.

Por suerte el hornillo funciona y también hoy cenamos abundante y caliente.
Ya metidos en los sacos la dormidina hace de las suyas.
* ¿Te está entrando ya el sueño, Epi?
* No Blas, todavía no. Pero si dejaras de reirte igual haría efecto antes.
* ¿Y a ti por qué no te da risa Epi?
* No lo sé, Blas.
* Epi, ¿te has dormido ya?
* Hasta que me hablaste sí, Blas. Te escucho muy lejos. ¿qué haces ahí abajo Blas?
* Que tengo que poner velcro al saco Epi, que con la risa me escurro para abajo…
* Pues deja de reirte, Blas…
* Ya se me pasa Epi, ya me entra el sueño…
* A ver si es verdad Blas… 

¡¡Buenos Días alegría!!
Nos han dado las 8:15 en el saco, algo increíble con tanto gallo madrugador como tiene este grupo. Desayunamos rico, hacemos recuento de lo que queda y lo que hace falta y salimos para la calle.
A las 12 de la mañana estamos ya en los coches. ¡¡Hace un día precioso!! Cómo se agradece el solecito… 


Zape ha venido a recibirnos. Empezamos la ronda de cervezas y rabas en una terraza colgada en el valle del Asón. ¿Qué más se puede pedir a un fin de semana?

lunes, 13 de mayo de 2013

Sin pan y con vino también se hace camino (26 al 28 de mayo)


Y otra vez de vivac: el camello no nos ha traído nada güeno para pasar el finde, así que hemos pensado que la mirabilita esa que hay allá abajo igual coloca… De todas formas, por si las moscas, Wychy, Pedro y yo hemos pensado que mejor vamos sobre seguro, y recurrimos a lo clásico: orujo y vino para hacer más llevadera nuestra mutua compañía.



Así pues, el viernes estamos a las siete de la tarde en el club, con los trastos en los petates y rumbo a Rubicera. El tiempo aguanta (a ver si nos vamos a acostumbrar a entrar sin mojarnos), y para eso de las nueve pasadas estamos en la boca. Aprovechando que el frente estresado del club se ha quedado fuera, vamos tranquilamente hasta el vivac, al que llegamos hambrientos. Allí descubrimos que ninguno nos hemos acordado de comprar pan, siendo el primero de una serie de olvidos culinarios no dignos de mención. Tras el vinarro y la frugal cena se impone el catre, y a él nos vamos sin más dilación.











 
El sábado nos levantamos temprano, y para las ocho pasadas ya estamos en ruta. En la zona de las gateras de abajo, en un cruce que teníamos sin mirar, y tras arrastrarme unos metros, encuentro un pocete que da paso a un meandro perpendicular, pero optamos por ir a topografiar lo que en el vivac anterior (no reflejado en el blog porque HAY MUCHO VAGO en esto de la tecla), no pudieron topografiar Wychy el Rubio (olvido –no culinario- del disto). Subimos hasta la galería en la que se encuentran los restos del segundo oso, y allí comenzamos la topografía tras comer (sin pan, claro). Durante la topo encontramos más huesos, con pinta de ser más antiguos que los que habíamos visto previamente. Se trata de una zona de gateras muy laberíntica, que dará más de 700 metros de topo. Todas ellas, sin embargo, convergen en un eje principal, en cuyo punto más alejado llega un pequeño aporte desde el techo, por una colada. Allí dejamos alguna cosa pendiente, pero sin mucho interés. Pedro y Wychy vuelven al comienzo de la galería, comenzando una travesía y escalada que les permite acceder un nuevo conducto que, unas decenas de metros más allá, se desfonda en un pozo de unos 40 metros, que se queda sin bajar por falta de cuerda. De mientras, sigo topografiando ramales de las gateras, en los que hay preciosos filamentos de minerales y curiosas excéntricas.

Acabadas las gateras y la cuerda, optamos por tripear de nuevo (y de nuevo sin pan) y, dado que la mirabilita aún no ha mostrado propiedad lisérgica alguna, subir para el vivac a eso de las nueve de la noche más o menos. La vuelta se hace pesada y con calma: gateras, pozos, barro… y llegamos al vivac a la una de la mañana, donde nos regalaremos con una cena a base de pasta y sin tomate (ni pan, ¿lo he comentado ya?). Al menos el orujo no nos abandona.

El domingo nos levantamos bastante entumecidos, pero con ganas de salir pitando de este antro. Desayuno (sin pa… vale, vale, no me repito más), recuento de material, ordenar el vivac (bueno, no), y para arriba. Piano piano, llegamos a la calle y… coño, tampoco llueve, joder que raro… Ya cerca del coche nos encontramos con Nuria, que ha venido a darnos la bienvenida con birras y papeo. Esto es lo que se llama un final feliz… y no me vengáis con cochinadas, tíos guarros, que siempre estáis pensando en lo mismo…

miércoles, 1 de mayo de 2013

Enésima prospección inútil (MCM....)




Pues aprovechando que anuncian un día relativamente pasable, nos vamos de prospección Pedro, Nuria, Gelo, Moisés, Susanna, Cristina y yo. Arriba el aire ya molesta un poco pero, bizarros que somos, vamos por encima del Mortero, a ver si encontramos algo (si, ya…). Bordeamos la gran depresión del Mortero por el Este, y poco más allá marcamos un mísero tubo sin interés ninguno (básicamente, por ver si recordamos el alfabeto). Alguno debe volver al coche a por ropita, que se enfría. El resto, nos desperdigamos por la ladera, a la caza y captura de torcas. Gelo y Moisés encuentran un grupito de tres torcas cercanas. La primera es una simple depresión que se puede destrepar sin cuerda, completamente colmatada (FK-29). A su lado, una torca de mayores dimensiones parece tener buena pinta. Sin embargo, tras bajar unos quince metros, veo que todo el fondo está colmatado, salvo un pequeño meandrillo impenetrable. Un poco más abajo, ayudado por una cuerda bajo la FK-28, que se cierra completamente.

Tú traquilo, que no roza ná...

Tanto frenesí ha desatado la gazuza, así que nos vamos a un pradillo cercano a deglutir todo lo masticable. Gelo ha marcado cerca un regato que circula sobre el lapiaz. El solete por fin ha salido, y el sopor vence la partida, dando lugar a las bellas estampas que la documentación grafica adjunta muestran.  Los más aguerridos levantan el campamento y comienzan a ventear como perrillos (en celo), pero el resto...

Asamblea General del club (bueno, en la última hubo menos gente...)

Al de un rato, Cristina y Pedro bajan la FK-35, sin mayor interés. De camino a otra cuevilla, bajamos la FK-34, peculiar fisura por la que circula un regato, y que a ratos deja pasar la luz del sol, estrechándose en ambos extremos. Cerca, la FK-33 resulta ser un meandro-cueva que al de unos 20 metros se estrecha por colada, sin un excesivo interés en principio. En el fondo de la dolina en que se encuentra oímos correr el agua, probablemente proveniente de la torca anterior. Algo al SE, una sima pegada a la pared llama la atención (FK-36). Tiene más pinta que el resto, por lo que instalamos hasta llegar a un cono de derrubios a -10. Allí, bajamos otros 6-7 metros hasta una galería de cierta amplitud por la que avanza Cristina. De la derecha llega un meandrillo con agua (se hace impenetrable), que seguimos hasta que se estrecha mucho (el agua se filtra entre colada impenetrable. De salida, miro un meandro ascendente junto al cono, que sigo durante unos 80 metros (en un sitio, se ve el sol a través de una chimenea) hasta que se estrecha demasiado).

Kale borroka desganada en Asón...

Y como ya va siendo hora, pues para el bar, que es lo nuestro. Un breve tour por varios de los garitos de la comarca culminará en una cena con daños colaterales (y a buen entendedor…).

Fotos: cortesía de Nuria.