jueves, 16 de octubre de 2014

Rubicera again... (10/11/12-10-14)

La maja vestida... con buri

Tras varias salidas de día al sistema del Mortillano y cavidades adyacentes (no contadas en el blog por pura vagancia de los participantes), hacemos de tripas corazón y nos preparamos para dirigirnos de nuevo a nuestras famosas gateras rubiceriles. El objetivo es encontrar un paso en las galerías que encontramos más allá de la gatera de 400 metros (su puta madre, se dice pronto) que nos permita evitarla. La topografía nos decía que se encontraban relativamente "cerca" de las galerías que habíamos estado explorando en el entorno del Pozo de la Galleta antes del verano, así que...

Así que el viernes nos encontramos en el club Cristóbal, Wychy, los castreños y los Pedros, dispuestos a escribir otra de esas brillantes páginas de oro de la espeleología de las que habla Alfredo (teniendo en cuenta nuestra suerte y nuestra ortografía, sería de "horo" o asín). Pese a las nubes, el tiempo nos respeta hasta la boca de Rubicera, y tras cambiarnos enfilamos el archiconocido camino hacia el vivac. El cansancio semanal se refleja en los rostros y en los andares... Por lo demás, conversaciones costumbristras:

-¿Tienes el hornillo"
-No, creí que lo tenías tú.
-Hostia, se quedó en el club...

-¿Llevas el taladro?
-Sí; tú, las baterías, ¿no?
-Euhhh... Bueno, las del otro, ¿son compatibles?
-...

Todo ello, amenizado por la orquesta de viento de los que han tenido a bien hormigonar su estómago con cantidades ingentes de alubias de la tierra...

Tras llegar al vivac y comprobar que la mayoría no hemos traído cena, pues comenzamos a atacar las provisiones del día siguiente (ante todo, organización). Un poco de vino, otro poco más de orujo, una dormidina, y al catre. Zape se ha debido equivocar y, según Marta, se toma una (o dos) "Ronquidinas". Su popularidad en el vivac baja más rápidamente que la de Ana Mato en plena crisis del ébola...

Esto tá más negro que las tarjetas de Rato...
Nos levantamos entumecidos y poco descansados. Desayunamos bien (las provisiones merman que es un primor), y para abajo. Nos esperan varias horas hasta la punta de exploración. Como sólo uno de los presentes ha estado, la conversación toma un tono escolar: 

-¿Queda mucho?
-¿Cuánto falta?
-Tengo pis...
-Estoy hasta el rabo de ir a rastras...


 



Este debe ser el "Excalibur" ese del ébola...


A medio camino paramos a comer, y seguimos hacia la punta. Poco antes del lugar donde dejamos la exploración hace ya año y medio, nos dividimos en dos grupos para ir mirando incógnitas. Mientras los castreños y Cristóbal revisan varios laterales, los Pedros y Wyhcy vamos hasta el punto final, y retomamos la topografía. Unas gateras de arena con huellas de lirón van descendiendo progresivamente. Pedro se adelanta mientras los otros dos vamos topografiando. La dirección es magnífica, va como un tiro hacia las galerías con las que esperamos conectar; la inclinación, la adecuada; las formas de las galerías (que se van ampliando hasta formar un bello meandro con marmitas) y las formaciones, espectaculares; huellas de un mamífero muy similares a las que habíamos visto en la otra galería; todo huele a unión... hasta que se cierra en la base de un P.20 impenetrable, por el que circula una notable corriente de aire. Desconcertados y cansados, emprendemos la retirada. A mitad del meandro nos encontramos con el resto del grupo: uno de los ramales que han revisado les ha llevado hasta el mismo punto. Tampoco han logrado unir, y la decepción se refleja en nuestros caretos...

Alegrad esas caras, que peor lo lleva la Ana Mato...

Son las ocho de la noche, y nos quedan muchas horas hasta poder llegar al vivac. Volvemos lentamente por la variante encontrada por los otros, con bastante menos ánimo. Al salir de las gateras, los rapidillos salen en cabeza hacia el vivac, mientras que los lentos optamos por un ritmo más pausado. A eso de la una y media de la mañana superamos "el resalte de 150 metros" (como lo llama Wychy) y llegamos al vivac, donde el olor del rissoto con setas enmascara el habitual olor a moho (glamour...). Una cena reconstituyente, y unas horas de sueños nos dejarán...

...baldados, que es como nos levantamos el domingo. Un desayuno raquítico, recuento de material, y para afuera. Al menos, comenzaremos a ahogar nuestras penas en el Coventosa, con unas birras y unas rabas. Esta vez no pudo ser, veremos si la próxima...

Fotos: Marta Candel y Pedro González
















domingo, 7 de septiembre de 2014

Ffria 2014 : Explorando, riendo, bebiendo, comiendo..

 18 al 26 de Julio de 2014

Las actividades que se han realizado en la campaña ffria 2014 se han centrado básicamente en dos cavidades en curso de exploración. El sumidero de Rueñes y la sima FA 32.


Foto Nuria
Foto Carol

 
 
 
 
 
 
 
 
 
  
El sumidero que ya fue explorado en el pasado por la SEII y los franceses del SCP y nosotros lo reequipamos el año pasado.
Tras bajar un pozo de 20 m. , hacia el norte se abren unas salas de bloques y coladas entre las que llegan dos o 3 afluentes resbalando por el estrato arenisco.

Fotos Carol

  Hacia el sur el agua se desliza por el estrato arenisco y nosotros resbalando sobre él descendemos a veces a 4 patas y otras arrastras evitando bajar sobre el agua.
Algunos aportes fósiles por la derecha pero en general no hay cruces y se trata de un laminador ancho y bajo , que tras 290 m. parece cerrarse en un sifón.
Foto Carol
Pero un selectivo paso a la derecha de unos cuantos metros permite acceder a una galería paralela a la que llega otro aporte. Aguas arriba se estrecha excesivamente, pero aguas abajo permite superar el sifón (tras otro paso muy estrecho), y continuar la exploración sobre el estrato margoso. Tres entradas durante el campamento permitirán incrementar el desarrollo de la cavidad hasta el kilómetro. El sumidero sigue, aunque las condiciones de exploración son bastante penosas, debido al tamaño de los conductos y al agua que te empapa desde el primer minuto, y que vuelve a esta cavidad particularmente peligrosa en caso de lluvia.


Respecto a la FA32, o sima de los hoyos de la Yesca, lleva 10 años formando parte de las actividades habituales de las campañas de ffria, pero por fin el año pasado fue posible forzar el paso estrecho de la cota -100 y bajar nuevos pozos hasta la cota -200 , donde un laborioso meandro necesita una hora de recorrido , para llegar a una nueva línea de pozos con algunos aportes y espacio justo para montar un vivac, cosa que hicimos en Junio.
Los últimos ataques efectuados en enero a esta sima por un aguerrido equipo y con una instalación más que ligera, permitió llegar a la cota -545 con pozos de 50, 37,100 ,20 m. y otros varios de menor tamaño.
Foto Juan
 
Como preparación a la campaña también se instaló cable telefónico hasta el vivac como parte de un ejercicio de comunicaciones del socorro cántabro.







Foto Pedro
Así pues durante la campaña partíamos de una situación con vivac para 4 personas montado en la cota -250 a unas dos horas del exterior y conexión telefónica hasta la boca de la sima.

Por tanto hicimos un plan de ataque basado en equipos de 4 personas que se irían turnando en la sima, en descensos de un día, vuelta a dormir al vivac y salida al día siguiente.

Se necesitaba tirar cable desde la boca hasta el campamento durante unos 700 m. y reequipar casi todos los pozos instalados por debajo del vivac con una instalación más alejada del agua y más segura.

El sábado 19 entraba en la sima un aguerrido equipo formado por los castreños, Cristobal y Moi , mientras que otro equipo instalaba cable por el lapiaz hasta el campamento.

Durante el descenso se fue comprobando la conexión telefónica y quedó confirmada la conexión Vivac –campamento.

Se comenzó la reinstalación de los pozos de 50 y 37 m. situados por debajo del vivac así como del gran pozo de 100 m. Por la noche el equipo comunicaba que solo habían podido completar parte de la instalación del p100 al quedarse sin baterías y casi sin spit debido al gran número de anclajes que había precisado esta reinstalación.
 

El domingo mientras iniciaban el ascenso desde el vivac, entraba otro nuevo equipo formado por Juan, Cardin ,Cola y Ángel, con dos nuevas baterías y más anclajes y cuerdas. Tras cruzarnos en el camino y confirmar la información el nuevo equipo llegó a una repisa situada a unos 20 m. de la cabecera donde habían instalado un pasamanos sobre un espolón.
Foto Juan
Decidimos cambiar de pared en el pozo para alejarnos aún más del agua y tras algunos equilibrios se consiguió iniciar el descenso por ese lado y con varios péndulos y fraccionamientos llegar a la base de este pozo por el lado contrario del agua. Había sido largo y con mucho material pero el agua ya no era un problema en este pozo.
El siguiente pozo de 20 m. también fue reequipado fuera del agua mientras Juan desinstalaba la vía antigua y se calaba de agua claro. Una vez abajo y dado que era las 16:00 decidimos comer algo y continuar por un meandro en general ancho pero con numerosos resaltes, algunos equipados por la expedición de enero y otros que precisaban equipamiento. Dado que todavía estaba bien seco, decidí meter una pierna en un profundo gours y llevar uno de mis pies empapado (debe de ser que los años no me hacen más listo).




 
Foto Juan
La instalación de este meandro nos llevó varias horas y se clavaron al menos 6 resaltes, hasta llegar a la punta alcanzada en enero en la cota -545.
Se trataba de un gran pozo de unos 20 m. de diámetro y sondeado en más de 80 m.



Comenzamos instalando un pasamanos de cabecera en altura sobre el agua y una línea de pequeños péndulos hasta una repisa 40 m. más abajo, desgraciadamente el pozo giraba hasta desarrollarse justo bajo el agua que caía por el pozo resultando muy difícil evitar la lluvia. Además nuestra última batería se agotó y fue preciso meter un spit a mano, para bajar un pozo de unos 20 m bajo el agua hasta otra repisa y estudiar al menos la continuación de la sima. Una vez abajo se pudo ver que seguía otro pozo de unos 40 m., pero la subida del último tramo me dejó completamente empapado y suponía un serio inconveniente para continuar las exploraciones.
Se habría una esperanza ya que me pareció ver un rayo de luz que atravesaba un espolón justo bajo el curso de agua, lo que si era viable tal vez permitiera esquivar el agua. Sin baterías, mojado y tras muchas horas, dejé esta variante en manos del siguiente equipo, ya que todavía nos quedaba ascender hasta el vivac casi 400 m. por encima.

Foto Juan
Tras alcanzar el vivac y comunicar con el exterior informándoles de lo realizado y necesidades de material y opciones, nos metimos en la tienda con el hornillo que nos devolvió el calor y desató aun más la lengua de Juan que nos amenizó con sus comentarios sobre el “master chef” subterráneo. Desgraciadamente la información sobre la comida que había en el vivac no era correcta y aunque había mucho de todo, solo había pasta china como plato fuerte para cenar, cosa que no nos llenó de alegría.
La noche pasó rápida y vino el habitual esfuerzo por salir del saco, aunque el hornillo pronto caldeó la tienda y animó los espíritus.
En dos horas salimos hacia el exterior y nos encontramos por el camino con el siguiente equipo de élite que descendía a continuar las exploraciones, Bernard, Cristóbal y los Pedros a los que dimos las últimas indicaciones y continuamos hacia el exterior pensando ya en las cervezas frías y los torreznos a la parrilla.
Foto Pedro

El día pasó y por la noche de nuevo sonaba el teléfono en el campamento informando del resultado de la punta realizada. Había buenas noticias como que el pozo de la Mojadura efectivamente se podía esquivar por la ventana que habíamos intuido y no te mojabas al bajar. Habían bajado la segunda parte del pozo unos 40 m. más y luego un meandro con el río y algunos resalte de más de 10 m. , que precisaban pasamanos y mucho material.




 
Foto Pedro
Se habían quedado sin spit, baterías y casi sin cuerda y la sima estaba en la cota -700 que era lo más que esperábamos bajara esta sima y seguían los pozos sin ver fondo.
Esa noche se configuró el siguiente equipo de ataque a la sima, que lo compondrían Moisés, Miguel, Manu y Alex un andaluz que llegó con Miguel y que era su primera visita a ffria.
Por la mañana de nuevo ambos equipos se cruzaron en la sima, pero en el meandro de los Cantarines Manu se hizo daño en la mano y Alex se encontraba muy cansado, por lo que decidieron darse la vuelta. Así pues el equipo se redujo a la mitad y las posibilidades de llegar a la punta y poder avanzar se redujeron bastante.
En el exterior quedamos a la espera de contactar por teléfono durante la noche pero esa conexión no llegó. Por la mañana mandamos un equipo a revisar la línea y descubrimos que los caballos la habían arrollado en un punto y estaba cortada. Se reparó y se pudo contactar con los de la sima que ya estaban saliendo.
Moi y Miguel, habían llegado a punta y habían seguido instalando péndulos y pasamanos esquivando varias cascadas, la sima seguía bajando y la cota alcanzada a falta de topo rompía todas las previsiones que teníamos..
Ese día miércoles no entró nadie en la sima pero el jueves un último equipo nos dirigimos de nuevo al agujero, lo formábamos Juan, Miguel el gallego, Cardín y Ángel. Llevamos las ultimas cuerdas que quedaban en Ffria, dos baterías y más spit que habíamos tenido que pedir con urgencia a Alfredo en uno de sus viajes desde Ramales a Ffria. Esta vez nos aseguramos de llevar una cena decente y nos lanzamos por las cuerdas, llegando a la punta alcanzada por Moi sobre las 15:00, donde comimos algo y emprendimos los trabajos de topo y equipamiento de los nuevos resaltes que seguían pareciendo bajo nuestros pies.
Foto Pedro
Foto Miguel















Sobre las 18:20 llegamos a la cabecera de un pozo de 40 m, pero solo nos quedaban 20 m. de cuerda por lo que Juan bajo hasta donde le llegó la cuerda y nos dimos la vuelta. La topo mostraría que estábamos en cota -750 por lo que la base del pozo debería de estar sobre los -790 es decir casi la cota del sifón de Garma y por tanto de los niveles activos del sistema del Mortillano, pero a más de 2 Km en línea recta de cualquier punto del sistema a esa cota.
Comenzamos el ascenso sobre las 18:40 un poco decepcionados y muy extrañados de los niveles alcanzados.
La subida fue lenta y yo para colmo volví a meter la pata en el mismo gours profundo pero esta vez fueron las dos piernas..
Sobre las 23:10 estábamos todos en el vivac cansados y hambrientos. Intentamos contactar con el exterior pero no fue posible, luego nos enteramos de que los caballos de nuevo habían saboteado nuestra línea de comunicaciones.
La cena fue mucho mejor y mis pies mojados se secaron por lo que conseguimos dormir algo. Por la mañana tras dejar recogido el vivac y tomar nota de la comida y material que quedaba salimos al exterior donde nos esperaba buen tiempo y las inevitables cervezas…
 
Imagen de la Virgen del Vivac
Terminaban así los descensos en Ffria a la FA32, que mantiene todos sus secretos aún ocultos y que nos ha dejado desconcertados sin saber dónde puede ir el agua de sus ríos. Ya que parece casi imposible que se dirijan a la surgencia del sistema del Mortillano, cuya cota ya ha alcanzado prácticamente y se encuentra a más de 3 Km. en línea recta de dicha surgencia.
Habrá que realizar coloraciones para ver si descubrimos donde se dirigen sus aguas aunque actualmente la sima se encuentra en medio de ninguna parte y muy lejos de cualquier posible surgencia conocida.
 
Lo que es seguro es que esta sima nos va a dar mucho trabajo ya que solo en esta campaña se han clavado más de 150 spit y muchos metros de cuerda, pero dado lo lejos que se encuentra de “todo”, y si algún sifón o derrumbe no lo impiden es probable que tengamos aún muchas horas de progresión bajo la punta actual de la sima..
 
Continuaraaaaaaaa…..

 

 

 

lunes, 18 de agosto de 2014

FA32 Introducción bajo la lluvia

28 de Junio de 2014




Se termina Junio y ya tenemos Julio y la campaña de Ffría en puertas, por lo que decidimos, aparcar definitivamente Rubicera y hacer una salida preparatoria a la FA32, a la que infructuosamente hemos tratado de poner nombres más sonoros, como sima del “Presidente” o de Hayedos, pero como dijo el gran sabio del AER, vamos a seguir llamándola “La 32”.
La idea es dejar montado el vivac en el único sitio que por ahora parece posible aunque el suelo sea un montón de piedras. Es en la cota -250, tras bajar los pozos de la sima y atravesar el meandro de los Cantarines, a unas 2 horas de la entrada.

Foto Marta

También pretendemos mejorar algunos pasos de dicho meandro , que resultan pesados de cruzar con sacas y dado que vamos a pasar mucho por ellos, merece la pena el trabajo a realizar.
Así pues en un día que amenaza lluvia subimos casi el equipo habitual, más Moi que ha dejado por un día la crianza de su vástago y retoma la espéleo como un niño con zapatos nuevos. La secuencia es la de siempre en estos casos..parada en la Gandara para tomar café, rali por las pistas para poder subir al crucero, Zape tiene que subir de culo la rampa pero a burro no hay quien le gane..Paseo matutino por la pista de Ffria y llegada al bosque anterior a la sima, donde nos cambiamos y hacemos algunas de las tonterías habituales ante la cámara de Marta.

Foto Marta


Foto Marta



















Hacemos dos equipos con los castreños y Cristobal que se quedan a desobstruir los pasos y Moi, los Pedros y yo que llevamos las sacas del vivac y algún instrumento de cavar.
Por nuestra parte no hay mucho más que contar, bajar pozo de entrada de 100, superar la gran desobstrucción que fue el proyecto personal de Wichi. Más pozos y en una hora llegamos al susodicho meandro, que como aún no tiene ampliados los pasos, se encarga de recordarme que el tamaño de mi viejo cuerpo, no es el adecuado para estos lugares y que debería dedicarme a la danza clásica donde tendría mejores opciones..

Foto Marta
Foto Marta

Foto AER
Foto AER



Una hora de meandro penando con las voluminosas sacas y llegamos a la pequeña sala, formada por la llegada de un aporte por una chimenea y que deja un tramo seco entre dos riachuelos, eso sí cubierto de piedras y sin nada plano.
No es una maravilla de sitio pero como no hay más, habrá que imaginarse que es una playa ibicenca y lo que hay alrededor suecas en biquini (mucha imaginación hace falta).
Comenzamos el trabajo removiendo piedras de un lado y colocándolas en el otro formando una pared y rellenado el hueco con piedras y luego grava .


Tras 2 horas de curro y con solo un operario de la construcción en el ajo, la cosa queda bastante bien y podemos plantar la tienda que es uno de los prototipos que hizo Alfredo en su día y que nos cedió amablemente. Con las esterillas y un plástico en el suelo la cosa no queda mal del todo y tras comer el bien ganado bocadillo, nos retiramos satisfechos de nuestra obra y sudando la gota gorda de nuevo por el vivac.

Foto AER

Foto AER

Encontramos al equipo de desobstrucción recién terminado su trabajo, lo que agradezco sinceramente. Ellos han pasado mucho frío en medio de la corriente de aire y han notado, como nosotros, que el volumen de agua del riachuelo ha crecido, lo que indica que afuera ha llovido o está lloviendo.

Ascendemos los pozos y efectivamente en el primer pozo de 100, la lluvia constante cae por el pozo entrando por los cuellos y recorriendo todos nuestros miserables cuerpos, lo que hace que los que puedan suban por las cuerdas como motos y otros más bien como gusanos mojados…

En la calle la cosa no está mucho mejor y las ventiscas nos hostigan camino de los coches, donde apenas nos quitamos lo justo y nos vamos a la ermita de Astrana a cambiarnos.

El resto es el habitual proceso de rehidratación que todo buen espeleólogo debe realizar tras una actividad y nosotros seguimos siempre el manual…


En los proximos articulos contaremos algo de como fue la exploración de esta sima durante la campaña de Ffría 2014 y las sorpresas que nos deparó y que nos esperan en esta sorprendente cavidad.

martes, 24 de junio de 2014

No podemos... (7 y 8/06/2014)







Pues no, no podemos...
... no podemos encontrar un jodido atajo a las gateras de la zona inferior (más de 300 arrastrados metros que torturan nuestras añosas articulaciones, ay).
Y eso que la última expedición a Rubicera antes del verano se presentaba halagüeña: cuatro individuos (Marta, Zape, Cristóbal y yo) y unas galerías vírgenes que prometían lo suyo. Así que el sábado nos dirigimos de lo más animados al agujero (previo café en Asón).Tras comer en el vivac, llegamos a la punta de exploración tranquilamente, y nos dividimos en dos grupos: Marta y yo nos dedicamos a revisar y topografiar una zona de gateras y laminadores que había quedado pendiente,mientras que Zape y Cristóbal topografiaban otra amplia galería pendiente.
Una vez concluidas "nuestras labores", nos reagrupamos con intención de ir al plato fuerte de la jornada: atacar la nueva galería, con la esperanza de cortocircuitar con una galería, cercana en planta, que nos permitiría evitar las ya mencionadas gateras. Vista la topo y el tamaño de la nueva galería, la cosa parecía fácil...

Huellas de ¿zorro? y de ¡¡¡burro!!!
Mientras unos topografiaban el eje principal, otros van revisando y topografiando laterales que terminan con pena y sin gloria. Al llegar a un amplio cruce, nos dividimos: Marta y yo tomamos una galería descendente, de buen tamaño pero a priori poco esperanzadora: un caos de bloques parece cerrar el camino. Sin embargo, Marta encuentra un paso y, tras un buen rato moviéndonos entre bloques de dudosa pinta, encontramos una galería perpendicular de dimensiones más reducidas. Pronto se va definiendo más, y avanzamos a buen ritmo mientras topografiamos. De pronto, encontramos huellas... pero no son nuestras, sino de algún animal de cierto porte (tejón, zorro...). Otro misterio más a la ya amplia cuenta de Rubicera: estamos muy lejos de cualquier posible entrada, ¿cómo habrá llegado este bicho hasta aquí? Seguimos las huellas hasta la cabecera de una vertical de 8 metros. No tenemos cuerda, pero Marta se decide a bajar empotrándose como puede, y yo la sigo haciendo de tripas corazón. Sin embargo, al llegar a la base encontramos huellas: hemos llegado a la galería explorada por los colegas del Burnia en el vivac de semana santa del año pasado. Vemos que quedan varios tubos pendientes de revisar, y que quedarían en la dirección correcta para dar con la ansiada unión (bueno, cortocircuito); pero optamos por retroceder para buscar a nuestros compañeros y ver cómo les va la cosa.

Nos los encontramos en el caos de bloques: su galería, la prometedora, apenas ha durado 100 metros antes de cerrarse. Tras ventilar pequeñas oquedades y algunas escaladas laterales, han dado por finiquitada la zona. De vuelta, Zape y Cristóbal hacen otra escalada que da unos 100 metros de desarrollo hasta su fin. En total, hemos topografiado casi un kilómetros de nuevas galerías, pero no hemos logrado el objetivo principal. Y nuestras rodillas gimen...


De vuelta al vivac, una rica cena (sí, claro, pasta), una dormidina, unas risas de Marta y unos molestos ronquidos de Zape... y otro nuevo día que amanece (es un decir). Salida tranquila, cervezas varias y papeo en el pueblo para recuperar fuerzas.


Lo dicho: no pudimos, no podemos y ¿no "poderemos"? Pues se verá después de verano, pero antes nos espera el campamento de Fuente Fría y la gran atracción de este año: "la 32" Próximo episodio en sus torcas...


Esto es un equipo y no "La Roja". Al menos, fracasamos sin costar un duro al contribuyente...
 
Fotos: Marta Candel.