lunes, 4 de junio de 2018

Nieblas nocturnas

Sabado 02 Junio de 2018



La primavera esta siendo lluviosa en Cantabria y eso dificulta el ataque a una sima como la Maza con un curso de agua, sobre el que hay que arrastrarse en algunos tramos. Hay aviso de tormentas aunque no de mucha precipitación, por lo que las dudas nos asaltan antes de dirigirnos a la boca.
Estamos cinco aunque Cristóbal solo nos acompaña hasta la boca ya que la escayola de su muñeca no aconseja entrar en este agujero, También Marta,  Zape y un fichaje nuevo Magin. Gallego pero que en los últimos años ha explorado en la zona de Grenoble, ahora se ha venido a Cantabria a vivir y ha cometido el error de contactar con nosotros..

La yerba esta muy mojada y llegamos a la boca con las piernas mojadas y las nubes entrando y saliendo, nos cambiamos y despedimos de Cristóbal según nos colamos por la incómoda gatera. La sima está bastante húmeda y cuando llegamos la río baja bastante cargado, pero asumible. Esperemos que a la salida no sea un problema.

En dos horas estamos en la gran sala e iniciamos el camino ascendente por la larguísima escalada de más de 120 m. que llevamos haciendo desde hace tiempo lo que nos lleva otra hora más.
En la pequeña salita base de la escalada pendiente, comemos algo y Marta y Zape se pelean por hacer la escalada. La disputa se resuelve por el científico método de “Piedra,Papel o Tijera” y gana Zape, que inicia la corta escalada que pronto le lleva a un meandro desfondado, que precisa instalar pasamanos y algún resalte. Oímos los gritos de alegría de Marta que ha seguido a Zape y como siempre se emociona con todo lo que encuentra.

Magin y yo subimos haciendo la topo y nos agrupamos en una amplia sala de techo alto que corta el meandro. De esta sala se puede descender a un nivel inferior del meandro volviendo bajo en camino de llegada, hasta un resalte que hay que equipar.
Desde la sala continua el meandro con un resalte que de nuevo lleva a un ensanchamiento donde el meandro se estrecha mucho pero en el techo a 10 m. se aprecia un estrato arenisco con un tubo de al menos un metro de diámetro.
No nos queda cuerda y casi chapas, así que toca retirada haciendo algunas fotos y mejorando la instalación de algunos pasos.

Bajamos cantando o más bien destrozando diversas melodías que supongo contribuyen a empeorar aún más la imagen que Magin se debe de estar haciendo de nosotros.

Llegamos a los pozos activos y comprobamos con alivio que el nivel del agua no ha subido mucho y que hoy saldremos sin novedad, pero nos equivocamos, ya que a Magin se le cae el puño en la cascada y aunque bajo a buscarlo, no hay manera de verlo entre el fuerte chorro. Por tanto el resto de la sima sube compartiendo puño con Zape que usa de vez en cuando nudos para progresar.

Estamos en el exterior a las 10 de la noche y nos recibe un paisaje espectacular con una niebla húmeda pegada al suelo, entre los arboles, que parece que estamos en la selva de Papua.
Solo queda andar hasta el coche y dado que no llueve ni hace frío estamos contentos camino de Ramales y de una bien merecida cena.

En el pueblo nos despedimos de Magin que supongo siga alucinado de los individuos con los que ha pasado el día..
Han salido 80 metros de topo que no es mucho, pero las espadas siguen el alto en esta larga, larguísima escalada en la que Marta nos impulsa a continuar..

Continuara….

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