jueves, 11 de febrero de 2021

Buscando el ascensor del Carcabón.


 Sierra del Hornijo.

Durante el mes de Noviembre de 2020 he realizado algunas salidas de prospección y exploración, en el macizo del Hornijo, en busca de la deseada entrada superior del Carcabón, que facilite la exploración de esta gran cavidad y nos ayude a dar luz a sus secretos.

Dos de estas actividades han sido en solitario, ya que las cuarentenas han limitado mucho la disponibilidad de los espeleólogos del AER.

La tercera actividad la he realizado con Patrick y Sandrine Degouve con los que estamos trabajando en la exploración de esta cavidad.

Este es el relato telegráfico de estas actividades.

 

 FECHA: 10 del 11 de 2020

Subo desde Ancillo hacia el hoyo Masayo por el camino con idea de localizar antiguas bocas y revisar zonas en blanco en el mapa.

Durante los años 90 pateamos mucho esta zona con incluso algún vivac en la montaña, ya que hay que subir andando desde Ancillo y el camino es largo y complicado.

Se localizaron bastantes bocas,  se marcaron y bajaron, pero no eran tiempos de GPS y sus coordenadas no son exactas, por lo que nunca esta muy claro que zonas están bien revisadas y cuales carecen de cavidades o no están situadas.

Llego a la fuente que mana en la vaguada antes del collado y continúo por el cordal que separa esta zona del Costal de los Cuvillones.

Llego al collado y decido descender al fondo de la gran depresión, que hay al otro lado y que marca el fin de la galería este cueva de la Endia.

En el fondo marco la FR22 que es solo una grieta sin más en unas dolinas con encinas bajas.

Asciendo la ladera norte de la depresión por una canal herbosa hasta un picacho que culmina esta ladera. Sigo una vira de hierba y llego a una profunda dolina con una gran haya. En el borde hay una sima en forma de meandro con un bloque sobre ella y la marco FR23.

Desciendo hacia la cabecera de la depresión que baja hacia el Costal de los Cuvillones y donde hay varias dolinas con arboles.

Es una zona compleja que cuesta recorrer, pero en la que van apareciendo simas, sin marcas ni anclajes.

 

En esta zona marco varias simas FR24, 25, 26, 27, 28 y 29, alguna con buena pinta. Esta claro que esta zona esta virgen. Vuelvo por la ladera norte de cara a Valle y paso cerca de la C8.

 

 

 El terreno es delicado para avanzar por él en solitario y procuro estar muy atento, ya que un accidente en esta zona, casi sin cobertura seria muy difícil de localizarme y recibir ayuda. Además casi se hace de noche, pero conozco bien el terreno y cuando llego al buen camino de vacas, dejo de preocuparme. Llego al coche ya muy oscuro, pero satisfecho de las posibilidades de la zona. 

 

 

FECHA: 28 del 11 de 2020

 De nuevo estoy solo en Ancillo camino del Hoyo, ascendiendo hasta llegar cerca del alto del hoyo Muriel, giro al norte y desciendo por la ladera Este de la gran vaguada con bosque en el fondo que desciende al Noreste. Encuentro algunos agujeros pero todos cegados.

En el collado que conduce a la zona de mi anterior visita, giro y subo revisando la ladera Oeste que tiene muchos agujeros y dolinas. El terreno es complicado y laborioso de recorrer pero voy encontrando alguna sima interesante y también carente de marcas.




 



 

Marco las FR30, 31, 32, 33, 34 y 35.

 

La más interesante es la 31 de unos 25 m. con boca amplia que tiene una pared al sur.

Volviendo hacia el camino del Hoyo y casi llegando hay una amplia zona de hoyos bajo unas grandes paredes, allí marco las FR33, 34 y 35, siendo la más interesante la FR34, con un meandro amplio que precisa bajar 4 m., para llegar a su fondo y ver si sigue tras una curva.

Dejo algunas dolinas pendientes de revisar y vuelvo al camino que va del Hoyo hasta Ancillo, bajando esta vez por la arista, que separa esta especie de meseta del valle de Ancillo.

De nuevo llego tarde al coche y de nuevo con buenas perspectivas. 




FECHA: 30 del 11 de 2020

Hoy por fin encuentro compañeros para atacar el Hornijo y me acompañan Patrick y Sandrine.

Hemos quedado en Vega y con todo el material en mi coche, ascendemos las fuertes pendientes de la pista de Ancillo, hasta le cruce donde se deja el coche ya que la pista no permite seguir.

El objetivo son las simas que he localizado en mis anteriores andanzas y vamos bastante cargados, subiendo con calma, poniéndonos al día de nuestras últimas actividades y cuarentenas.

Bordeamos el hoyo Muriel y en el collado bajamos de nuevo por la ladera Este de la vaguada hasta la zona donde encontré las primeras simas el día 10. Dejo mi mochila y acompaño a los amigos a localizar las bocas mas al sur, y yo revisaré las mas al Norte.

Antes de dividirnos la tarea comemos un poco con horario francés y mientras Patrick ataca las dos simas de esa zona, yo me vuelvo a mirar la FR23, que tras una estrecha entrada con un bloque encima, se abre un poco en un pozo de 10 m. y un resalte que se cierra sin mas a -14 m.







Recojo la impedimenta y desciendo un poco hasta la FR26, que también tiene una pequeña entrada y un corto pozo en forma de diaclasa que no baja más de 8 m.

 

Me dirijo hacia la siguiente sima y Sandrine me informa que las de Patrick se han terminado y que siguen prospectando.

Localizo la FR27 que tiene buena pinta, con una boca de más de 2 m. de diámetro que baja en rampa. Equipo la cabecera y desciendo hasta un resalte donde fracciono y bajo otro 6 m.. El pozo es complejo, con varios desfondes que se unen en una salita, que a su vez tiene una ventana con un nuevo pozo. Equipar la ventana es trabajoso y cuando lo consigo, bajo un amplio pero corto pozo que se cierra sin aportar nada más.

La sima baja en total 15 m. .Subo haciendo la topo.

Queda por bajar otra sima cercana donde me reúno con Patrick, que ha localizado dos simas más que no continúan, FR40 y 41.



 

Equipo la cabecera de la FR29 en forma de meandro, pero que solo baja 6 m. sin mas interés.

 


Cuando salgo, la tarde ha caído y aun nos queda un largo camino de vuelta, por la misma ruta del día 10 y con algo de niebla. Llegamos a la zona de la C8, donde hemos decidido dejar un nido de material para reequipar esta cavidad, que tiene una corriente de aire que nos hace concebir alguna esperanza y nos garantiza un duro trabajo de desobstrucción.

 

Terminado el zulo subimos al collado que nos lleva a Ancillo y buscamos por donde bajar un resalte rocoso, cosa que conseguimos tras alguna vuelta y un destrepe.

De nuevo en el camino y con la noche encima nos dirigimos al coche, donde llegamos cansados y yo al menos un poco frustrado con las simas, que como casi siempre se han negado a dejarnos bajar a las profundidades del macizo.

Nuevas cuarentenas, lluvias y nieve nos mantendrán lejos de esta zona durante una temporada, pero volveremos..

 

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