lunes, 4 de abril de 2016

Celebrando el Día del Padre (19 y 20/03/16)



Me levanto temprano pues he quedado con el resto de la tropa para ir a estrenar el nuevo vivac de Rubicera. Aparecemos por allí Wychy, Cristóbal, Cardín, Zape, Moisés y yo. Qué mejor forma de celebrar el Día del Padre para varios de ellos que salir escopetado de casa y prescindir de las mieles de la paternidad...

Antes de salir el Führer (que se va a la charla geológica de Daniel Ballesteros) se pasa por el local para impartir las directrices convenientes (no se fía nada de nosotros, porqué será. Marta nos acompaña hasta los Collados, pues va a seguir su rehabilitación con un paseíllo por la nieve (nada de cuevas por ahora, suertuda...).

El día acompaña en el paseo hacia la boca, donde nos cambiamos sin mucha prisa (hoy no hace frío). Después, para dentro. Tomamos el sendero de la travesía, por el que vamos hasta llegar al río, que baja con cierta crecida (nada preocupante, lo suficiente para "ambientar").


Abandonamos éste por una cuerda remontante que nos deja en una bella galería explorada por la SEII y, tras bajar otro pozo, llegamos a los "Mares de China". Otro pozo más, una arrastrada entre bloques, y llegamos al hogar, dulce hogar.




Aprovechamos para comer y cargar agua (menuda instalación de fontanería se curraron los muchachos). Un café para seguir on-line, y nos dividimos. Moisés, Wychy y Cardín continuarán la instalación del Río Totxe, si es que la crecida lo permite. Cristóbal, Zape y yo vamos a instalar el P.40 que nos permitirá acceder a la Sala de la Momia Verde y, si nos da tiempo, trataremos de revisar y desobstruir algunas de las estrecheces pendientes.

Así que vamos para allá, aprovechando para balizar las zonas un tanto caóticas de bloques. Revisamos algunas estrecheces y pasos entre bloques sin éxito ninguno, y llegamos al P.40. Mientras Cristóbal instala, aprovecho para desobstruir un paso que nos permitirá evitar un paso entre bloques un tanto inestable. En una zona gaterosa encuentro un meandro desfondado que queda pendiente (probablemente también dé a la Sala de la Momia Verde), y una gatera con notable corriente de aire que recorro unos cuantos metros antes de volver con los demás (queda pendiente).

Cristóbal ya ha instalado el pozo (con un fraccionamiento bastante aéreo y un par de bloques de los de no mirar). Ya en la sala, tratamos de desobstruir una gatera con bloque en medio; Cristóbal se pone a ello y logra pasar por los pelos. Zape se dedica a revisar unas trepadas, y yo a fotografiar bichos muertos varios, y a atascarme en otro estrechez. Debido a la falta de material, dejamos las demás estrecheces pendientes para otro día, y retornamos al vivac, a donde llegamos a eso de las diez de la noche.

Cenamos tranquilamente, a la espera de los demás. Como no llegan, optamos por meternos al saco, y poner la alarma a la una y media de la madrugada, por si no hubieran regresado para esa hora (la crecida ha aumentado, y nunca se sabe...). El vivac más cómodo que los anteriores (lo que no es mucho decir), y una dormidina lo hace aún más acogedor. Cuesta conciliar el sueño y, justo cuando comienzo a adormecerme, llegan los demás, cerca de la una de la madrugada. 

Las otras tres joyas se han pegado un buen tute instalando el Río Totxe aunque, curiosamente, por el ramal que han bajado no circula el grueso de la crecida que observamos en la cascada (¿?). Han cortado diversas galerías, revisando la mayoría de ellas, que se acaban cerrando o bien retornan al meandro principal. Finalmente, han llegado al nivel del río que circula debajo de la Galería de la Espeleogénesis, a la altura de lo que topografiamos Pedro, Cardín y yo hace ya dos años. Faltaría, por tanto, continuar aguas abajo por un estrecho laminador (mejor en verano...).




 




Agradecemos la llegada de los compañeros, sobre todo por el calor humano que comportan (no tanto por el olor ni los ronquidos, pero todo no se puede tener...). Ni dios hace caso al despertador cuando suena a las seis y pico de la mañana, y sólo la amenaza de quedarnos sin sobaos hace que nos desperecemos. Un buen sobao  "El Macho" por cabeza, y el mundo se ve de otra manera (también ayuda cambiar la batería). El Rubio descubre que las propiedades de la cafeína también son notables cuando, en lugar de ingerirlo, algún torpe te lo tira encima hirviendo...




Tomamos el camino de vuelta para el exterior, más largo que el del anterior vivac. El río ha bajado un poco el nivel, y aprovechamos para grabar unas tomas de video, que son un desastre tanto por la incompetencia técnica-artística del cámara, como por las nulas dotes de posado de los modelos. Ya en la calle, el día acompaña, y vamos raudos hacia los coches, donde nos esperan Cristina y Marta con tortillas y cervezas...que no son sino el preámbulo de una buena comida en el Coventosa, donde nos encontraremos con Gelo, Alba y Dani.

En resumen, unos 350 metros más topografiados (más varias decenas pendientes de topografiar), lo que nos permite superar los 138 kilómetros en el Sistema del Mortillano. Como viene siendo la tónica del último año, nada muy prometedor, pero cuesta cerrar definitivamente cualquier sector.


miércoles, 16 de marzo de 2016

Ratoneando en Rubicera.

Sabado 12 de Marzo de 2016.


Durante la semana nos cruzamos mensajes intentando consensuar una actividad de vivac para el fin de semana, pero la situación de los ríos que hay que cruzar y explorar no es muy adecuada y parte de los exploradores tienen que pasar previamente por al antiguo vivac a recoger sus sacos y demás.
Finalmente solo estamos tres comensales a la barra de Margari para tomar el café camino de Rubicera, Zape, Moi y yo, que hemos decidido hacer una salida de día para recuperar el material del antiguo vivac y terminar algunas escaladas y travesías, que se han dejado pendientes en los primeros tramos de las galerías de Rubiceranew.
Llegamos al boca sobre las 11:30 sudados pero no mojados y con la nieve en las laderas de enfrente. Para las 12:00 estamos entrando y recorremos el hiperconocido camino con la guinda del paso de los bloques para calentar la espalda.

Llegamos al primer objetico del día, una dura escalada por una pared extraplomada de 10 m., que Zape comienza mientras


Moi se va en busca de los sacos hasta el viejo vivac.
La escalada se culmina pronto pero el resultado es decepcionante y el supuesto tubo no es más que una oquedad en el techo de la gran galería.

Zape realiza varios ejercicios gimnásticos para desmontar la escalada, mientras Moi regresa muy cargado con varios sacos y bolsas de ropa radioactiva de Wichi.
Nos encaminamos al segundo punto de revisión en un meandro oculto bajo los bloques del cañón y en el que dejaron pendiente una travesía al otro lado de un pozo.
Entramos en el meandro que no conocía y que es amplio y de bonita factura .El pozo chimenea trae mucha agua, pero no me da problema para instalar un anclaje y pasar al  otro lado, donde el amplio hueco con buena pinta también resulta un fiasco, no siendo más que eso, una oquedad sin continuación.


De Salida del meandro, Moi instala un pozo que pensamos conduce al nivel inferior del cañón ya conocido y efectivamente es así, por lo que desequipa y nos vamos hacia la calle.



Pero para Zape una excursión tan corta no es bastante, así que al bajar el pozo de unión se fija en un nivel de bloques que hay a media altura. Se sale de la cuerda y avanza por los bloques haciendo alguna escalada más que delicada. Nos grita y dice que se puede avanzar a esa altura , pero baja y llegamos a nuestro depósito de material, donde lo pensamos y como nos da miedo decirle a Cristobal que hemos salido tan pronto, decidimos volver a subir y revisara el nivel, aunque pensamos que nos llevará a zonas ya exploradas por la SEII.
Remontamos la cuerda y esta vez asegurado con cuerda, Zape alcanza su punta de exploración, seguido por nosotros dos, que alucinamos con la escalada y destrepe expuestos que ha realizado el orangután de Castro.
Se instala un salto de unos 6 m. y un suelo de bloques lleno de agujeros que conducen al fondo del meandro se ve cortado por un agujero más amplio, donde vemos spit de la SEII. De todas formas cruzamos y subimos una rampa de bloques que nos conduce a las galerías laberínticas de donde parte la gatera de Merinuco.
Volvemos desequipando y esta vez cumplido el horario de trabajo, nos vamos para la calle donde llegamos sobre las 20:00.
Paseo nocturno por las cornisas y llegamos al coche cuando el frío empieza a aumentar, por lo que nos apresuramos en busca de un bar y de los amigos que han pasado un bonito día en la nieve en lugar de un agujero infecto como nosotros… Como diría “alguien”, es que sois “Bobos” o “muy bobos”.
 

lunes, 25 de enero de 2016

La Maza, siguiendo el río - La gran Migración capitulo II

Domingo 03-01-2016



Wichi por fin tiene un día libre y queda con Cardin y Ruben del Transmiera para ir a la Maza, con idea de remontar el rio que llega por el estrato arenisco de Rueñes.
En la última visita de Cardin a esa zona, remontó unos 200 m. y lo dejó en una alta chimenea en la que para seguir el río se precisaba una escalada.
El tiempo da algo de lluvia, pero también viento, por lo que como ocurre este invierno en Cantabria, no está nada claro.




Bajan los incomodos pozos y meandros de la sima y al llegar al laminador del río comprueban que está bien para pasar, por lo que siguen avanzando hacia las nuevas galerías con sus meandros desfondados y la gran galería de bloques, que en su fondo permite acceder al río sobre un grueso estrato de areniscas.










Un delicado paso lateral permite subir a lo alto del estrato y comenzar a reptar sobre la muy deslizante arenisca. Sobre sus cabezas un meandro excavado sobre la caliza, zigzaguea formando la tipia estructura de T invertida.

Suben topografiando y arrastrándose penosamente en algunos tramos, hasta llegar a la gran sala chimenea, con más de 60 m. de altura y por la que caen dos pequeños aportes.
Enfrente un muro de arenisca por la que cae el agua, obliga a escalar, para seguir el río, pero la roca es muy mala y deciden subir por un lateral buscando el meandro de caliza para luego desde el meandro bajar al río.
Completan la escalada pero ni la batería ni el tiempo les da para más, por lo que se retiran, dejándose resbalar por el suelo de arenisca.
Inician el ascenso al exterior, donde el resto andamos un poco mosqueados con lo que está lloviendo en Ramales y pensando en el laminador con río que tienen que recorrer.

Sobre las 00:00 dan señales de vida y por lo visto o en Soba no ha llovido tanto o no ha afectado al nivel del agua, ya que el laminador no les ha dado ningún problema.


Han topografiado 390 m. de río y las opciones siguen abiertas en esta zona.

 Sabado 16-01-2016
El pronóstico del tiempo es malo , da nieve a 500 y dado que parece que solo estamos Zape y yo para desperdiciar nuestra vida en una cueva, quedamos para ir al Mortero a terminar alguna escalada pendiente.
Pero he te aquí que por la mañana nos está esperando el Cañetero, con la cafetera del vivac en la mano, lo que no nos deja más alternativa que cambiar los planes y dirigirnos a Rubicera para mover el vivac a la nueva ubicación en el río Toxe.
Tras el café de rigor en el bar de Margari subimos al aparcamiento donde hacemos algunos “experimentos”, con el material de desobstrucción, que perturban la paz de los caballos de la zona.
Tomamos el camino de Rubicera con restos de nieve por la yerba pero afortunadamente sin más inconvenientes.

Tras el ritual de cambio de armadura y demás, entramos en la cueva con animadas charlas sobre lo divino y lo humano, interrumpidas por la estrechez de Rubicera e intentando no mojarnos por el agua que baja entre los bloques.
Una hora y media después llegamos la viejo vivac y tras tomar un café, iniciamos el desmontaje, cargando las sacas con nuestros sacos, esterillas, tienda, hornillo y cacharos de cocina, por lo que subimos bien cargados hacia la zona de la travesía.
Comemos algo y descendemos por las galerías camino del río, que no tenemos muy claro si con su caudal permitirá el paso sin mojarnos. Afortunadamente las instalaciones de vadeo que hicimos el último día nos permiten evitar la mojadura, salvo mi pie derecho pues descubro que la bota tienen un buen agujero, por el que entra el agua.
Accedemos a las galerías de la SEII, y continuamos avanzando por esta impresionante red hasta llegar a la gran sala, en cuyo fondo una gatera de piedras sueltas, en la que se enganchan las sacas, nos deja en las galerías de Los Mares de China y en la cabecera del pozo de la Escalada de los Andaluces.
Más adelante otras incomodas gateras de piedras complican un poco el avance con las pesadas sacas, pero son cortas y salimos a las buenas galerías que pronto nos dejan en el río Toxe, que se muestra escandaloso con bastante agua cayendo por las cascadas.

Iniciamos los trabajos de explanación para montar la tienda, contando con la Zapeexcavadora cubrimos el suelo con plástico y alguna de las esterillas que hemos porteado.

 Aprovechando una piedra montamos una mesa y varios asientos de piedras, dejando un cómodo comedor, que rodeamos con un plástico para quitarnos el aire.



Es el vivac mas cómodo que hemos montado nunca, no sé si somos más sabios o más viejos, probablemente un poco de las dos cosas.
 
Terminada la obra, iniciamos el camino de vuelta afortunadamente ligeros de equipaje , aún así nos llevará tres horas llegar al exterior con alguna pequeña parada para revisar alguna ventana y comer algo.






Son las 22:00 y aun nos queda una hora de pateo por las rampas herbosas para llegar al coche, donde tras cambiarnos tomamos la ruta hacia el bar de Margari donde esperamos poder cenar algo e hidratarnos coco cosacos..