Torca de La Calera, 20-05-2023
Estamos algo perezosos y el viernes nos acostamos tarde, así que buscamos una actividad tranquila para el sábado, por tanto la opción evidente es ir al Moro a la Torca de La canal.
Quedamos los castreños, Cristóbal y Ángel a las 10:00 y pasamos por el Willy para un cafetito, antes de subir a Zorrocillas donde dejamos el coche, cargamos las mochilas y salimos hacia el monte.
El camino esta embarrado y los espinos han recuperado sus derechos con un gran crecimiento primaveral, por lo que nos arañan cuando cruzamos entre ellos.
Una vez en la boca y equipados entramos en el agujero sobre las 12:00, recogemos el material en la base del pasamanos de llegada a la galería del Reencuentro y subimos hasta la cabecera del largo pozo que esta pendiente en lo alto de esta galería. Este objetivo descubierto hace tiempo lo hemos postergado, ya que lo más probable es que nos conduzca a la galería del Rabu de Satanás, situada unos 70 m. mas abajo pero muy cerca en planta.
En esta cueva llevamos ya varias conexiones entre los distintos niveles que la forman, por lo que no somos muy optimistas en este caso, el sondeo del pozo dio bastante profundidad así que la conexión se antoja muy probable.
En la cabecera decidimos comer algo aunque es pronto y hemos desayunado tarde, pero en las exploraciones siempre es mejor aprovechar las oportunidades para comer, que luego nunca se sabe. Terminado el ágape, Marta toma los mandos del taladro, hijo predilecto de Zape, que no puede evitar montar los dos primeros anclajes, antes de despedirse de su retoño, además hoy queremos probar unos Multi de 8mm.
Tras una corta rampa Marta se asoma al pozo que es de amplias dimensiones, pero de mala roca por lo menos en la superficie cubierta de costras. Por lo menos los multi son los anclajes ideales para esta roca blanda.
Así vamos bajando poco a poco uno tras otro, yo voy el último con la topo y veo a Marta bastante más abajo, tratando de encontrar buena roca y con dificultades para poder apretar los gordos multi de 8mm.
El pozo se va haciendo cada vez mas grande y al oeste parece que llega una galería o ancho meandro que desemboca a mitad el pozo. También cruzamos un estrato horizontal con rellenos que parece mostrar algunas continuaciones pequeñas en ambos extremos.
Por fin alcanzamos el fondo del pozo, casi sin cuerdas ya que hemos bajado 75 m., bastante más de lo esperado. De frente arranca un alto meandro que abordamos con esperanza, aunque pronto se estrecha y hay que equipar un resalte de 7 m. con nuestra última cuerda, para seguir solo un poco más hasta que el meandro se estrecha mucho. Marta sube en oposición a un nivel superior, pero solo puede avanzar hacia atrás y llegar a la cabecera del pocete. Zape se cuela en la parte baja del meandro por donde llega algo de aire, pero es demasiado estrecho, mas adelante se intuye un poco más de tamaño, tal vez se puede desobstruir y avanzar algo, veremos.
Damos la vuelta y comenzamos a ascender, mirando con los focos las posibles continuaciones de este pozo de Los Supercatañones, como hemos decidido bautizarlo, no se si me tengo que dar por aludido, pero el pozo no ha sido nada tacaño con nosotros y nos ha ofrecido una bonita exploración y nuevas incógnitas con las que jugar, en este laberinto que es la Torca de La Calera.
La subida al exterior es rápida, sobre todo para los andaluces que les da un ataque de vigorexia y salen como motos. Yo como soy diésel llego un poco mas tarde, pero aun son las 18:00 así que disfrutamos de una cálida tarde y de nuevo un paseo espinoso hasta el coche.
Como no es habitual salir tan pronto de las entrañas de la tierra, estamos un poco descolocados, pero nos adaptamos rápido y hacemos una ronda de cervezas por el pueblo para terminar cenando en el Ronqui, lo que siempre es un buen punto final para esta historia.
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