08 de Noviembre de 2023
Por desgracia no es la primera vez que en este blog, tenemos que despedir a un amigo que nos ha dejado, pero eso no lo hace mas fácil, ni menos triste y doloroso.
Jesús Olarra Pértica, se ha ido de este mundo que en los últimos años tan mal se portó con él y que le golpeo una y otra vez hasta quitarle la ilusión de luchar.
Nos hemos quedado sin un gran amigo, una persona singular de las que te dejan rastro toda tu vida, de las que echas de menos en cualquier reunión o actividad, por que Jésus era muchas cosas, pero sobre todo era un gran “Contador de historias“. Su vida que aprovechó al máximo, estaba llena de anécdotas y experiencias, pero él sabia contarlas de una forma genial, que hacia que aunque te hubiera contado la misma historia varias veces, siguieras riendo y disfrutando de ella como si fuera la primera vez.
Mi relación con él empezó hace muchos años, cuando contempló como unos jóvenes inexpertos y con pésimo material repetíamos una de sus vías clásicas en la pared del Eco de Ramales, supongo que le dimos pena y nos adoptó.
Así se inició una relación en la que nos llevó a escalar vías singulares de la época y nos inculco su amor por las grandes paredes. Con él hicimos vías míticas como la Rabada en la Oeste del Naranjo y otras vías clásicas en la Este de esta montaña, la sur del Midi de Ossau o en Riglos.
Yo tuve la oportunidad de hacer con él, un viaje mágico a Yosemite, lugar que siempre le apasionó y al que hizo varios viajes y escaló grandes vías. Bajo esas enormes paredes de más de mil metros, me habló con pasión de cada paso y fisura que en su cabeza se almacenaban como si fuera un gran ordenador.
Aunque uno de sus males, como eran los cólicos de riñón nos impidió hacer grandes vías, para mi fue un viaje inolvidable que disfrute cada minuto. Su pelea en calzoncillos con un mapache, para impedir que nos robara la mochila de la comida, en un vivac al pie de una pared estará siempre en mi memoria.
Un verano decidimos abrir juntos una nueva vía en la pared del Eco, es uno de mis mejores recuerdos de escalada. Escalábamos todas las mañanas hasta que el sol apretaba y luego bajábamos al pueblo a tomar unas cañas y charlar. A la mañana siguiente volvíamos a subir y avanzar un poco más en una vía, técnica y delicada de la que nos sentimos muy orgullosos, por supuesto se llamó “Mañanas de Verano”.
Nosotros también conseguimos inculcarle el virus de la exploración de cuevas, a lo que se volcó con la ilusión que ponía en todas sus actividades. Participó con nosotros en todas las exploraciones que convirtieron el sistema del Mortillano en uno de los grandes de España.
Disfrutando de las pequeñas alegrías que tiene el explorador de cuevas, como cuando encontró una pequeña ventana en la sima del Chapeau, que nos condujo a nuevos pozos, por donde conseguimos unir la sima con el sistema de Cellagua. Él siempre recordaría en sus historias la “ventana del Chapeau”.
Su presencia en las exploraciones, vivac o en el campamento de Fuente Fría, era garantía de que lo pasaríamos bien con sus cuentos, chistes y bromas.
Las operaciones de rescate también contaron con tu esfuerzo, experiencia y solidaridad.
Los últimos años en que su salud le apartó de estas actividades, se hicieron muy largas para nosotros, que aunque le insistimos y estimulamos por puro egoísmo para que nos acompañara, no pudimos contar con su presencia.
Joer Jésus por que te has ido tan pronto, esto ya nunca será lo mismo, siempre tuvimos la esperanza de volver a tenerte aunque sea en las cenas y campamentos. Joer Jésus, joer, la rabia, la impotencia y una tristeza infinita es lo que nos queda ahora.
Luego tendremos que digerir tu perdida y centrarnos en lo que nos has dejado, recordar los momentos, las risas, las manías que te hacían pasar horas ordenando el material o cualquier otra cosa a tu alrededor, pero hasta eso me hacia reír, con que gracia lo hacías “espera un poco..”
Joer Jésus, no te tenias que haber ido, tal vez no te escuché lo bastante, no te ayudé lo suficiente, no me lo tengas en cuenta, ya se que nunca fuiste de reproches…
Adiós Jésus te quiero mucho amigo, compañero de cordada, camarada, confidente..
Solo me queda tu recuerdo, pero afortunadamente es muy muy extenso, y cada vez que vaya al monte, vea la pared del Eco o esté en Fuente Fría, nada podrá evitar que me acuerde de ti, seguirás vivo en m memoria, hasta que yo también deje este perro mundo que te ha maltratado.
Aunque no soy creyente, si existe eso del Cielo, para ti será una hamaca colgada en una gran pared con una larga fisura sobre ella, en la que disfrutar para siempre metiendo cacharros.. Disfruta mucho…
Joer Jésus….
Lo siento, compañeros...
ResponderEliminarMe acabo de enterar, lo siento mucho
ResponderEliminarQue en paz descanse.se le veía un gran tipo. Ánimo!!
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