miércoles, 6 de marzo de 2013

Travesía Acebo-Rubicera/Mortero 2 de 4


2.- Descripción de la travesía:
Una rampa de yerba con fuerte pendiente permite llegar al fondo del primer salto de la sima, en su fondo entre bloques y en la pared izquierda esta la instalación del primer rappel de 12 metros.Video1 y 2.
 
Un segundo rappel de 11 m. nos deja en un suelo de piedras que da paso a un pasamanos equipado con dos cuerdas, un primer tramo horizontal y otro vertical, seguido de nuevo de otro horizontal, permiten llegar a la instalación del siguiente rappel, instalado con una cadena.
Este descenso uno de los mas largos de la travesía con 30 metros, tiene un desviador a los 10 metros que nos permite desviarnos del lado mas estrecho de los pozos. El tramo final en rampa nos deja en la siguiente reunión en una zona mas reducida. Rappel de 13 m. y llegamos a un embudo de piedras sueltas, que se cuelan por una pequeña gatera equipada en pasamanos con una cuerda muy gruesa que asegura su integridad. Video3.

Para atravesar este paso es necesario sincronizarse, con los espeleólogos que nos precedan, ya que las piedras que arrastremos caen por un pozo doble que está a continuación. Aunque caen por el pozo que no se desciende, en su fondo confluyen y hay que asegurar que nadie se encuentra en el fondo cuando se pase por el embudo.

Como se ha indicado después del pasamanos del embudo se llega a un pozo doble, instalado en el lado derecho con una cadena. Es un rappel largo de 26 metros. En el fondo una rampa de piedras conduce a otro salto corto, pero lo hacemos por una ventana a la derecha, en lugar de directamente. Es un rappel de 9 metros, que nos deja en el punto de unión de los dos pozos (este es el lugar donde no debemos estar cuando alguien cruce el embudo).

Entramos en un meandro corto y desfondado, equipado con un pasamanos (Video4) y que tras una rampa, nos deja en la siguiente cabecera. Se trata de un pozo rampa en forma de diaclasa, con 15 metros de longitud.

En un cambio de pendiente de la rampa está la siguiente instalación, que permite bajar otros 13 metros hasta un suelo pedregoso, donde trepamos a una ventana estrecha que es la cabecera del siguiente obstáculo. Video5.


Cuesta pasar esta estrecha ventana, que sale a un gran pozo que mide 23 metros pero que se encuentra instalado en dos rappel de  9 y 14 metros por los posibles problemas de recuperación de la cuerda. Video6.

El fondo del pozo da paso a un meandro rampa que se destrepa sin problemas, hasta la cabecera del siguiente salto de 11 metros que empieza en rampa y luego vertical. Estamos en un claro meandro que se retuerce y desfonda sobre la oscuridad. Utilizamos la cuerda para llegar a la siguiente reunión, que nos permite bajar el último salto de esta línea de pozos. Bajando los 14 metros que tiene, salimos en medio de una inmensa sala de mas de 100 metros de larga y 40 de anchura. Video7.
Estamos en las cota – 180 y el ruido de un arroyo que llega junto a la cuerda y se pierde hacia el fondo de la sala nos acompaña. Se continúa hacia el fondo de la sala dejando el arroyo a la izquierda y continuando hacia un conjunto de estalagmitas de gran tamaño. Estamos bordeando un enorme abismo de más de 60 metros de diámetro que engloba dos grandes pozos de 250 y 200 metros. Pasando entre las grandes formaciones una cuerda asegura un paso de colada resbaladiza y nos conduce a una cuerda ascendente de 7 m., que nos permite llegar a un meandro colgado en el techo de la sala. Video8.
 

Estamos en la galería Fuente Fria, con las dimensiones de una galería de mina y suelo arenoso; termina pronto y tiene a ras de suelo una ventana equipada con pasamanos. Video9.

Atravesada la ventana estamos en un gran pozo chimenea de más de 10 metros de diámetro y muy concrecionado y ventilado. El fondo se encuentra a 10 metros y frente a la cuerda una galería de dimensiones medias  concrecionada y arenosa va haciendo giros hasta llegar a un tapón de colada, que solo tienen una estrecha gatera como paso; es la galería del Clotoris. Video10.


La gatera avanza 2 metros horizontales y luego cae 1,5 metros en vertical, para de nuevo avanzar 3 metros en horizontal. Es el paso del Clotoris, y aunque no es muy estrecho, sí es incómodo de pasar si se es alto. La salida entre coladas muestra una gran oquedad con ruido de agua.Video11

Hay que bajar 15 m. Pozo del espeleolirón y aterrizar entre grandes formaciones, en forma de puerta, que una vez atravesada, nos dejan en una bonita sala con el suelo de charcos y un fuerte goteo que cae del techo y algunos aportes que llegan de estrechos meandros. Video12.


La continuación es de nuevo por una galería de tipo mina con el agua circulando por el fondo de colada blanca, MUY MUY resbaladiza. Un giro a la izquierda con un destrepe de 3 metros equipado con una cuerda fija, da paso a una galería de mayor tamaño, que tiene zonas de 15 metros de anchura y 6 metros de altura, cubierta en su zona central de coladas blancas por las que circula el agua formando cortinas. Hay formaciones en los recodos y mucho material de derrubios, sobre los que se ha escavado esta zona. Galería AER. Video13.

Llegar hasta aquí desde la base de los pozos puede llevar 50 minutos, pero ahora el avance es rápido y cómodo, teniendo cuidado con el suelo muy resbaladizo y lo quebradizo de los materiales de relleno, pero la belleza de la galería y de su curso activo la hacen muy interesante. Video14.

Travesía Acebo-Rubicera/Mortero 3 de 4


Una cuerda nos ayuda a bajar una rampa y poco después otra permite supera una trepada sobre los derrubios. Llegamos a un punto donde la galería se tapona por formaciones y coladas, y nos vemos obligados a gatear algunos metros junto al agua que cae por un resalte de 6 metros (se puede destrepar por la derecha). En el fondo un bonito gours de 4 metros de diámetro recibe el agua del río, que continua de nuevo por la sala para luego entrar en otra gatera baja y que de nuevo conduce a un salto de 4 metros, esta vez equipado con una cuerda y un desviador. Video15


 y video 16


Este salto, un poco regado si el río está alto, también cae sobre otro gours similar al anterior, que con las coladas blancas del resalte le confieren belleza al lugar. Video17


Tras una curva llegamos un profundo gours y una rampa de 6 metros equipada con cuerda. Continúa el descenso por una galería amplia con la ya habitual capa de colada blanca (Video18); después de una curva entramos por un pórtico y el suelo desaparece en un pozo de 5 metros.


Pero aquí se abandona el curso activo por el momento, ya que el agua baja hasta un sifón. La ruta precisa hacer un péndulo instalado en fijo, para llegar a una galería fósil al otro lado del pozo; seguimos esta galería de grandes dimensiones con bastantes formaciones y goteos (habremos empleado otros 50 minutos en llegar aquí) .Video19


Una rampa resbaladiza desciende bastante hasta un aporte que llega por la izquierda de un meandro y se pierde bajo bloques que forman el suelo de la galería siempre descendente en rampas o resaltes de bloques. Llegamos a una salita con el suelo más o menos llano donde se montó un vivac durante la exploración; para seguir hay que destrepar un resalte entre escombros y continuar por una galería de menor tamaño con otro destrepe.

Este sector en general es de un tamaño de galería de mina con la habitual roca arenisca en finos estratos cortados por el agua y algún paso entre delicados bloques. Galería de los “Mineros borrachos”.Video20

De pronto la galería parece cerrase, pero es posible continuar arrastrándose por un laminador de 5 metros bastante bajo pero ancho, que es necesario atravesar primero hacia la derecha y luego hacia abajo, buscando las partes más altas que permiten pasar este “Laminador Anoréxico”. Video21


Enseguida llegamos a un cruce donde por la derecha volvemos a encontrar el río y seguimos con él, esquivando profundos gours con estrechas y frágiles cornisas. El río vuelve a dejarnos, perdiéndose en un agujero y siguiendo una ruta activa que fue explorada en su momento, a través de laminadores y estrechos meandros en caliza muy pura.
La ruta deja el río (Video22) y continúa de frente por una gatera de arena y un meandro de paredes labradas por los golpes de gubia que confieren belleza y singularidad a este sector, que denominamos “Galería de la Gubia”. Más adelante se abre al llegar a estratos de areniscas escalonados. Video23



Esta galería queda cortada bruscamente por un gran pozo de más de 20 metros de diámetro y 30 metros de profundidad al que se accede con un corto pasamanos, por un tubo excavado en la caliza.Video24


Este pozo de  los “Morlokcs”, es de singular belleza, aunque bajo el estrato de arenisca de la cabecera hay algunas piedras sueltas por lo que es aconsejable que las personas que se encuentran en sus base se retiren del fondo. Se precisan unas 3 horas para llegar aquí desde la base de la sima del Acebo. En la base del pozo unas rampas de colada conducen a un meandro, con el suelo a menudo cubierto de colada y con algún bucle que puede despistar. Pequeños gours y formaciones le confieren encanto, pero poco a poco se va estrechando y llega un momento que no es posible seguir a ese nivel. Es necesario ascender por una cuerda 10 metros bastante estrechos y tener cuidado con las lajas medio sueltas que tiene la pared del meandro. (Video25)

Un pasamanos libra el tramo final del meandro y seguimos por este hasta la cabecera de un pozo de 25 metros con un desviador a los 5 metros que reduce el roce de las cuerdas de doble.Video26

En el fondo de este pozo del “Capitan Vinazo”, no se debe bajar hasta el fondo, si no quedarnos en una repisa que hay 3 metros más arriba y que hace más fácil recuperar las cuerdas y continuar bajando por un corto meandro desfondado que nos deja en una sala de suelo arenoso y techo plano “La playa”.Video27

Oímos el río de la vía activa que baja por unos resaltes y se pierde bajo la sala. Para continuar gateamos por la sala primero sobre arena y luego sobre piedras, pegados a la pared derecha (Video28) y tras bordear un pocete, se debe trepar un resalte saliéndonos por la derecha del laminador y alcanzar un corto y estrecho meandro, sobre todo su tramo final, que conduce a un pozo de 7 m. equipado con cuerda fija.Video29


Bajando el pozo , de nuevo nos introducimos en una laminador cada vez con más pendiente e inclinado hacia la derecha. En realidad es una gran fractura de la roca, que aparece muy desconchada. Este tramo tienen unos 50 metros y lo más adecuado es bajar por la derecha en el lado más bajo de la fisura, aunque algunos hitos van más al centro. Al fondo de este laminador los bloques cierran el paso y es necesario buscar una gatera a la izquierda, (paso de los “Bufidos”).
Esta gatera es uno de los pasos mas complicados y selectivos de la travesía , a pesar de ser muy corto. Primero se avanza un metro en horizontal y hay que colarse por un estrecho agujero vertical de un metro, para de nuevo arrastrarse en horizontal durante 2 metros bastante estrechos con piedras sueltas. Pasado este punto se llega a un pasamanos y pozo de 15 metros instalado en fijo con un fraccionamiento. En el fondo oímos de nuevo el río al que nos dirigimos alcanzando un estrato de areniscas .Video 30


Travesía Acebo-Rubicera/Mortero 4 de 4


Estamos en la galería de Cardín, que como decimos es un estrato de arenisca inclinado hacia la izquierda, por donde corre el agua y que por su poca altura obliga a arrastrase. Los primeros 100 metros son bastante bajos y en algunos pasos puntuales es obligado pasar por el agua, lo que hace que se termine casi completamente mojado y en general precise buscar arriba y debajo del laminador , las zonas mas anchas para pasar. Los últimos 200 metros de los 300 que tienen estas galerías, son más amables y en general se gatea o anda, con bastantes y bonitos gours que se bordean. Video31


Para salir de esta galería debemos buscar en el techo un meandro fósil balizado por un reflectante y tras un corto tramo reptando por él , salimos de una ventana a una galería alta que tomamos hacia la derecha descendiendo. Este sector precisa unos 50 minutos para completarlo.

Estamos ya en las galerías de Rubicera y el avance es delicado sobre aristas de bloques y pequeñas trepadas, el río se oye en el fondo y en ese punto se unen el río del Acebo con el río de la Teta camino del Mortero. Pronto llegamos a un cruce con una galería más amplia de grandes bloques, que tomamos hacia la izquierda con delicados equilibrios sobre las aristas de los bloques. El río se oye bajar por debajo de los bloques y nos mantenemos en el lado izquierdo de la galería, que se ensancha y divide en dos. Una zona a la derecha desciende hacia el río y es posible seguir por allí hacia el Mortero, pero mejor continuamos por la izquierda hasta llegar a un cruce, señalizado con una tartera y un libro de visitas. Recomendamos anotar la visita, al menos como ayuda a posibles equipos de socorro, que deban localizar a grupos desaparecidos.
En este punto, a la izquierda, una galería colgada de unos 3 metros, nos llevará hacia Rubicera y si continuamos de frente, una cuerda descendente conduce al Mortero. Para ello en la base de la cuerda, tomamos a la derecha (en el sentido del avance) y rápidamente un destrepe de 2 metros nos acerca al río y a la ruta que se mencionó antes. Tomando del resalte hacia la izquierda y siguiendo el sonido del agua buscaremos la bajada al río de la travesía de Rubicera balizada y con una cuerda. Quedan 5 ó 6 horas de actividad para salir por el Mortero.

Si por el contrario se pretende continuar hacia Rubicera, como se ha indicado a la altura del libro de visitas, se trepa a la galería colgada de 3x4 metro y se avanza por ella unas decenas de metros hasta un cruce, que tomamos a la izquierda (galería del Chocolate), por la que se asciende hasta la base del pozo de Chocolate.
Desde el libro de visita tenemos unas 2 horas hasta la boca de Rubicera, pero siempre hay que contar con que el pozo del chocolate esté instalado y con la cuerda en buen estado, por lo que es aconsejable contactar con algún grupo que haya realizado la travesía desde Rubicera en épocas cercanas, y que nos dé idea del estado de este pozo.

Los tiempos de ejecución de la travesía pueden variar mucho dependiendo del número de personas y su rapidez en las cuerdas y galerías, pero para dar una idea podemos estimar los siguientes tiempos medios:
Subida a boca del Acebo desde Entremazos: 1:15 minutos
Bajada de pozos del Acebo hasta la sala: 2 horas
Galerias de Acebo hasta cruce con Rubicera: 5 horas.
Salida por Rubicera: 2 horas.
Regreso desde Rubicera al coche: 1 hora.
Salida por el Mortero: 3 ó 4 horas.

Por tanto unos horarios estimados sin tener en cuenta descansos puede ser:

Acebo-Rubicera: 9 horas más dos horas de acceso y regreso; total, unas 11 horas.
Acebo-Mortero: 10 ó 12 horas más una hora de acceso al Acebo.


3.- Características de la Travesía

Como ya se ha indicado el rappel más largo es de 30 metros, contando nudos y demás; la longitud de cuerda mínima debe de ser por tanto de 35 metros. Dado que hay algunas reuniones colgadas pero nunca más de dos seguidas, la técnica recomendada es encadenar dos rapeles seguidos y llevar una tercera cuerda para recuperar. En los pozos del Acebo hay que tener en cuenta lo indicado para superar el paso del embudo, sincronizándonos con la base del pozo doble.

Respecto a la orientación, la travesía no presenta problemas destacables; algunos puntos están marcados con balizas o hitos para facilitar el paso.

En cuanto a estrecheces, la travesía no tiene largas zonas estrechas, pero sí unos 5 pasos puntuales, que son estrechos y pueden limitar el paso de personas muy corpulentas. Espeleólogos de 1,80 y 90 Kg. la han realizado sin problemas y con el material puesto.
Estos puntos son:
Ventana del 9 rappel.
Paso del clotoris
Laminador anoréxico
Paso de los Bufidos
Laminadores de la galería Cardín.

La travesía no tiene pasos sifonantes y casi todo el trayecto carece de problemas de agua, pero el tramo final, en la galería Cardín, como se ha indicado, obliga en algunos puntos, sobre todo si se es corpulento, a arrastrarse por el cauce del río. Por ello se aconseja realizar la travesía en épocas de estiaje. Quien sea muy friolero puede llevar peto de neopreno o similar, pero nuestra experiencia aconseja llevarse una camiseta seca y no pararse mucho después de esta galería, con lo que no se pasa frío y se evita cargar con neoprenos.



lunes, 18 de febrero de 2013

Cuscus y ronquidos

Diario de Bitacora 02-02-2013
El pronostico del tiempo es horrible y si tuviéramos un poco de sentido común nos iríamos de fiesta, pero como no tenemos de eso.. Aquí estamos de nuevo preparando los trastos para volver  Rubicera y esta vez para quedarnos alguna noche  en el nuevo vivac.

Como algunos tenemos trabajo el viernes, no entraremos hasta el sábado, el resto irán el viernes noche en medio de una noche lluviosa que les cala hasta los huesos..
Wichi en un giro del descenso a la boca pierde el saco y ropa de repuesto que cae por las paredes y desaparece, lo que le garantiza unas noches frescas de vivac..
Sobre las 23:00 están en el vivac y los que pueden duermen hasta que Wichi les pone en pie a las 06:00 de la mañana y les prepara un muy frugal desayuno..
Se van para la punta en las galerías de “la Espeleogénesis explosiva” y forman dos grupos de 3 con los Pedros y Cardin revisando galerías laterales que bajan al río.
Moi, Cristobal y Wichi, continúan en el final del día anterior, por una galería amplia, que en algún punto baja al río , que se sifona o estrecha mucho.
Finalmente la galería parece cerrase por bloques y solo unos pasos en gatera, en general ascendentes y hacia el noroeste permiten un penoso avance hasta llegar a lo alto de una gran sala , que no pueden bajar por haber dejado el material en las gateras.
De vuelta ascienden a una galería fósil por encima de espeleogenesis que recorren durante unas centenas de metros hacia el este.
Cuando salen nos encontramos con ellos los chicos del equipo sábado.
Nosotros hemos entrado el sábado a pesar de que en Ramales granizaba de lo lindo y lo civilizado habría sido irse al bar. La suerte nos sonríe y pillamos una ventana sin lluvia aunque el viento nos derriba varias veces antes de llegar a la boca de Rubicera.
Nos cambiamos y montamos el Nikola, ya que hemos quedado con el resto en hacer pruebas de conexión a ciertas horas.. Es un fracaso y no hay noticias de los equipos del fondo.
Entramos y el frío de la calle se sustituye pronto por el calor y sudor de la progresión por rampas y gateras. Llegamos al vivac y comemos algo tras una discusión sobre que se entiende por “al dente” en la pasta.
Bajamos por el río y cuando este se calma en una playa, montamos de nuevo el nikola con idénticos resultados, por lo que nos vamos al pozo de acceso a la gran sala que pretendemos mejorar.
Zape comienza la nueva instalación por el techo, hasta enlazar con la antigua y comienza una extraña danza para tratar de poner un fraccionamiento en medio del volado..

Vuelos y mas vuelos empotrando de todo para pegarse a la pared, mientras Marta se troncha de risa.
Queda claro que a los de Castro a burros no les gana nadie y el fraccionamiento queda instalado, así como algún otro en el P40 que hay al final de la sala.
Ponemos el pié en el nivel fósil tras bajar un pozo que recibe dos cascadas cuyo agua ha labrado una curiosa piedra en forma de galleta príncipe de 1 m. de diámetro.
El agua termina en un sifón , junto a otro aporte que cae por una fisura diagonal.
Se ascienden dos cortas cuerdas y por una corta gatera y una diaclasa vertical accedemos a una galería de 6 m. de diámetro y suelo arenoso.
Allí vemos parte del material de los equipos que nos preceden y buscamos un paso entre bloques al norte que conduce a un meandro desfondado en cuyo extremo llega otro río bastante caudaloso estos días. Es un cañón alto y que coge anchura en el techo.
En el indicio del meando se instala una cuerda y bajamos 10 m. hasta un nivel arenoso, que hacia el norte precisa otra cuerda y conduce al rió aguas abajo y poco después a un sifón.
Topografiamos y desinstalamos y también se topografía el meandro arenoso hacia el sur hasta que se cierra.

Volvemos al cañón y Zape trepa a un nivel superior que lo conduce casi al techo del cañón donde vemos su luz y cuando vuelve nos dice que ha subido unas rampas y una sala de bloques que cae de nuevo al cañón.
Marta y yo ascendemos para topografiar la zona y de paso algún tubo mas que encontramos, mientras Zape trata de avanzar a nivel del agua , pero una cascada se lo impide finalmente.
Volvemos a la galería de la Espeleogénesis y tras comer algo damos una vuelta por esta bonita galería hasta que nos encontramos con el equipo de punta que retorna.
Tras los informes habituales de nuestras respectivas exploraciones, iniciamos el camino de vuelta al vivac donde ya se deben encontrar los Pedros y Cardin que se han cruzado con nosotros sin vernos.

Almohada modelo "ACME", para cabezas duras...


El ascenso se realiza en dos horas sin mas inconveniente que el barro que cubre algunas paredes de los pozos.
En el vivac encontramos a los “niños” acostados y comenzamos el ritual de quitarnos los monos y trastos embarrados para hacer una suculenta cena con los ingredientes que Wichi a comprado para dar de comer a los animales..

Como él dice encargar la compra a un “parado” tiene sus consecuencias y la inversión de 2 € por persona no da para grandes lujos. De todas formas el cuscus sabe a gloria y todos terminamos llenos y listos para dormir tras unos tragos del orujo de Moi.

Como no cavemos todos en la tienda al final 3 dormimos fuera y Pedro merino que le ha dejado su funda de vivac a Wichi y usa una esterilla de papel de fumar, pasa frío y se nos levanta de mal humor.
Son las 01:00 y Wichi y Cristobal hablan de levantarse pronto.. Los de castro tiemblan y temen por sus neuronas...
Las 07:00 y los culebrillas están en pie y nos hostigan sin piedad para levantarnos ,cosa  que hacemos poco a poco para disfrutar del desayuno modelo “parado”.
Finalmente nos vamos poniendo en marcha y a las 11:00 estamos en la boca con luz para variar y un tiempo razonable para lo que estamos acostumbrados.
Queda ascender las rampas herbosas y bajar la pista fangosa pero finalmente llegamos a los coches donde nos espera el descanso. O no.. , ya que el coche de Zape esta pinchado y es la guinda del pastel de este maravilloso fin de semana campestre donde al menos hemos topografiado mas de 1500 m. de nuevas galerías.
Bajando por el valle del Asón nos vemos atraídos como Ulises por las sirenas, hacia los bares de la comarca y como deportistas de elite damos mucha importancia a la hidratación.


domingo, 10 de febrero de 2013

Bajo los granizos

Cuaderno de Bitácora: sabado 19-01-2013

De nuevo me encuentro subiendo la cuesta hacia Rubicera, siguiendo la huella de los velociraptores del club y de nuevo con un tiempo desagradable que preside este año todas nuestras salidas.
Nos acompaña Shaila del Burnia que creo le han hecho el timo de la estampita y le han dicho que esto era bonito y divertido , además de una compañía agradable y simpática. Descubrirá poco a poco la verdad..
Entre las actividades previstas para hoy está montar un vivac en algún lugar de las nuevas galerías que aún no hemos decidido.
Sudamos por las rampas y gateras para bajar por el chorreante pozo... Shaila se queja de que la velocidad media del grupo supera el límite de velocidad permitido en zonas urbanas.
En la galería arenosa que hay antes del río decidimos plantar la chavola “guei” que nos hemos traído y tras desplegar los planos y el nivel, la cosa queda montada tan mal como siempre.
.Hacemos 3 grupos con los superman en punta para bajar el pozo que dejó Wichi pendiente en la última salida. Cardin y Shaila irán detrás de ellos hacia la punta y Pedro y yo intentaremos cambiar la instalación del pozo barroso que baja a la gran sala.
Como era de esperar nada sale como está previsto y cuando Pedro y yo que estamos buscando nuevas vías de acceso a la sala, oímos por un lugar no previsto a los chicos de punta que al bajar tan rápido,  no han visto el cruce y han seguido el río hasta la ventana sobre la sala.
Les indicamos el camino correcto y se van para el fondo, mientras avisamos a Cardin de que van en cabeza de la expedición, pero con poco éxito debido al ruido del río que baja crecido.
Nosotros decidimos estudiar la ventana por la que cae el río a la sala , en un volado de unos 30 m. y comenzamos a instalar una travesía entre piedras sueltas y mala roca , hasta alcanzar la vertical y roca decente. Un largo volado y aterrizo sobre los bloques de la sala.
Ahora tengo que remontar la sala y desinstalar el asqueroso pozo del barro aguantando con un dedo el gatillo del croll para que funcione.. No se si esto se enseña en los cursos varios de técnica que se imparten en este país, pero debieran..


Shaila y Cardin se han subido hacia el vivac y nosotros les seguimos hasta el pasamanos de llegada al río que decidimos cambiar a otro lado mas cómodo que vio Pedro.
Instalamos la cuerda sobre una cornisa con varios anclajes y nos vamos al vivac, La pareja se ha salido al exterior para no pasar frío y nosotros tras encender el hornillo y tumbarnos en la tienda tratamos de no pasar frío, esperando a los chicos de punta que como era de espera se retrasan.
Por fin a las 21:30 dan señales de vida o de muerte por que Cristobal esta malo y sube medio muerto. Han bajado el pozo y continuado por galerías fósiles durante mas de 400 m. dejando varios cruces y continuaciones.. vamos que la cosa promete..
Damos de comer al enfermo y comenzamos el ascenso hacia la calle con calma, que es lo bueno de que Cristobal este pachucho..
A la salida de las gateras oímos voces y es Shaila que esta de Guardia en un cruce mientras Cardin busca el camino.. Llevan dos horas dando vueltas y reconociendo esa galería , por lo que nos muestran su afecto mas de lo habitual. Shaila continua descubriendo que la han engañado..
La salida por los pasos de bloques esta muy , muy venteada, lo que garantiza que la temperatura exterior es baja..
Ciertamente en la boca se desata el infierno, con lluvia y viento que entra muy adentro en la boca y lo moja todo incluido mi mochila.
De nuevo hay que cambiarse en el cuvío lateral y salir al exterior con un vendaval que nos tuba a cada paso. Pero todo empeora en las crestas con unos granizos que nos azotan la cara sin piedad...

Lo dicho una nueva pagina gloriosa de la espeleología o al menos fría y húmeda, nada nuevo por otro lado..








domingo, 20 de enero de 2013

El retorno del Yeti

Parece que mi rodilla ha superado los test iniciales en el monte, por lo que decido ir mi primer día de cuevas en cuatro meses. Pero en este club no hay oferta de actividades suaves para recuperar el ritmo, así que me apunto a la salida prevista a las nuevas galerías de Rubicera, que tiene toda la pinta de ser una maratón y con pronóstico de nevadas. El inicio no es prometedor, con un montón de buitres rodeándonos, no estando claro si andan tras de nosotros o de un caballo muerto...
Somos un grupo numeroso ya que a los Pedros, Moi y Cardin se han sumado Marta, Zape y Teio; ascendemos abrigados porque, aunque no llueve, ya hace bastante rasca. Al llegar a las terrazas de la boca vemos que la quema que han realizado en las laderas del Ason ha llegado allí y todo esta quemado. Nos cambiamos y sobre las 11:45 estamos entrado en la cueva; debo de dar mucha “pena”, por que todo el mundo se ofrece a llevarme cosas. Qué mala es la vejez...

Teio no ha estado nunca en Rubicera y creo que le han engañado con lo de que es bonita, grande y todo eso... Pero parece que no le han hablado de las gateras y demás entretenimientos que tiene el camino, donde se sudan todos los excesos de las navidades. La caravana sale de las gateras, atraviesa el cañón roto y llega a la gran galería en cuyo extremo norte está el gran pozo que lleva a los niveles inferiores en exploración.


Intento acordarme de cómo se usa el rapelador, mientras veo las luces moverse bastante más abajo, donde unas rampas de bloques conducen a un pequeño paso y a una salita donde nos reagrupamos y comemos. Las puyas caen a diestro y siniestro, creo que debe de ser algún tipo de terapia para aliviar la incapacidad de meterse con el terreno...

Hacemos tres grupos, tras un “detenido” análisis de las actividades previstas, teniendo en cuanta “todos “ los factores y las capacidades de los miembros de la expedición. Vamos, que cada uno hace lo que le da la gana, y se va donde quiere. Como los topógrafos siempre escasean, me voy con Wichi y Marta a la zona de punta, donde un pozo espera para ser instalado.

Bajamos por el bonito río pasando de un lado a otro y rodeando algunas marmitas con pasamanos y cuerdas. La galería coge tamaño con salas arenosas y gours. Un aporte llega desde la derecha y aumenta el caudal. Llegamos a una gran sala casi en su techo y descendemos por las cuerdas entre inestables escombros y rampas barrosas; esta claro que la instalación de este tramo precisa mejoras si vamos a pasar mucho por aquí.

La sala es muy grande y el río cae por la izquierda, saliendo de una fina fisura y corriendo sobre bloques y rampas de piedras areniscas; algunos bloques areniscos son de gran tamaño y bajo ellos se pierde el agua en una importante vertical. El final de la rampa es un pozo de unos 40 metros que puso fin a la última salida. Wichi lo ataca con una pasamanos y varios fraccionamientos, y Marta y yo le seguimos topografiando hasta una nueva rampa de bloques de unos 30 metros. Por la izquierda un ábside recibe del techo el río que perdimos antes y de nuevo se pierde entre bloques a un lado y otro de la galería. Tres pozos juntos y pegados a la pared sur tienen pinta de ir al mismo lado. Se instala el primero de 20 metros, y en su fondo de nuevo llega el agua, pero se estrecha. Aunque se puede pasar y se ensancha más tarde, decidimos probar con otro de los pozos, por lo que se desinstala y se clava el siguiente pozo, de 10 metros.



En su fondo, hacia el norte, unos bloques traen entre ellos agua de un río, que debe de ser de los anteriores (pero habrá que ver). Hacia el sur se clava la cabecera de una rampa que nos deja en una vertical de un pozo que suena grande, de unos 50 ó 60 metros. Es hora de volver,pues son las 19:30 y hemos quedado con los demás a las 21:30 y ya no llegamos. De subida cambiamos alguna cosa de la instalación. Llegamos cansados a la cita donde nos están esperando comiendo y de siesta...
A estas alturas mi físico protesta y dice que lo estoy puteando después de tantos días de no hacer cuevas. Una merienda breve y ascendemos sobre las 22:30, hay cola en la base del gran pozo y cuando me acerco a la cuerda un grito de piedra y me pego a la pared, justo a tiempo de evitar una piedra de mas de 5 kg. que zumba sobre mi cabeza. Bueno, si me da seguro que me deja seco, y visto lo que van a cobrar en Cantabria por los rescates, mejor morir en la cueva que en la cárcel por impago de los costes... Sólo van a poder hacer espeleo los ricos.
Subo como puedo a pesar de que los kilos de más se empeñan en tirar hacia abajo... Una vez arriba ya sólo quedan las coladas barrosas, los bloques inestables y de nuevo la gatera que sigue ahí y no ha desaparecido como yo esperaba. Sudando por todos los poros salgo de esta pista americana y de nuevo nos reagrupamos para recorrer los tramos finales de Rubicera, que aumentan la sudada y la protesta de mi cuerpo. Al llegar a los estrechos soplan como una turbina y se oye el ruido de lejos, lo que asegura que la temperatura en la calle es muy baja. Y lo es, pero además con un viento huracanado y agua nieve. Para cambiarnos nos metemos en una sala lateral ya que en la boca no hay quien pare.
Salimos a las 01:00 hacia los coches, pensando en las dos fuertes rampas que tenemos que subir y la hora larga de pateo que nos queda, pero hoy además hay que luchar con el viento que en ocasiones casi nos derriba y el aguanieve que nos da en la cara. Dejo los últimos residuos de energía en estas cuestas y mi rodilla se queja en el descenso, pero por fin llegamos a los coches. Son las 02:00 y llevamos 16 horas de actividad, lo normal para volver a la actividad .Llegamos al pueblo casi a las 03:00 y tras una despedida rápida entre escalofríos, nos vamos cada uno a su casa para caer desmayado sobre la cama... Mañana será otro día con sus dolores  y la inevitable colada que ya no recordaba llevan implícitas estas excursiones...

Más prospecciones...



Aprovechando las vacaciones de diciembre (bueno, los que las tenemos), optamos por acercarnos a la zona que se encuentra encima de las nuevas galerías que hemos descubierto en Rubicera. Por una vez, la zona de prospección se encuentra relativamente cerca del coche, y es bastante cómoda de transitar (que les den a los arriscados lapiaces esos). Aunque se trata de una zona que está parcialmente mirada, pues siempre salen cosas nuevas…

Así que el día 27 nos dirigimos allá Cristina,  Jesus, Jose y yo, y aprovechamos para bajar un par de simas que hacía un año habían quedado a medias. La primera (FI-48) resultó ser un simple pozo de 8 que se cerraba sin más. La segunda (FI-54), ya mirada por encima, nos sorprendió (des)agradablemente con una gatera que había pasado desapercibida la vez anterior. Tras unas cuantas contorsiones, pasamos, y unos metros más abajo cogemos un pequeño hilo de agua que se arrastra por un estrato margoso, hasta que al de unos 50 metros el agua se mete por un estrecho agujero, y el aire se pierde. Convenientemente empapados, salimos a la calle donde comienza a hacer fresco. Se sitúan algunos agujeros más (algunos requieren desobstrucción), y para casa, a tripear turrón.

El día siguiente volveremos un par (no tenemos mucha imaginación, la verdad), y encontramos una pequeña cueva (FK-8) que al de 10 metros da a un pozo-rampa. Como hemos venido “de flai”, pues lo dejamos para otro día. Situamos un par de bocas más (con poca pinta, la verdad), y miramos otra cueva (FK-9) situada justo en la vertical de las nuevas galerías, a apenas 80 metros por encima). Además de no haber nada (todo se colapsa), salir me cuesta un triunfo, pues en el punto más estrecho un bloque se mueve y complica aún más las cosas… De bajada, situamos la famosa Sima de la Maza, unida por la SEII al Sistema del Mortillano hace unos años, y cuyas coordenadas aparecen mal en todas las publicaciones (¿?).

Al día siguiente, ante el fracaso de la proyectada expedición a Rubicera (disidentes, que dirían los del Frente Popular de  Judea), volvemos Cristina, Olarra, Cardín y yo a revisar la cueva del día anterior, entre un viento sur huracanado. La cueva, con marcas de haber sido visitada previamente, consta de una gatera de entrada, un pozo-rampa de unos 6 metros, y otro pozo de 8, donde se cierra; sin bajarlo, una pequeña salita se colmata. Olarra realizada una escalada en libre de unos 10 metros, buscando una continuación, pero sin éxito. A pesar de que se encuentra muy rellana, las dimensiones del conducto  muestran que no se trata de una mera fisura del lapiaz. De salida, y entre ráfagas de viento, miramos otra de las grietas miradas el día anterior, situada en un sumidero fósil, que resulta ser nada (FK-7).

Como terapia previa a las tripadas que asoman por el horizonte, otra jornada de prospección subiendo por el regato que se cruza de camino al Mortero. Situamos varias bocas, y entramos en varias de ellas, la mayoría de las mismas carecen de cualquier interés (bueno, salvo para los especialistas en arañas gigantes). Una bonita (y cómoda, que alguna vez tocaba) forma de acabar el año espeleológico…