Pocos días
antes de comenzar la desinstalación de cellagua programada para este fin de
semana: “tururututu”, mensaje de Cristóbal:
“¿Por qué no
hacemos la Travesía Bloque-Cellagua
antes de desinstalarla? Estaría bien, hay que recordar los viejos tiempos,
muchos de vosotros no la conocéis, los que la conocen podríais recordarla, es
una maravilla, no hay mucha agua estos días, el Pisuerga pasa por Valladolid,
mi abuela fuma en pipa…..”
Organizamos la
salida durante la semana y solamente falta la confirmación de Moisés que acaba
de ser papá y el retoño esta muy tierno…
Total que cinco
descerebrados nos encontramos el sábado en la boca del Bloque tras madrugar un
poquito más de lo normal, cosa por la que “protesto enérgicamente”.
Allí estamos
Cristóbal, Moisés finalmente, José Gambino, Marta y Zape.
Dejamos el coche
en Entremazos y pasamos mirando de reojo la depresión de Cellagua, ya que el día anterior ha llovido mucho en la
costa, pero el Mortillano está casi seco.
A las 11 estamos
entrando por la boca del Bloque con bien de material ya que la travesía se equipó
para doble hace unos 10 años y que sepamos, pocos o nadie la ha repetido.
La progresión
es más o menos rápida en los pozos y todas la partes de sube y baja, progresa
en horizontal, vuelve a bajar, vuelve a subir…. Hasta que llegamos a la zona
del antiguo vivac.
Un rato de
descanso, comemos y vemos una galería lateral con formaciones bien guapas.
A partir de
aquí empieza el juego, hasta ahora sólo estábamos calentando.
Pronto encontramos
un P-52 y tras él, el pozo de “La
Galerna” ¿Porque le habrán llamado así? jia jia jia.
El Mortillano está casi seco pero la poca agua que hay cae justo encima de nosotros. Ya bien mojados comenzamos a disfrutar de varios meandros con sugerentes nombres al más puro estilo Spa soviético: “La ruta sangrienta”, “Las agujas”, “Stalingrado”… Golpecito en la costilla, espinillazo, toque en el codo, agujita pinchando la rodilla, un trocito de barro que me entra por el cogote, arena en un ojo…
Pero… ¿por qué no nos hemos puesto ya los neoprenos?, quedan varias horas hasta la zona de nadar y ya estoy mojado hasta la cintura, otros hasta el cuello. Viéndolo así parecemos tontos (que lo somos), pero alguno opina que es preferible mojarse a morir con el neopreno puesto en estos sitios tan… (digamos) “cómodos”.
A pesar de
todo la zona es muy chula. Paramos a hacer alguna foto intentando que Cristóbal
no salga movido.
Seguimos subiendo
y bajando continuamente y realizando alguna oposición bastante simpática.
Los que no
conocemos la travesía bajamos pensando en las exploraciones realizadas en esta
zona. Las puntas de exploración realizadas entrando el viernes y saliendo el
domingo por la tarde fueron de seguro bien duras y el pellejo de los
exploradores también “bien grueso y áspero”. Una reverencia…
Finalmente llegamos a la zona donde por fin sí hay que ponerse algo de “abriguito”. La zona inundada es de nadar un rato largo y los que llevamos neopreno fino echamos de menos algunos milímetros más de confort.
Atracamos en
la base de los pozos de Cellagua, nos cambiamos rápidamente, y nos ponemos de
nuevo nuestras ropas mojadas para salir disparados hacia la calle.
Por los pozos
baja una corriente de aire fresco que en los pozos de entrada es heladora.
Salimos a la
calle y la nariz se nos queda como un cubito de hielo antes de llegar al coche a
eso de las 10 y cambiarnos entre tiritones.
La travesía
Bloque-Cellagua no es y parece que no tiene pinta de poder ser una “clásica del
Asón”. Si no se va un poco “alegre” te come el tiempo y el frío. Existe una
descripción de ella muy completa en la web del AER:
La travesía
fue realizada junto a un “aborigen” explorador de la sima por lo que los
tiempos pueden no ser del todo reales.
Por lo demás
un grato recuerdo.
“Adiós
Cellagua, adiós”, …o no..