jueves, 16 de julio de 2015

Caca de elefante en Rubicera (11/07/15)




Texto: Enrique Ogando
Fotos: Marta Candel y Pedro G. H.

En la zona de las gateras de Merinuco cerca del “atajo”,  en una de las últimas incursiones, oteamos el comienzo de un meandro que no constaba más que en la mente de nuestro “Rastreator”.

Hoy, Cristóbal y Zape tras los habituales cafés allí nos dirigimos. Despedimos a Gelo y Marta que dedicarán la jornada junto a Olarra a recoger los captores en las diversas surgencias tras la coloración en la 32.

Hasta esta zona ya casi no tenemos que mirar donde ponemos los pies, somos como el ganado cuando sube al monte, por la senda…

Mientras Cristóbal baja al vivac a coger un par de cuerdas más y recuperar su saco de dormir para la próxima campaña de Fuente Fría, yo me quedo empezando un corto pasamanos sobre el pozo que nos cortó la exploración el día anterior. Unas repisas más adelante, de nuevo tenemos que montar un pasamanos sobre un desfonde y al poco ya llega Cristóbal con la cuerda que nos va a hacer falta más adelante.

Continuamos por una zona con suelo y repisas que acaba cerrándose y decidimos bajar al fondo del meandro. Una vez abajo vemos que estamos en zona conocida, es uno de los estrechos meandros abajo de los pozos en las galerías al sur del P-60 que va al vivac.

Salimos desequipando y haciendo topo, dejando una incógnita en el primer pasamanos y allí algo de material. Le hemos rascado 200 metros más de topo a la “Rubi” en una zona que supuestamente estaba ya explorada.

Salimos al calor de la calle y nos encontramos un rato mas tarde con los “captores”…


32 balas (27/06/15)






Texto: Enrique Ogando.

Preparando el campamento de Fuente fría nos dirigimos a la FA32 Marta, Cristóbal y Zape. Objetivos: revisar el vivac para ver si no ha sido arrasado en el invierno por el agua, cambiar algunas cuerdas, hacer una escalada un poco más abajo del vivac y colorear el río. De  mientras,  Gelo colocará los captores en las diferentes fuentes.

Revisamos la instalación, cambiamos algunas cosillas y llegamos al vivac que permanece en buen estado relativo exceptuando un “saco cadáver” que sacamos para lavar y algo de agua que escurrió bajo las esterillas; ¡¡nada grave!!

Según instrucciones precisas de Gelo, debemos bajar un resalte y un pozo después del vivac y allí nos encontraremos con un tubo a 9 metros de altura hasta el que hay que escalar. Así lo hacemos: un resalte, un pozo y ya estamos. Pero algo falla, los 9 metros se han transformado en unos 25 metros por arte de birlibirloque… ¿A este Gelo le falla la vista? ¿O es que es tan alto que ve desde otra perspectiva?

Cristóbal se pone manos a la obra y según va subiendo la roca empieza a ponerse “blandita”. Además habíamos traído material para escalar 9 metros, no 25…

Desde abajo preguntamos: ¿cuántos anclajes te quedan? ¿llegarás?, ¿cómo está la roca?. Desde arriba pregunta: ¿cuanta cuerda queda?, ¿estáis a cubierto de las piedras?
Desde arriba dice: cuidado con las piedras, uyyyyy que en vez de spits parecen balas y me van a estallar en la cara…
Desde abajo decimos: queda poca cuerda, ¡joder con las piedras!


Finalmente no estalla ninguna bala y la cuerda llega justa. Arriba no hay nada de nada y afortunadamente Cristóbal clava sus dos últimas balas en buena roca para poder rapelar. Relajación…

Debajo mientras tanto, Marta ha estado vertiendo con mucho cuidado el colorante y pese a ese cuidado la “nube tóxica” ha subido a más de 20 metros de altura y de pronto parece haberle salido musgo a toda la pared de la galería.

Salimos escupiendo verde un buen rato…


* Las fotos son de la campaña de Fuente Fría del año 2014, que hay mucho Alzheimer y a la tropa se le olvida la cámara. O mucha resaca...

Laberintos interespaciales (13/6/2015)




 Texto: Marta Candel.

“El día de la Marmota” llega de nuevo. Café donde Margari, subida hasta el alto del Asón, caminata hasta la boca de Rubicera, …. Y esta vez a derecho sin ninguna pérdida (que nos conocemos rebien la zona Wichy y yo) estamos de nuevo en el tajo: Moisés, Wichy, Cardín, Zape y Marta, pero esta vez, para evitar perdernos en el limbo de los recuerdos de las mil entradas que llevamos a esta sima, viene Nacho (nuestro gallego favorito) que le da un toque diferente a esta incursión subterránea.

Desde la cabecera del pozo que quedó sin instalar por falta de material el otro día, echamos dos puntos de topo y damos por concluida oficialmente la conexión entre el viejo y el nuevo mundo, la unión con los Mares de China.

Bajamos todos a la gran sala y nos separamos para revisarla de nuevo. Logramos pasar por debajo del gran derrumbamiento de bloques que forma su suelo pero no avanzamos hacia nada nuevo. Continuamente nos topamos con pisadas de exploraciones anteriores.

Nos acercamos hasta la cabecera de la escalada de 40 metros y retocamos la instalación. Después volvemos a la galería de la conexión y vamos revisando cada hueco que encontramos. Saldrán 62 nuevos metros en forma de laminador con poco aire y meandro de arenisca. En todo lo demás que revisamos encontramos huellas de estar ya mirado.

Justo encima de la pequeña escalada de acceso a esta galería desde el Río de Rubicera nos metemos por un pequeño pasaje que sigue. Ya nos había dicho Juan Casero que aquello era un laberinto y pronto descubrimos lo exacto de su descripción. El pequeño pasaje se abre en unos tubos de 4x5 metros de paredes blancas y redondeadas con el suelo relleno con montañas de arena blanca que van multiplicándose a medida que avanzas. La pérdida está asegurada en este laberinto interespacial así que intentamos ir dejando algún hito …Aún así nos costará encontrar el camino de vuelta ya que a cada paso se abría un nuevo tubo y en él una docena de nuevas posibilidades de continuación… lo que recorrimos estaba todo pisado. Pensamos seriamente en traer hilo guía la próxima vez…menuda telaraña montaríamos ¡¡esto es un auténtico queso gruyere!!