martes, 28 de junio de 2022

Calor y sudor

 

Sábado 18 Junio de 2022, Torca de Los Cubillones

Estamos en plena hola de calor y aunque este sábado no dan los 40 grd. de días anteriores, si que las temperaturas serán altas, así que esta claro que donde mejor podemos estar es en un agujero.

Decidimos ir a la sima de Los Cubillones, donde estamos luchando por encontrar un camino hacia las grandes galerías del Carcabon que están aún 200 m. más abajo, aunque muy cercanas en planta.

Los trabajos en la gran sala José Gambino, no han dado hasta ahora los frutos esperados y nuestras esperanzas renacieron, cuando una larga escalada en una de las paredes de la sala, nos llevo a una bonita galería ascendente, que precisó dos nuevas escaladas hasta dejarnos en la cabecera de un amplio pozo, que nos llenó de ilusiones.

De nuevo un jarro de agua fría nos cayó cuando el amplio pozo se cerró por completo, sin ninguna opción. Solo quedaban dos posibles continuaciones ambas implicaban largas escaladas, a los techos de unas chimeneas.

Por tanto el objetivo de hoy es hacer esas escaladas, que sabemos tienen pocas posibilidades de continuación, pero ese es el sino de todo explorador, tener fe y esforzarse para ir un poco mas allá de lo conocido, aunque sea duro y la mayoría de las veces no lleve a nada.


 Tras el cafetito ritual en el Willy, ascendemos hacia Ancillo, donde comprobamos que la temperatura que marca el coche crece rápido y alcanza los 31 grd a las 10:00 de la mañana. Además hay bastante viento sur caliente, que aumenta la sensación de calor al sol, aunque refresca un pozo a la sombra.

Cargamos las mochilas y tras una charla con José Miguel, emprendemos el camino con paso lento y sudando por todos los poros. Mis dedos de los pies me dan mucha lata, pero es lo que hay, así que procuro ignorarlos.

El primer tramo trascurre entre arboles y esto nos ofrece alguna oportunidad de recuperarnos y el “Doctor Ogando”, nos indica que debemos hidratarnos bien. La última parte de sierra no da tregua al sol, pero conseguimos llegar a la boca de la sima sin que nos de un ataque, aunque Marta sufre bastante y no consigue quitarse el sofoco hasta mas tarde.

Nos movemos como perezosos, pero sobre las 11:15 entramos en la sima, buscando su frescor que agradecemos infinito. Ha costado llegar pero es el sitio ideal para pasar un día sofocante.

Sobre las 13:00 estamos en la punta después de haber llegado a la sala y remontado las cuerdas de las escaladas. Sacamos las viandas y comemos bajo la alta cúpula que es nuestro primer objetivo.

Foto Marta
 

Zape está hiperactivo y se ata la cuerda y prepara el material, antes de que Marta esté lista para asegurarle.

Yo voy a volver a revisar una larga fisura en la cabecera del último pozo, por lo que reequipo la parte superior del pozo y me cuelgo bajo la fisura, pero no veo nada que merezca la pena mirar, por lo que vuelvo a subir y desequipo por completo ese tramo.

 Zape ha empezado la escalada y ha progresado muy rápidamente, por un tramos con resaltes que le permiten subir casi en libre, solo las paradas que le impone Marta para hacerle fotos, detienen su ímpetu escalador.

Foto Marta

 El tramo final mas vertical, le obliga a utilizar los estribos, pero sigue el avance ágil y pronto alcanza un primer hueco que no sigue. Luego continua es ascenso hasta los 25 m. donde una cúpula parece que tiene un tubo, que podría continuar, pero una estrechez inicial, no le permite entrar en el tubo. Será preciso un trabajo de desobstrucción para entrar en el tubo.


Foto Marta

Foto Marta


 

La verdad es que por el tubo no pasa aire o tal vez un poco de aire descendente, por lo que las posibilidades de encontrar algo interesante son muy, muy remotas. En cualquier caso decidimos equiparlo y volver otro día para forzarlo, que a burros no nos gana nadie.


 




 


Zape fija una cuerda con algún fraccionamiento y desciende, mientras Marta le hace alguna foto mas.

 Subimos a lo alto de la galería de Los Sueños de Cristal, que es como hemos llamado a esta bella galería y bajamos la primera cuerda, hasta una zona donde llegan otros tubos verticales, con coladas y grava.

 De nuevo Zape se prepara para la escalada, yo le aseguro para que Marta pueda hacerle mas fotos, con paredes de tonos rojos y blancos.

La escalada vertical empieza con buena roca, pero mas arriba la cosa no suena tan bien y Zape debe de esquivar las coladas huecas. Unos 20 m. mas arriba encuentra un tubo y sensación de aire, pero finalmente todo se cierra sin continuación posible.

 

Foto Marta
Marta sube desequipando la escalada y tras montar una reunión se bajan de los tubos.

Este nuevo fracaso, va cerrando las opciones de encontrar un camino hacia el Carcabon, pero no tiramos del todo la toalla. Hacemos dos grupos de material y dejamos la mitad allí y nos llevamos el resto para la sala.


Foto Marta

Foto Marta

 

Llegados a la base de la cuerda, damos una vuelta mas por una zona de la sala, donde Zape encuentra un agujero entre los bloques que baja bastante, pero no lleva a nada que no sea huecos entre los bloques. Yo reviso por enésima vez un tramo de las paredes sin éxito también.

 

Tomamos las cuerdas de ascenso de la sala, con mucha calma y para los 20:00 estamos en la calle, con el día nublado y con restos de que ha llovido algo. Al menos el descenso será más fresquito.

Foto Marta

Una vez hechas las mochilas comenzamos el camino y nos acompaña la visión del arco iris y el pensamiento en la cena que nos vamos a dar en Ramales, después de hidratarnos un poquito en el Willy.

Foto Marta

Ha sido una jornada más de exploración con sus luces y sus sombras, pero como siempre hemos disfrutado de la naturaleza y de los amigos ,así que no podemos pedir más..

 

viernes, 17 de junio de 2022

Retortijones subterráneos

 Cueva de Rubicera  11 de Junio de 2022

Llevamos tiempo sin visitar las cuevas del Mortillano a pesar de la belleza y lo disfrutonas que son muchas de sus cuevas, como La Rubicera que será nuestro objetivo de hoy.

A las 9:30 estamos tomando un café en el Willy, somos cuatro, Marta, Zape, Pedro y yo, que una vez dopados, salimos para  Ason pasando por el pueblo, que está en el inicio de su fiesta local.

Las nubes cubren la montaña pero por ahora no llueve, así que iniciamos la marcha hacia la boca, ligeros de ropa y sudorosos en la bochornosa mañana.

Yo voy cojeando, con las articulaciones de mi pie inflamadas y empeñadas en amargarme la vida, aunque por ahora voy ganado la batalla y no me dejo amilanar, si que pienso en que puede ser un día duro, con mucho que andar. Para colmo como no podia ser de otra manera, tropiezo con mi dedo malo y me hago mas daño.


 Una vez en la boca y equipados con los trastos del negocio, partimos para el interior sobre las 11:30, con una charla amigable, que es una de las cosas que mas me gusta de trabajar en estas cuevas basicamente horizontales y que permite moverse en grupo, comentar la actualidad y reirse de los fallos y caidas de los colegas, que por supuesto hacen lo propio con las mías. Que mas se puede pedir..

El objetivo de hoy es continuar con la revisión de una vía de pozos, explorada por la SEII al final de un bonito río fósil con muchas badinas fósiles. Llegar hasta allí lleva dos horas y media, recorriendo todo un mundo variado de terrenos subterráneos, desde amplias galerías, bonitos pozos, meandros estrechos, tubos arenosos, el río con sus pozas y cornisas y galerías con secciones curiosas.

 

Por el camino hemos recogido mas cuerdas de algunos depósitos que tenemos en la cueva, y ya vamos bien cargados cuando saltamos las badinas y los grandes cantos de arenisca que el antiguo río modelo en su paso por esta zona.

Llegados al inicio de los pozos paramos para comer algo, o mucho según los apetitos. Una vez saciados hacemos dos equipos de trabajo.

Pedro y yo revisamos un ramal ascendente que por un lado termina en un pozo, pero como no tenemos taladro, viene Zape y clava dos anclajes antes de irse con Marta a seguir equipando la vía de pozos.

 Pedro revisa varias gateras y una galería paralela y yo me dispongo a bajar el pozo con el material de topo. Pero comienzo a oír un rugido que sale de mis tripas y que no augura nada bueno. Bajo el pozo rampa de 10 m. y llego a una bonita sala de coladas con cristales en todas partes.



Los retortijones aumentan de intensidad, pero quiero creer que se aplacarán, así que me arrastro por un laminador con formaciones y más cristales que parte de la sala. Cuando llego a su final donde se colmata, un nuevo espasmo me deja encogido y temiéndome lo peor.

Me planteo vaciar mis tripas allí mismo, pero no me imagino como hacerlo, si apenas puedo moverme, así que me concentro, trato de relajarme, cosa que consigue aflojar la presión y me permite salir haciendo la topo, pero no llego muy lejos y una nueva envestida, me deja encogido en la gatera. De nuevo consigo superar el trance y me arrastro hasta la salita, consciente de que no podré aguantar un nuevo retortijón.

 

Busco un agujero de tierra donde vaciar mis tripas y consigo quitarme los trastos y monos, por los pelos, para a continuación disfrutar de uno de los mayores placeres que todos conocemos.

Terminada la faena me vuelvo a colocar los monos, arnés.. y me dispongo a completar la topo de los laminadores, pero al llegar al último punto, la cosa se repite y otra vez me retuerzo con los espasmos de mis tripas. No me lo puedo creer y salgo corriendo de nuevo a repetir la operación antes de que se produzca la catástrofe.

Una vez más me coloco toda la impedimenta y me dispongo a terminar el trabajo, pero no llego muy lejos y de nuevo tengo que quitarme todo a la carrera, no me lo puedo creer. Empiezo a preocuparme ya que si sigo así me voy a deshidratar y me costará mucho salir de la cueva.

Este es uno de los riesgos de la exploración subterránea, cosas que en casa solo nos hacen pasar unas horas malas y que nos dejan baldados, pero cerca de la cama, aquí se pueden convertir en un verdadero problema, con el exterior a varias horas y con diversos obstáculos por el camino.

Me equipo una vez más y termino la topo, remontando el pozo y desequipando la cuerda. Mis colegas deben de estar preocupados por mi tardanza, o tal vez no ..

Parece que mis tripas aguantan, así que me dirijo a los pozos y comienzo a descender los amplios pozos, hasta llegar al punto final de topo de la última ocasión. Comienzo la topo bajando un tramo de unos 20 m. que me deja en una sala de bloques y al fondo se ve un tubo inclinado por el que sigue la cueva.

 De repente mis tripas sufren un nuevo espasmo y otra vez me veo agachado y sudando. La cosa no pinta bien pero tampoco tengo muchas opciones, así que continúo con la topo y oigo a lo lejos un taladro, por lo menos los colegas no andan muy lejos.

Llego a un cruce donde una cuerda desciende un resalte y a la izquierda otra asciende a un tubo horizontal. Bajo el resalte con la topo y poco después, ya no hay cuerda instalada, así que parece que los amigos están en la otra vía.

Remonto y sigo la topo por la zona superior que pronto desemboca en otra más amplia que desciende entre bloques. Encuentro el puño de Pedro que ha perdido por el camino y enseguida contacto con él.

Han llegado a otro cruce con una diaclasa vertical que sigue hacia arriba, por donde llega aire y hacia abajo, donde unos bloques estrechan el paso. Una curiosa estalactita en forma de lámpara moderna, baliza el lugar.

Foto Marta

Foto Marta


Parece que han iniciado una escalada por la zona superior en busca del aire, primero por una rampa de bloques inestables y luego con escaladas en placas de roca algo inclinadas.

Foto Marta

 Subo con la topo hasta donde está Marta asegurando a Zape, que está en un segundo tramo vertical, que le lleva a una larga fisura vertical de unos 40 cm de ancho.


Foto Marta



 


Foto Marta

 

 

 

Foto Marta


 
Subimos detrás y de nuevo parece que hay otro tramo vertical, que Zape escala con rapidez casi en libre. De nuevo en la fisura ha llegado a un pozo de unos 10 m. 
foto Marta
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Ya son casi las 18:00 y toca volver, por lo que bajamos haciendo alguna foto, y descubrimos en un hueco de la fisura, a un lirón que ha dejado allí su pellejo del que aún queda algún rastro. Nunca deja de sorprenderme como estos roedores, pueden llegar a todos los rincones más lejanos de esta inmensa red de galerías. Este punto esta a km. de cualquier boca horizontal y no ha menos de 200 m. de pozos verticales a la calle.


Ascendemos con calma los pozos y paramos a comer algo, aunque tengo miedo de reactivar mi monstruo interior. En una hora estamos en el río y en dos horas mas de ejercicio variado llegamos a la boca, que se encuentra llena de una niebla húmeda. 


Foto Marta

 Hacemos la mochila y ascendemos entre la niebla y las últimas luces de este largo día. La yerba esta empapada y nos empapa las piernas.

Foto Marta

 Vamos pensando donde vamos a cenar, ya que el plan inicial de hacerlo en Ason, no parece muy adecuado el día de la fiesta.

Estamos en los coches a las 23:00 después de un día largo, que empecé arrastrando mis pies y continué vaciando mis tripas, pero que de todas formas ha cubierto algunas expectativas y ofrecido bonitos lugares.