Texto y fotos: Marta Candel
A las 7 de la tarde del viernes estamos en Ramales con la comida
comprada, el material preparado y listos para salir el komando andaluz (Marta y Cristóbal) y
uno de Comillas (Moisés) despidiéndonos de Zape y Wichi… cuando …ring ring…
Cardín decide venir …ring…ring… que le esperemos 20 minutos… 15
juramentos después aparece a toda velocidad, sabía que si llegaba
después de esos 20 minutos se iba a encontrar solo. En este club no hay
piedad para el indeciso.
Después de un rato de tensión por la incorporación de última hora, a las 21:30 nos entorcamos.
Cuando
llegamos al vivac y nos preparamos para cenar se pasa de rosca la
botella del hornillo… mientras unos intentan hacer un remiendo para que
aquello no salte, coja presión y podamos comer caliente otros buscan
entre la comida que hemos traído algo que se pueda comer sin cocinar
para los tres días que vamos a estar aquí dentro: atún, pan y embutido.
Si el hornillo no termina de funcionar va a haber crisis. Conseguimos hacer que funcione, aunque dejamos la botella fuera de la tienda por si revienta el invento. A la 1 conseguimos meternos al saco con la tripa caliente.
A las 7:30 toca diana. Decidimos
ir hacia la zona de las oseras, a completar algunos tramos de topo que
quedaban pendientes y a seguir la punta dejada por Wichi y los Pedros en
cabecera de un P-40??
Mientras Cristóbal y Marta van haciendo la topo, Moisés y Cardín van revisando por delante hasta llegar a la cabecera. El pozo resulta ser una gran rampa inclinada de la que sale una galería después de bajar unos 20 metros. Moisés y Cardín continúan la exploración pozo abajo y el komando Andaluz sigue la topo por la galería. Topografiamos
casi 300 metros de galerías con formaciones blancas como el merengue y
excéntricas más cercanas al mundo vegetal que al mineral. Cada pocos
metros encontrabas una sorpresa que nos arrancaba un grito o una
ovación.
Estas galerías multiorgásmicas tienen dos ramificaciones
que se cierran: 1.- en una chimenea de 14 metros, que escalamos, a la
que llegan pequeños tubos freáticos y en la que se nota aire fresco. 2- en una grieta de la que sale una colada con algo de agua pero nada de aire.
De vuelta encontramos una nota en la entrada de una pequeña galería que chupaba aire y que habíamos dejado pendiente, a unos 40 metros del inicio de la galería, Mois y Cardín han debido terminar el pozo y han seguido por ahí.
Salimos
de la galería y volvemos al pozo. Seguimos con la topo. El pozo baja
unos 20 metros más y sigue una gran diaclasa desfondada en una serie de
pozos. Antes de bajar el último pozo, seguimos una galería pequeña
ramificada que nos lleva hasta la zona de las huellas de pequeños
animales, muy cerca del P-70. Volvemos hacia atrás y al bajar el
último pozo de la diaclasa aparecemos en el punto topográfico 64, del
día 9 del 3 de 2013, junto al oso durmiente.
Escuchamos
las voces de los compis, desequipamos todo y nos reunimos en la
cabecera. Queda pendiente continuar la exploración y hacer la topo de
esa pequeña galería que tragaba aire por la que Mois y Cardín se
metieron. Queda la cuerda en la cabecera, que está instalada,
pero que hay que meter algún anclaje más abajo para llegar en
condiciones a la galería lateral en la que quedó la punta para el
próximo día. Son las 20:15 cuando arrancamos para arriba.
Con la emoción de tantos hallazgos subimos como rayos y a las 22:30
estamos en el vivac.
Por suerte el hornillo funciona y también hoy cenamos abundante y caliente.
Ya metidos en los sacos la dormidina hace de las suyas.
* ¿Te está entrando ya el sueño, Epi?
* No Blas, todavía no. Pero si dejaras de reirte igual haría efecto antes.
* ¿Y a ti por qué no te da risa Epi?
* No lo sé, Blas.
* Epi, ¿te has dormido ya?
* Hasta que me hablaste sí, Blas. Te escucho muy lejos. ¿qué haces ahí abajo Blas?
* Que tengo que poner velcro al saco Epi, que con la risa me escurro para abajo…
* Pues deja de reirte, Blas…
* Ya se me pasa Epi, ya me entra el sueño…
* A ver si es verdad Blas…
¡¡Buenos Días alegría!!
Nos
han dado las 8:15 en el saco, algo increíble con tanto gallo madrugador
como tiene este grupo. Desayunamos rico, hacemos recuento de lo que
queda y lo que hace falta y salimos para la calle.
A las 12 de la mañana estamos ya en los coches. ¡¡Hace un día precioso!! Cómo se agradece el solecito…
Zape
ha venido a recibirnos. Empezamos la ronda de cervezas y rabas en una
terraza colgada en el valle del Asón. ¿Qué más se puede pedir a un fin
de semana?