Cueva de Rubicera sábado 23 de Septiembre de 2023
Durante la semana ha llovido bastante, pero el pronóstico para el sábado es bueno, así que nos animamos a una salida a la cueva de Rubicera, en las paredes del Asón.
Para esta ocasión contamos con la presencia de un amigo de Galdames, Loti, que nos ha oído hablar mucho de esta cueva, pero no ha tenido aún la oportunidad de disfrutar de sus encantos. Así pues estamos cinco individuos para esta excursión, Marta, Zape, Pedro, Loti y Ángel.
Tras los saludos protocolarios en Ramales, tomamos camino del bar de Asón, donde Margari nos pone unos cafés y comentamos la actualidad turística y espeleológica de la zona.
Sobre las 10:00 dejamos los coches y tomamos el aéreo camino que nos lleva a la cueva, el suelo esta embarrado pero el día es estupendo, para pasear por la montaña. Le comentamos a Loti los principales sitios de interés de la comarca. Las cornisas aéreas nos impresionan a todos aunque algunos ya las hemos atravesado muchas veces.
Llegamos a la amplia boca y sobre las 11:30 estamos entrando en el mundo oscuro, recorriendo las grandes galerías de la zona superior y atravesando el paso entre bloques, que nos deja en los niveles inferiores.
Tras casi dos horas de marcha que nos hacen sudar, llegamos a las cuerdas que instalamos la ultima vez y que nos permiten evitar el paso por el río y alcanzar un laberinto de galerías y tubos interconectados, que exploró la SEII en su día y que estamos revisando en busca de posibles zonas perdidas.
Comemos en horario Europeo y hacemos dos equipos. Los castreños y Loti harán varias travesías al otro lado del rio, para revisar una serie de tubos que se aprecian en varios puntos.
Pedro y Ángel, seguirán la galería principal más ancha, que en su extremo más al Este conecta con un cañón desfondado. Allí dejamos la última vez un estrecho tubo que parecía dar a una galería sin huellas.
Foto Marta |
Llegamos rápido a nuestro objetivo y tras arrastrarnos por un estrecho tubo, equipamos un resalte y llegamos a una amplia galería de 3 m. de ancho por cuatro de alto, que pronto se divide en dos. A la derecha enseguida un desfonde corta el paso, pero por una cornisa se puede llegar hasta otro punto conocido del nivel inferior del cañón.
Mientras hago la topo, Pedro equipa otro desfonde que también corta el paso de la galería de la izquierda. Con cuatro anclajes esquiva el desfonde y llega a un suelo, donde encuentra huellas y spit antiguos. No sabemos por donde han llegado los chicos de la SEII, pero esta claro que la zona esta explorada. Seguimos la galería y unas decenas de metros después está cortada por un pozo chimenea regado.
Volvemos atrás y Pedro instala la bajada al desfonde, comprobando que hemos llegado a la galería de la Cerradura que conocemos bien.
Mientras Pedro asciende, yo reviso la galería en busca del punto por donde han podido llegar los primeros exploradores. Encuentro una vira fácil de trepar que efectivamente tiene huellas, asciendo y llego a un nivel con cruce de cuatro galerías. Aviso a Pedro que me sigue y decidimos avanzar por el tubo más grande, para ver si localizamos alguna zona conocida.
Poco después Pedro localiza uno de nuestros puntos de topo, yo le sigo haciendo topo y por fin sabemos donde nos encontramos. Estamos al inicio de esta compleja red que hemos llamado El Laberinto.
Volvemos y revisamos algunas de las otras galerías que salen del cruce. Pedro por una de ellas llega a la galería superior y contacta con el otro equipo. Yo reviso otra hasta un amplio pozo chimenea que corta el paso.
Decidimos que Pedro vuelva por donde hemos venido, desequipando y recuperando el material, mientras yo me llevo el resto de material y termino la topo hacia la galería principal.
Cuando llego a la zona donde comimos, no veo a los del otro equipo, por lo que dejo el material y vuelvo por la galería principal en busca de Pedro, al que encuentro saliendo de los tubos.
Volvemos revisando algunos cruces mas en el lado sur que curiosamente nos lleva a la zona en la que acabamos de estar. Lo dicho esta parte de la cueva es una laberinto.
Llegamos al punto de encuentro y como sigue sin haber rastro del resto de las tropas, miramos una cornisa sobre el río y Pedro muy motivado dice que ve un posible tubo, así que cogemos el material y empieza a montar un pasamanos.
Llegan Marta y sus chicos, que han realizado varias travesías al otro lado del rio, en diversos puntos y se han arrastrado por tubos de arena, pero no han encontrado nada interesante, pero Marta esta contenta con las fotos que ha hecho y de su nuevo modelo, que le posa muy bien.
Foto Marta |
Foto Marta |
Pedro termina el pasamanos, pero al otro lado no hay nada, por lo que desequipa y damos por terminada la exploración en este sector. Debatimos sobre que hacer con el material y las cuerdas instaladas, como siempre cambiamos de idea varias veces y el pobre Zape tiene que volver a montar lo que ha desmontado.
Salimos para el exterior resoplando en las cuestas y los pasos estrechos pero Loti nos ha metido presión y hay que mantenerle en tensión, incluso me veo obligado a meterle una piedra en la saca para que no corra. Creo que Loti tienen otra versión de la historia, pero para eso soy yo el que escribe el artículo.. jjjj
A las 21:00 estamos en la boca y como los días se han
acortado mucho ya es de noche, aunque hay buena luna y estrellas. Hacemos la
foto ritual y cargamos las mochilas, tomando el camino de las trepadas y rampas
que se nos hace muy largo perdiendo las últimas fuerzas que nos quedan. En lo
alto de la ruta, nos sentamos un poco y contemplamos la bonita noche, luego
continuamos el camino ya sin cuesta, hasta alcanzar los coches a las 22:00.foto Marta
Pedro se va para casa y el resto bajamos al Coventosa, para disfrutar de un buen cabrito regado con vino, que espero convenza a Loti de volver con nosotros, a pesar del maltrato en la cueva y de que el día no ha sido productivo, en cuanto a nuevos descubrimientos, pero si de buenos momentos y bonitos paisajes subterráneos.