viernes, 21 de abril de 2023

Fin de una historia de exploración.

 Torca de Los Cubillones. 06-4-2023

La torca de Los Cubillones, ha sido una bonita aventura de exploración en busca de la ansiada conexión con la gran cueva de Carcabon, cuyas galerías discurren no muy lejos en planta, aunque 400 m. más profundas.

Desde su descubrimiento en el año 1992, sus posibilidades siempre nos parecieron grandes, ya que era casi la única sima en el Hornijo que presentaba una corriente de aire entrante. Esta corriente la perdimos en el tercer pozo y a pesar de alguna escalada no pudimos encontrarla, por lo que nos retiramos decepcionados.

Foto Marta
 Pasaron los años y las exploraciones en la cueva del Carcabon junto a los amigos del SCD, mostraron galerías que ascendían hacia la zona de Cubillones, lo que nos hizo replantearnos una revisión de esta sima, cosa que hicimos en 2017, en compañía de los amigos del grupo La Lastrilla.

Reequipamos la sima y realizamos varios péndulos en el último pozo de 40 m., donde la suerte nos sonrió y alcanzamos un estrecho y oculto meandro, por donde se colaba la corriente de aire. La excitación fue máxima y ya nos veíamos alcanzando zonas profundas de macizo.

Como casi siempre en la historias de espeleo, las cosas nunca son fáciles y el meandro nos llevó a una galería con rellenos, que conducía a un tubo freático amplio, pero casi por completo relleno de sedimentos arcillosos. El aire estaba allí a veces más fuerte y a veces muy débil y de dirección cambiante, lo que no era el mejor síntoma.

Bastantes salidas de prospección con los colegas franceses, nos convencieron de que no había ninguna otra sima con corriente de aire, por lo que de nuevo en 2021 volvimos al trabajo y ya contamos la historia en nuestro blog:

http://valledelason.blogspot.com/2021/09/un-verano-bajo-tierra-capitulo-ii.html

Si se sigue la secuencia de la exploración de esta sima, en los diversos relatos que hemos subido, se puede ver como con trabajo y algo de frío, conseguimos llegar a uno de esos grandes fenómenos geológicos, que las cuevas nos ofrecen de vez en cuando. La gran sala José Gambino, que se hizo bastante conocida por el interés de la prensa local y nacional, de esto hablamos en otro artículo de este blog.

Foto Kasia, Busca el espeleólogo colgado de la cuerda

 http://valledelason.blogspot.com/2021/10/la-gran-sala-jose-gambino.html

Una vez alcanzada la gran sala se nos planteó el reto de buscar la continuación hacia el fondo del macizo y la cueva del Carcabon, pero encontrar una pequeña corriente de aire en un volumen tan grande y caótico se mostró como un hueso duro de roer y de echo no conseguimos encontrar nada que nos llevara mas lejos.

Una escalada en una de las paredes de la sala, nos condujo a una bonita y amplia galería que nos devolvió la esperanza, aunque su trazado ascendente y la falta de una corriente de aire clara nos tenían en vilo.

Varias salidas después se confirmaron nuestros peores temores, y este tampoco parecía el camino correcto.


 Aun quedaban un par de cosas por revisar con muy pocas posibilidades, para dar por cerrada esta historia y ese punto final lo hemos puesto esta Semana Santa. Este será el último relato de exploración en la Torca de los Cubillones, aunque aun nos quedan otros de visitas con amigos y desequipar todo el material. La exploración en cuevas siempre tiene el mismo final sudoroso, cargados con pesadas sacas y sin la motivación de encontrar nuevos lugares vírgenes.

También queda el trabajo de documentar bien la exploración con un artículo que permita a los espeleos interesados visitar esta bonita torca. Cosa que haremos en el futuro cercano.



Sábado  06-4-2023.

Llevamos bastante tiempo sin volver a la Torca de Los Cubillones, por el invierno y varias semanas de expedición en Papua, pero ya toca y el buen tiempo ayuda.

Son las fiestas de S. Santa y por fin nos juntamos para volver a terminar las últimas incógnitas de la cueva. El día amanece frío pero soleado y tras coger el material y el café de turno, subimos para Ancillo.



Sobre las 10:30 comenzamos el ascenso con más árgomas de las deseadas, pero con un bonito día y buena temperatura. Tardamos una hora en subir hasta la boca y tras ponernos las armaduras del oficio, sobre las 12:00 estamos entrando en la sima que hoy tiene poco goteo.

 

El pozo del Toldo está bastante seco y pasamos casi sin mojarnos, hasta el agujero sobre la negrura, en la que nos vamos perdiendo uno a uno.

Abajo nos dividimos en dos equipos, los castreños y Cristóbal, van hacia la galería superior, sobre la escalada para tratar de abrir la entrada a un tubo al final de la escalada.

Pedro y yo bajaremos algunos agujeros por donde se cuela el agua de los goteos.

Yo bajo las dos pequeñas vías que tiene el goteo principal y que no siguen, cerradas por coladas y bloques. Pedro baja otro agujero que hay mas arriba bajo un gran bloque. Tampoco sigue.

Dejamos el material en la base de la cuerda y ascendemos hacia la galería de la escalada y poco después, encontramos a los otros que han terminado de desequipar la escalada a la chimenea, tras decidir que no merece la pena la desobstrucción.

Foto Marta

 

De bajada y mientras yo como algo, Pedro entra en la gatera que hay al otro lado del pasamanos de la galería, y que ya miró Wichi en otra ocasión. A la izquierda hay un paso estrecho pero luego se ve más amplio. Trabaja con la maza, pasa y dice que sigue, luego ampliamos un poco más la zona y abrimos el paso para los grandes.



 Avanzamos por una galería a tramos baja y en otros más amplio, hasta un resalte de 5 m. que se equipa. Llegamos a una sala, con un desfonde a otra salita a la que llega un goteo.

De frente la sala casi se cierra y un paso estrecho lleva a otro mas estrecho, que solo pasa Pedro y sigue unos 20 m. mas hasta que se estrecha mucho, sale aire claro pero suave.



 La topo nos dice que vamos paralelos a la galería y es muy probable que conecte en la parte baja del pozo final, en cualquier caso la desobstrucción es muy compleja, por lo que decidimos que no procede seguir. Salimos y desequipamos, terminando la topo.

Foto Marta

Foto Marta

Foto Marta

Foto Marta




 Bajamos a la sala con todo el material no equipado y allí recogemos el resto.

Foto Marta

  Vamos subiendo muy cargados y para las 20:15 estamos todos fuera, aun con la luces del día, luego descendemos hacia el valle. Llegamos al coche anocheciendo con una bonita luna llena asomando por el horizonte.

Foto Marta

 Ha sido nuestra última aventura de exploración en la sima de Los Cubillones, aún quedan algunas salidas más pero eso será otro día y otra historia.


 


sábado, 15 de abril de 2023

La desobstrucción interminable.

Laderas del Mortillano, 01-04-2023

 Da lluvia para el sábado, así que planificamos la vuelta después de mucho tiempo al soplador de la ladera oeste del Mortillano, aunque el personal tiene poca motivación. Estamos cinco, Cristóbal, Wichi, Marta, Zape y Ángel

Llevamos más de 25 años trabajando en este agujero, que con 0,5 m. de diámetro suele presentar sobre todo en días de calor, una fuerte corriente de aire, pero después de una pequeña salita y algunos pasos entre piedras, la cosa se complica.

Llevamos al menos tres vías distintas desobstruidas, pero todas ellas al alcanzar cierta profundidad se quedan sin corriente de aire, lo que resulta muy frustrante, que unido a la cada vez más complicada ubicación de las piedras que sacamos, nos han comido la moral.

Solo la convicción de que nos encontramos ante una segura entrada al sistema de Garma Ciega, nos anima aún a continuar los trabajos, pero cada vez cuesta mas engañar al personal para ir a este agujero. Como motivación extra, proponemos una parrillada en el exterior.


 Compramos panceta y queso, luego café en el Wili y salimos hacia Asón. Al aparcar solo tenemos una lluvia muy ligera, que no nos da problemas en la hora de subida que tenemos.


Sobre las 12:00 entramos en la cueva, con un día frio de unos 11 º y mucho viento. El agujero traga aire aunque no mucho.

En la punta la continuación no es clara, si seguir de frente por un pequeño tubo freático o a la izquierda pegados a  una pared con bloques, donde parece que se va mas aire. Mi idea de abrir de nuevo el acceso a la sala inferior, no es posible por que hicimos un tapón grande con las piedras que sacamos. Nos decidimos por la vía de la izquierda y hacemos una larga cadena para sacar piedras más arriba del salto vertical.

A las 14:00 sale Wichi para hacer hoguera y parrilla de panceta. Afuera el tiempo es horrible con viento y mucha lluvia. Un rato mas tarde entra en la cueva el olor a leña y grasa.

Sobre las 15:00 salimos el resto a comer en una cabaña cercana, con el ruido del viento en el exterior. La panceta nos sabe a gloria y cuesta volver al trabajo con la ventisca que hace fuera.

 

Volvemos a la obra y seguimos en el tajo hasta las 17:00. La punta se queda muy cerrada con pequeñas grietas y a la izquierda un pequeño hueco relleno de bloques..

Volvemos a la cabaña con mucho viento y apenas cogemos las mochilas y los chubasqueros salimos pensando ya en el café caliente donde Margari.



 

La bajada es con una ventisca de granizo y lluvia, que nos empapa y nos enfría, afortunadamente cuando llegamos al coche nos da una pequeña tregua para cambiarnos.


Bajamos a Asón y disfrutamos de café con leche y tarta en la terraza cubierta del bar.

Ha sido una jornada más en la eterna tarea de desobstrucción de este agujero soplador, con esa fe casi ciega, que a veces se necesita en la exploración de cuevas.. Continuara..

viernes, 7 de abril de 2023

Decepcionante cual moción de censura (25/03/23)

 



Como dirían los Vómito, un día más esperando el final (o, al menos, las vacaciones). De mientras, habrá que matar el rato (ya que a la gente, incomprensiblemente, no dejan) como se pueda. Así que Gelo, Cristóbal y yo volvemos a la Torca de la Calera, a ver qué nos depara esta vez...

De camino a la torca Cristóbal descubre que se ha dejado el mono en el coche, así que le toca volver para allá, mientras nosotros vamos piano piano, disfrutando de los espinos (Cristóbal, más, como nos mostrará luego). Nos pilla bajando la ristra de pozos, y nos dirigimos los tres a la desobstrucción de la zona oeste del Rabo de Satanás. Hoy estamos más juiciosos (o menos motivados) que la vez anterior, y tras tantear un poco, decidimos que los bloques inestables no parecen muy dispuestos a saltarse la Ley de la Gravedad, por lo que es mejor no incordiarles demasiado.

De retirada, Cristóbal y Gelo hacen una escalada que podría situarnos en un nivel superior, última oportunidad para poder avanzar en esa dirección. En un blog como dios manda, ahora os diría que por aquí logramos continuar. En realidad, no sólo no tiró, sino que la escalada estaba hecha, y yo no me acordaba: mi alzheimer comienza a alcanzar cotas dignas de Ramón Tamames...


Mientras ellos escalan, me voy a revisar una pequeña galería. La vez anterior estuve con el Pesca, y acabamos en una estrechez con una levísima corriente. Sin embargo, hoy sopla bastante más. Nos decidimos a tantear un poco, y mientras Gelo hace de mulo de carga, Cristóbal y yo martillamos rocas sin descanso. Tras un buen rato, logro pasar y...

¡Ah, la sensación de entrar en territorio virgen (no seáis guarros, hostia)! Esto es lo que compensa el cansancio, el miedo, las horas de sinsabores... Un subidón de adrenal...cagoendios... huellas... La puta cueva nos la ha vuelto a liar: por enésima vez, hemos salido a una zona ya conocida. Esta cavidad es más liosa que las justificaciones del pago en diferido de Bárcenas... Lo más grave es que ni siquiera reconozco la galería... Avanzo un buen rato, y al final salgo a un gran pozo, poco por encima de su base: es la vía principal, y estas galerías fueron exploradas por los espeleólogos que encontraron la torca hace un porrón de años, las huellas son suyas.

 


Revisamos y topografiamos unos 200 metros de galerías ya conocidas, descartando cualquier posible continuación. Retrocedemos hasta donde tenemos los petates (y el agua, que llevamos horas sin beber). Dejamos la cuerdas instaladas, para que el resto de compañeros puedan disfrutar de esta vía (y que la desinstalen ellos) y salimos echando unas fotos. Un anochecer marcador por el viento sur nos acompaña hasta el coche (y también nos acompaña una víbora que casi pisamos), poniendo fin a la jornada con unas cervezas donde Willy. Otro fracaso más, como marcan los cánones de esta odiosa sima...