sábado, 15 de abril de 2023

La desobstrucción interminable.

Laderas del Mortillano, 01-04-2023

 Da lluvia para el sábado, así que planificamos la vuelta después de mucho tiempo al soplador de la ladera oeste del Mortillano, aunque el personal tiene poca motivación. Estamos cinco, Cristóbal, Wichi, Marta, Zape y Ángel

Llevamos más de 25 años trabajando en este agujero, que con 0,5 m. de diámetro suele presentar sobre todo en días de calor, una fuerte corriente de aire, pero después de una pequeña salita y algunos pasos entre piedras, la cosa se complica.

Llevamos al menos tres vías distintas desobstruidas, pero todas ellas al alcanzar cierta profundidad se quedan sin corriente de aire, lo que resulta muy frustrante, que unido a la cada vez más complicada ubicación de las piedras que sacamos, nos han comido la moral.

Solo la convicción de que nos encontramos ante una segura entrada al sistema de Garma Ciega, nos anima aún a continuar los trabajos, pero cada vez cuesta mas engañar al personal para ir a este agujero. Como motivación extra, proponemos una parrillada en el exterior.


 Compramos panceta y queso, luego café en el Wili y salimos hacia Asón. Al aparcar solo tenemos una lluvia muy ligera, que no nos da problemas en la hora de subida que tenemos.


Sobre las 12:00 entramos en la cueva, con un día frio de unos 11 º y mucho viento. El agujero traga aire aunque no mucho.

En la punta la continuación no es clara, si seguir de frente por un pequeño tubo freático o a la izquierda pegados a  una pared con bloques, donde parece que se va mas aire. Mi idea de abrir de nuevo el acceso a la sala inferior, no es posible por que hicimos un tapón grande con las piedras que sacamos. Nos decidimos por la vía de la izquierda y hacemos una larga cadena para sacar piedras más arriba del salto vertical.

A las 14:00 sale Wichi para hacer hoguera y parrilla de panceta. Afuera el tiempo es horrible con viento y mucha lluvia. Un rato mas tarde entra en la cueva el olor a leña y grasa.

Sobre las 15:00 salimos el resto a comer en una cabaña cercana, con el ruido del viento en el exterior. La panceta nos sabe a gloria y cuesta volver al trabajo con la ventisca que hace fuera.

 

Volvemos a la obra y seguimos en el tajo hasta las 17:00. La punta se queda muy cerrada con pequeñas grietas y a la izquierda un pequeño hueco relleno de bloques..

Volvemos a la cabaña con mucho viento y apenas cogemos las mochilas y los chubasqueros salimos pensando ya en el café caliente donde Margari.



 

La bajada es con una ventisca de granizo y lluvia, que nos empapa y nos enfría, afortunadamente cuando llegamos al coche nos da una pequeña tregua para cambiarnos.


Bajamos a Asón y disfrutamos de café con leche y tarta en la terraza cubierta del bar.

Ha sido una jornada más en la eterna tarea de desobstrucción de este agujero soplador, con esa fe casi ciega, que a veces se necesita en la exploración de cuevas.. Continuara..

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