viernes, 29 de septiembre de 2023

Otoño en Rubicera

 Cueva de Rubicera sábado 23 de Septiembre de 2023

Durante la semana ha llovido bastante, pero el pronóstico para el sábado es bueno, así que nos animamos a una salida a la cueva de Rubicera, en las paredes del Asón.

Para esta ocasión contamos con la presencia de un amigo de Galdames, Loti, que nos ha oído hablar mucho de esta cueva, pero no ha tenido aún la oportunidad de disfrutar de sus encantos. Así pues estamos cinco individuos para esta excursión, Marta, Zape, Pedro, Loti y Ángel.

Tras los saludos protocolarios en Ramales, tomamos camino del bar de Asón, donde Margari nos pone unos cafés y comentamos la actualidad turística y espeleológica de la zona.


 Sobre las 10:00 dejamos los coches y tomamos el aéreo camino que nos lleva a la cueva, el suelo esta embarrado pero el día es estupendo, para pasear por la montaña. Le comentamos a Loti los principales sitios de interés de la comarca. Las cornisas aéreas nos impresionan a todos aunque algunos ya las hemos atravesado muchas veces.

 

Llegamos a la amplia boca y sobre las 11:30 estamos entrando en el mundo oscuro, recorriendo las grandes galerías de la zona superior y atravesando el paso entre bloques, que nos deja en los niveles inferiores.

Tras  casi dos horas de marcha que nos hacen sudar, llegamos a las cuerdas que instalamos la ultima vez y que nos permiten evitar el paso por el río y alcanzar un laberinto de galerías y tubos interconectados, que exploró la SEII en su día y que estamos revisando en busca de posibles zonas perdidas.

Comemos en horario Europeo y hacemos dos equipos. Los castreños y Loti harán varias travesías al otro lado del rio, para revisar una serie de tubos que se aprecian en varios puntos.

Pedro y Ángel, seguirán la galería principal más ancha, que en su extremo más al Este conecta con un cañón desfondado. Allí dejamos la última vez un estrecho tubo que parecía dar a una galería sin huellas.

Foto Marta

 Llegamos rápido a nuestro objetivo y tras arrastrarnos por un estrecho tubo, equipamos un resalte y llegamos a una amplia galería de 3 m. de ancho por cuatro de alto, que pronto se divide en dos. A la derecha enseguida un desfonde corta el paso, pero por una cornisa se puede llegar hasta otro punto conocido del nivel inferior del cañón.




Mientras hago la topo, Pedro equipa otro desfonde que también corta el paso de la galería de la izquierda. Con cuatro anclajes esquiva el desfonde y llega a un suelo, donde encuentra huellas y spit antiguos. No sabemos por donde han llegado los chicos de la SEII, pero esta claro que la zona esta explorada. Seguimos la galería y unas decenas de metros después está cortada por un pozo chimenea regado.

Volvemos atrás y Pedro instala la bajada al desfonde, comprobando que hemos llegado a la galería de la Cerradura que conocemos bien.

Mientras Pedro asciende, yo reviso la galería en busca del punto por donde han podido llegar los primeros exploradores. Encuentro una vira fácil de trepar que efectivamente tiene huellas, asciendo y llego a un nivel con cruce de cuatro galerías. Aviso a Pedro que me sigue y decidimos avanzar por el tubo más grande, para ver si localizamos alguna zona conocida.

 

Poco después Pedro localiza uno de nuestros puntos de topo, yo le sigo haciendo topo y por fin sabemos donde nos encontramos. Estamos al inicio de esta compleja red que hemos llamado El Laberinto.


Volvemos y revisamos algunas de las otras galerías que salen del cruce. Pedro por una de ellas llega a la galería superior y contacta con el otro equipo. Yo reviso otra hasta un amplio pozo chimenea que corta el paso.

Decidimos que Pedro vuelva por donde hemos venido, desequipando y recuperando el material, mientras yo me llevo el resto de material y termino la topo hacia la galería principal.

Cuando llego a la zona donde comimos, no veo a los del otro equipo, por lo que dejo el material y vuelvo por la galería principal en busca de Pedro, al que encuentro saliendo de los tubos.

Volvemos revisando algunos cruces mas en el lado sur que curiosamente nos lleva a la zona en la que acabamos de estar. Lo dicho esta parte de la cueva es una laberinto.

Llegamos al punto de encuentro y como sigue sin haber rastro del resto de las tropas, miramos una cornisa sobre el río y Pedro muy motivado dice que ve un posible tubo, así que cogemos el material y empieza a montar un pasamanos.









 

Llegan Marta y sus chicos, que han realizado varias travesías al otro lado del rio, en diversos puntos y se han arrastrado por tubos de arena, pero no han encontrado nada interesante, pero Marta esta contenta con las fotos que ha hecho y de su nuevo modelo, que le posa muy bien.

Foto Marta

 

Foto Marta

Foto Marta

 

 

 

Pedro termina el pasamanos, pero al otro lado no hay nada, por lo que desequipa y damos por terminada la exploración en este sector. Debatimos sobre que hacer con el material y las cuerdas instaladas, como siempre cambiamos de idea varias veces y el pobre Zape tiene que volver a montar lo que ha desmontado.

Salimos para el exterior resoplando en las cuestas y los pasos estrechos pero Loti nos ha metido presión y hay que mantenerle en tensión, incluso me veo obligado a meterle una piedra en la saca para que no corra. Creo que Loti tienen otra versión de la historia, pero para eso soy yo el que escribe el artículo.. jjjj

A las 21:00 estamos en la boca y como los días se han acortado mucho ya es de noche, aunque hay buena luna y estrellas. Hacemos la foto ritual y cargamos las mochilas, tomando el camino de las trepadas y rampas que se nos hace muy largo perdiendo las últimas fuerzas que nos quedan. En lo alto de la ruta, nos sentamos un poco y contemplamos la bonita noche, luego continuamos el camino ya sin cuesta, hasta alcanzar los coches a las 22:00.

foto Marta

 Pedro se va para casa y el resto bajamos al Coventosa, para disfrutar de un buen cabrito regado con vino, que espero convenza a Loti de volver con nosotros, a pesar del maltrato en la cueva y de que el día no ha sido productivo, en cuanto a nuevos descubrimientos, pero si de buenos momentos y bonitos paisajes subterráneos.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

El fin del verano

 Torca de La Calera sábado 9 de Septiembre de 2023

Las campañas de Picos han tocado a su fin y las vacaciones familiares también, por lo que hay tropas disponibles para hacer una entrada al mundo subterráneo. Yo tras un mes de recuperación de una operación de la mano, estoy pensando en probarla, así que también me apunto. Estamos cinco, Marta, Zape, Cristóbal, Pedro y Ángel.

Nos decidimos por una actividad relajada, así que de nuevo volvemos a la puerta de casa, en la Torca de La Calera y como no hay que estresarse quedamos a las 10:00, que algunos hemos estado de fiesta hasta tarde la noche anterior.


 Tras el café ritual, ascendemos hacia Zorrocillas, con viento del sur muy cálido que nos recalienta solo con echarnos la mochila a la espalda. El camino con suave ascenso nos permite charlar de temas varios y contarnos las últimas campañas y vacaciones, yo solo puedo hablar de operaciones y cicatrices..

Cuando llegamos al bosque, hay que sacar las tijeras, ya que los espinos han reclamado sus derechos y ocupan buena parte del espacio. Los helechos están un poco más mustios que la última vez pero aun así nos cubren en algunos puntos.

Por fin llegamos a la boca y estamos entrando sobre las 12:00, con Pedro en Cabeza y Zape detrás.

El resto vamos con mas calma y nos reagrupamos en la galería del Reencuentro, donde decidimos hacer dos equipos. Pero antes comemos algo, que aunque no nos lo hemos ganado aún, nunca es mala hora para comer.

Terminado el ágape , los castreños y Pedro se van por el pozo del atajo para llegar a la zona profunda del pozo del Moro, donde dejamos equipados unos resaltes que hay que desmotar y de paso revisar bien la zona.

Cristóbal y Ángel, cogemos el material incluyendo el taladro nuevo de Zape, que se resiste a dejarlo y se despide de él con pena. Subimos por la amplia galería hacia su zona alta, para terminar la escalada que dejamos pendiente la vez anterior. Cuando llegamos a la base de la cuerda que asciende a la punta, descubrimos que no hemos cogido los multi que traemos, y tengo que volver a buscarlos. Mientras Cristóbal asciende y coloca un fraccionamiento y un desviador, donde puede por que la roca es asquerosa.

Cuando llego asciendo a mi vez y llegamos a la reunión, donde preparamos el material para terminar la travesía, que falta para llegar a una repisa al pie de un amplio volumen, donde esperamos encontrar una galería.


Cristóbal coloca algunos pulse en mala roca, pero llega enseguida a la repisa y coloca dos multis en mejor roca. Le sigo desequipando la reunión y la travesía.

Hay que subir un poco, bordeando un pocete para ver la continuación y cuando lo hacemos la decepción es total, ya que solo se ve una rampa vertical, que termina en una chimenea cutre de muy mala pinta.

 Colocamos una cuerda para bajar a un desfonde y comprobar que tampoco sigue por allí.

En la vertical, muy alto a más de 30 m. se ve un posible tubo, que confluye hacia la chimenea pero la pared es una especie de mezcla de areniscas, margas y coladas, que hace muy complejo el ascenso.

 Decidimos fijar la cuerda y dejar esta puerta abierta, para cuando no tengamos nada mejor que hacer en la cueva y puede que ni aún así, pero de desequipar siempre hay tiempo.

 

Bajamos y volvemos hacia la zona donde comimos, son las 16:00 y pensamos que el resto de la tropa no debe de tardar, ya que desequipar las cuerdas que quedaban no debería llevarles mucho tiempo. Pasa una hora y no llegan, lo que tampoco nos extraña mucho, teniendo en cuenta que Rastreator va en el equipo.

Finalmente les oímos en el fondo del pozo y poco después van apareciendo. Nos preguntan por nuestra exploración y les decimos que hemos tenido que abortarla, por que el taladro se ha quemado, la cara de Zape se transforma y pareciera que le hemos anunciado una inspección de hacienda. Mantenemos la farsa un rato, pero temerosos de que Zape se eche a llorar, les contamos la realidad de la frustrante escalada.

Ellos en cambio, parecen tener mejores noticias, ya que tras desequipar las cuerdas, han revisado la galería que avanza hacia el noreste, muy concrecionada en algunos puntos.

La vez anterior que estuvimos en esta zona no se hizo una revisión detallada, pero tampoco se apreció aire claro. Hoy parece que han encontrado un par de puntos, donde se nota aire e incluso se oye en alguna estrechez. Seguro que precisa trabajo, pero es posible que podamos encontrar algo interesante en este sector.

Pedro esta muy motivado y propone volver a bajar para instalar un pozo regado, pendiente de otras veces por el agua. Pero el resto no estamos por la labor y pensamos ya en subir, con Pedro de nuevo en cabeza, que al llegar a la cabecera del primer resalte, propone mirar un tubo colgado que se ve en esta cabecera.

Subimos el resto hasta el pasamanos y Cristóbal que sube el último, se ocupa de hacer un paso a la otra pared, que le cuesta mucho con sus cortas patitas y con mala roca para los pulse. Sube a una repisa y coloca más pulses, ninguno de ellos muy fiables, se asoma al otro lado de una cornisa y confirma que el posible tubo está relleno.


 Se baja de allí como puede y subimos todos al exterior, a
las 17:30 estamos en el exterior, con un fuerte bochorno y nubes de tormenta que nos acechan.

Nos cambiamos y de nuevo con la tijera en la mano, nos dirigimos al bosque con los truenos crujiendo encima de nosotros, lo que me hace pensar en la puntiaguda tijera que llevo en la mano.

Conseguimos llegar al coche sin mojarnos y pensamos ya en la hidratación en la terraza de Willy.

Ha sido una jornada tranquila, ideal para reiniciar la temporada de otoño y como casi siempre en este negocio, con cal y arena..

domingo, 13 de agosto de 2023

El ataque de los espinos mutantes

 Torca de La Calera sábado 22 de Julio de 2023

El verano esta en pleno y nuestras tropas están dispersas, por lo que hoy solo estamos Cristóbal y Ángel, para bajar al mundo subterráneo.

Buscamos una actividad relajada y decidimos ir a la cercana Torca de La Calera, para hacer algunas escaladas que tenemos pendientes de hace tiempo.

Después del café matutino subimos hacia el Moro, dejamos el coche y con las mochilas emprendemos la marcha, Cristóbal trae una indumentaria veraniega con pantalones cortos y camiseta.

 Los problemas comienzan al llegar al encinar y meternos en la senda que lo cruza. Esta llena de zarzas, espinos y helechos gigantes. Es increíble como ha crecido todo en unas semanas de sol y lluvia. Voy delante apartando todo lo que puedo, pero eso no evita que los espinos se ceben con Cristóbal y sus carnes al aire.

Cuando llegamos a la boca parece que se ha peleado con un gato.

 

Nos cambiamos y entramos en la boca que sopla, bajamos los pozos y llegamos a la galería del Reencuentro donde recogemos algo de material y ascendemos hacia la zona superior.

Una corta cuerda nos deja en medio de una chimenea que presenta posibles galerías en ambos lados. Montamos una reunión y comienzo la escalada de la zona izquierda sobre un muro de colada.

Busco la zona de roca bajo la colada y lazo alguna estalagmita, que finalmente me permiten alcanzar el hueco que se veía desde abajo. Pero solo es eso un amplio portal, pero de todas formas subo a su zona superior y allí hay un paso estrecho entre formaciones y luego se ve otro hueco más amplio.

Fijo la cuerda y le digo a Cristóbal que suba a ver si él puede pasar entre las formaciones. Se quita los trastos y consigue pasar, pero solo para llegar a una salita barrosa que no continúa.

Desequipamos la escalada y con un lazo en un puente consigo bajar sin dejar anclajes, hasta estar de nuevo en la primera repisa que he alcanzado. Desde allí pretendemos hacer la escalada del lado derecho, que se presenta como una larga travesía en mala roca y luego ascender hasta un amplio hueco.


Montamos una reunión y Cristóbal comienza la travesía con los pulse, pero la roca se lo pone difícil y le cuesta encontrar roca que sea sólida, afortunadamente pesa poco y avanza hasta un recodo, al pie de una zona vertical, donde se terminan los pulse y monta una reunión con spit, un poco precaria. La batería se está terminando y solo nos da para bajarnos de allí.

Deshago la travesía retirando los anclajes y cuando llego, montamos un rapel, dejando un pulse de reaseguro de los precarios spit. Se clava un fraccionamiento y bajamos a la base de la chimenea, desde donde tenemos acceso directo desde la galería del Reencuentro.

 

Dejamos algo de material y subo a desequipar la pequeña cuerda que ascendía hasta a ventana de la chimenea.

Anotamos el material, picamos algo que no hemos comido nada y son las 4 de la tarde y luego ascendemos al exterior con calma, de forma que a las 17:00 estamos en la calle, con el día nublado.


 Nos dejamos puestos lo monos exteriores hasta atravesar el bosque y luego terminamos el camino hasta el coche.

Unos calimochos ayudan Cristóbal a lamer sus heridas de guerra..

martes, 25 de julio de 2023

Campamento Fuente Fría 2023

 Viernes 30 de Junio a sábado 8 de Julio de 2023

Este año de nuevo nuestras ganas de socializar se han impuesto y hemos celebrado la 21 edición del campamento de Fuente Fría.


 El tiempo propio de esta zona al pie del Mortillano, se ha impuesto de nuevo con varios días de lloviznas y niebla, que no ha ayudado en los trabajos de prospección, pero no hemos permitido que nos dejara bloqueados en el campamento y hemos salido todos los días a hacer alguna actividad.

 

Por supuesto la base de este campamento que consiste en comer bien,  beber mejor y reírse mucho, se ha cumplido con creces y el número de asistentes también se ha mantenido alto, con incluso algunos chavales jóvenes, que han pasado algunos días de espeleo con los viejos dinosaurios.

Como siempre la aventura empezó el viernes, con la subida del material hasta la zona, con ayuda del tractor de David, pero tuvimos el primer incidente del campamento, con uno de los dos rescates que se sucedieron en esta campaña.

Al llegar a la zona de pista más compleja y barrosa, encontramos a varios guardamontes, que tenían dos todoterrenos atrapados en medio del camino, cuando uno de ellos se quedó sin batería al tratar de sacar a otro con el cabrestante.

David desengancho el remolque con nuestros trastos y se acercó a la zona para remolcar el vehículo y sacarlo del apuro. Luego continuamos nuestro porteo sin más incidentes, pero llegamos a Ffria con la noche acercándose.

 

Foto Inma

El montaje de los principales elementos del campamento se completó ya con niebla y la noche sobre nosotros. Una rica cena ayudó a recuperar fuerzas y disfrutar de la primera jornada de esta edición.

Teníamos este año tres objetivos definidos:

Continuar la exploración de una sima de otros años, en la que una importante corriente de aire entrante, nos hacia tener esperanzas de una progresión.

Foto Inma

Foto Inma

 Prospectar en la zona que rodea a esta sima, al pie del Mortillano en cotas superiores a los 1300 m..



 Revisar algunas simas de otros años con presencia de corriente de aire o ventanas sin explorar.


 

 


También pensábamos desequipar la sima FO1, que llevamos varios años trabajando en ella, pero que nos ha ganado la partida y hemos decidido dejarlo para las próximas generaciones.

Foto Inma


Foto Inma

Al final hemos trabajado en todos estos objetivos y prospectado también en la zona de la Peña de Fuente Fría, que se encuentra justo encima del campamento y nos sirvió de área de trabajo para los días lluviosos. Fue una sorpresa ya que aunque esta zona ya había sido revisada en los primeros años del campamento, aparecieron varias simas importantes que eran desconocidas.

Los últimos días tuvimos el segundo rescate de la campaña, cuando unos extraños ruidos cerca de la pista de llegada, llamaron la atención de Nelin y al acercarse a una zona de helechos y árgomas, encontró una yegua caída en una profunda grieta de la que no podía salir. Tenia pinta de llevar allí algún día y su futuro era difícil.

Contactamos con David, que localizó al dueño y tras varias horas de espera, llegaron con un tractor con pala, que con la ayuda de las cuerdas y cintas que le pusimos en las patas, pudo sacarla medio muerta.

Las dudas sobre si viviría eran muchas, aunque pronto se levanto y por lo que sabemos ha sobrevivido. Este rescate nos dejó buen sabor de boca y fue un buen broche para el campamento.

El ambiente como siempre ha sido muy bueno, con una mezcla de personajes de muy diversa procedencia y edad, con espeleos, vascos, gallegos, sorianos e indígenas.


Foto Inma


 

 Los resultados los daremos con más datos en nuestra memoria, pero básicamente, en la FH24, hemos alcanzado los 110 m. de profundidad, con bonitos pozos, pero la cavidad se ha estrechado mucho y va a requerir mucho trabajo seguir avanzando.

Hasta el próximo año.

sábado, 24 de junio de 2023

Despedida y fiesta en Los Cubillones

Sábado 3 de Junio de 2023

Éste será el último artículo en el que hablemos de la Torca de Los Cubillones, aunque nunca se sabe con esta sima, ya que la hemos retomado tres veces a lo largo de los años.

Esta última salida la hemos dedicado a desequipar la cueva y completar la ficha de instalación para el artículo, que los interesados podéis bajar de nuestra web en el link:

 http://www.aer-espeleo.com/publicaciones.htm , donde incluimos el track de acceso a la boca, descripción e histórico de las exploraciones.

Pero lo mejor de este día, ha sido la fiesta que hemos montado con unos cuantos amigos de diversos clubes y procedencias, que nos suelen acompañar en diversas exploraciones por el mundo. El poder de convocatoria de Marta ha quedado patente y nos hemos reunido 14 individuos para la despedida de la Torca.

Parece el típico chiste… Un vasco, un gallego, un polaco, un portugués, un andaluz y uno de Castro van a …

En realidad han sido tres vascos (Loti, Teio, Jabi), dos gallegos (Currás, Nacho), tres portugueses (Pinto, Pessoa, Samuel), dos polacos (de Polonia sí.., Kasia, Pawel) y cuatro de los pringaos de siempre, Marta, Zape, Cristóbal y Ángel.

 

A continuación breve  relato de este día de risas y espéleo.

Marta ha llamado a asamblea y el personal ha llegado de todos los rincones de Europa para asistir al evento. Con el albergue de Rocío como punto de encuentro, empezamos el fin de semana poniéndonos al día de asuntos varios entre todo tipo de acentos, chanzas y risas.

El sábado conseguimos ponernos en marcha sobre las 10:30 de la mañana. Anuncian día de fuerte calor, cosa que se confirma cuando dejamos los coches en Ancillo sobre las 11:00 y tomamos el camino de subida. El sudor se nos mete en los ojos pero hay muchas cosas de qué hablar y el camino se hace ameno.

 

Cuando alcanzamos el collado que mira al Norte y contemplamos las vistas que llegan hasta la costa, sólo nos queda avanzar bordeando la peña, casi sin pendiente, hasta alcanzar el pequeño cordal en el que se sitúa la sima.

 

Nos dispersamos por los alrededores para equiparnos mientras seguimos con las bromas, puyas y risas.


 Cristóbal inaugura el descenso sobre las 12:30, con una larga fila de seguidores, algunos conocedores ya del agujero y otros que lo pisan por primera vez. 


Entro el último con idea de completar la ficha de instalación y al final voy solo por la sima, hasta que llego al pequeño agujero en el techo de la gran sala, donde veo las luces de los demás en el fondo de la gran negrura.

 

Cuando tomo tierra me dirijo al Sur para reunirme con un grupo que espera al pie de la escalada que sube a la galería en una de las paredes de la enorme sala. El resto ha subido ya, para conocerla, hacer alguna foto y desequipar las varias escaladas que tiene.



Poco a poco van volviendo y los últimos, Marta y Cristóbal, que son quienes la escalaron en su día, completan la desinstalación de esta zona. 

 Recogemos el material y subimos al pie de las cuerdas de llegada, donde sacamos las viandas y recuperamos fuerzas, mientras algunos pensamos en la larga subida que nos queda hasta llegar al techo de la sala.

 

Pawel, Pablito para los amigos, inicia la procesión y el resto le seguimos en peregrinación por las dos cuerdas que tenemos instaladas. Son las 16:00 y hemos ido bastante rápido para todos los que somos.

 

No sé que habrá pasado por la cabeza de cada uno al bajar a la enorme Sala Jose Gambino, pero creo que a ninguno le habrá dejado indiferente, tanto por lo inusual de su tamaño, como por los sentimientos que nos desata, al llevar ese nombre tan especial para todos nosotros.

 La fila de espeleólogos cargados con sacas llenas de material va ascendiendo poco a poco por la sima y aunque soy el más viejo no debo ser el más sabio, porque acabo cargado con una cuerda de 100 m. y algún trasto más, que arrastro por los tubos y pozos pensando que es la última vez que recorro estos lugares, aunque pensándolo bien esta sensación ya la he tenido más veces y no ha sido verdad.

 

Llego al exterior donde parece que la amenaza de tormenta que había no se ha cumplido. Todo está seco y el sol aún calienta con fuerza. Cristóbal es el último en salir y sobre las 18:30 la sima ha quedado completamente desequipada.

Contemplo las caras y pregunto por las sensaciones del personal y parece que todos han disfrutado mucho de la cueva.

 Algunas fotos de grupo y de nuevo tomamos el camino de bajada con algún trueno de fondo. Una hora después estamos en los coches soltando las pesadas mochilas.

 

 

La actividad espeleológica ha terminado pero ahora comienza la fiesta de despedida y cierre de la Cueva de Los Cubillones, que tantas esperanzas, alegrías, penas y trabajo nos ha dado; empezando por unas cañas en Vegacorredor, a la orilla de río, continuando con una riquísima cena en el Albergue de Roci y terminando con unas copas en la terraza del Willy como no podía ser de otra forma.


Fotos: Kasia Biernacka