domingo, 23 de junio de 2024

Y otro japibirday más

 


 25/05/24

Pues otro cumpleaños (de Cristóbal, en esta ocasión), y otra vez a la sima de nuestros desvelos. Empieza a parecerme un puto Txikipark, pero versión sadomasoquista. Pero bueno, ya que el ESOCUÑ (Unión de Espeleólogos Cuñados) no da parte de ninguna alerta, optamos por desaparecer de la faz de la tierra, no vaya a ser que nos crucemos con Milei.

Quedamos sin madrugar Marta, Zape, Cristóbal y yo. Gelo anda por Tirana (no hacemos chistes sobre su tendencia a mandar y el nombre de tan bella ciudad) y Wychy ha causado baja en el último momento. Nelín, que iba a venir, se ha ido con Juanito al Remendón, a "sus labores". No tenemos, por lo tanto, 4x4; pero al menos estamos todos más o menos enteros.

Subimos a buen ritmo hasta la cueva, y nos cambiamos con un tiempo magnífico, que hace que entrar sea aún menos agradable que lo habitual. Marta vuelve a intentar una foto que se le resiste en las galerías de la entrada, y tras lograrlo tiramos para abajo.



Llegamos a la base del pozo de 50, y allí nos dividimos: Marta y Cristóbal suben a mitad de pozo: parece que hay un estrato que pudiera tener una continuación, pero exige de una travesía y unos pasos de escalada. Ambos se dirigen para allá con una ristra de "pulses", mientras Zape y yo nos quedamos con la misión de comenzar a retirar piedras.

Zape decide comenzar por la fisura de arriba, que parece un poco menos estrecha, aunque más complicada para trabajar. Desde una cabecera fija se contorsiona para atrás y para adelante intentando quitar piedras empotradas. Mientras, me regodeo en su sufrimiento, que desgraciadamente dura poco: pese a que logra pasar, poco más allá se torna en una estrechez impenetrable. El aire escapa por una chimenea ascendente igualmente estrecha.

Visto esto, no queda más remedio que comenzar a trabajar en el meandro inferior, bastante descorazonador. Yo me encargo de la dirección de la obra, y Zape de su implementación. Vamos, que me toco los huevos mientras él curra. Pero enseguida se venga, machacándome el pie con uno de los pedruscos descomunales que saca (mira que es bruto).

Tras un par de horas de trabajo llegan Cristóbal y Marta: han acabado la travesía-escalada (no ha sobrado ni un pulse, que la cosa estaba complicada), pero no tenía mayor interés. Para alivio de Nelín (y mío), han cambiado la instalación del pozo grande, eliminando el péndulo horrible.


Aprovechamos para comer, habiendo de nuevo cánticos cumpleañeros, velitas y mazacote cañetero obstructor de arterias (qué rico). Una vez mineralizados y vitaminados, seguimos sacando piedros.

Contra todo pronóstico, un buen rato después alcanzamos la curva del meandro, y allí se amplía un poco. Cristóbal decide tirar de frente, con la esperanza de que poco más allá el meandro se amplíe un poco, y evitemos la zona de piedras. Tras unas cuantas contorsiones, llego a una zona donde parece cruzarse con otro meandro. Cojonudo, ahí seguro que se ampl... Su puta madre. Más estrecho que un numerario del Opus. Sin embargo, nos permite ver que, debajo de nosotros, hay un P.10 algo más amplio, por el que circula un hilillo de agua.


Visto lo visto, volvemos a sacar piedras de la zona inferior. Nos queda un buen tramo, calculamos casi dos metros de meandro estrecho con bloques atravesados. Pero, al otro lado, se vislumbra ya algo más amplio, lo que nos da un poquito de esperanza. Sin embargo, el trabajo es duro, y un par de horas después decidimos dejarlo para otro día, que hoy también hay cumpleaños para celebrar.

Remontamos hacia el exterior, donde nos encontramos ya con mensajes del tirano en Tirana, preguntado cómo va la obra. Tras dar el parte, bajamos lentamente con bonita luz, y paramos en el Casamontaña a tomar algo. Una vez más, la cueva nos ha permitido avanzar, pero sigue sin entregarnos sus tesoros (esta frase es tan hortera que podría estar en un artículo de la Desnivel en los 90). Veremos qué ocurre en el próximo episodio (seguro que, como casi todas las series buenas, la muy cabrona nos la cancelan).

Fotos: Marta Candel

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