miércoles, 25 de mayo de 2016

Vivac en Rubicera (7 y 8 de Mayo de 2016)





De nuevo planeamos visitar nuestro vivac 5 estrellas en Rubicera para continuar las exploraciones en esta cavidad.
Nos reunimos cinco a las nueve en el club, ya que el doctor Ogando no ha dejado a Marta venir a la cueva para que esté pronto en forma para trabajar.
El tiempo no está muy claro pero no nos mojamos en la aproximación a la boca y tras cambiarnos entramos Zape, Moi, Cardin ,Pedro y Angel, con una animada conversación sobre los más variados y disparatados temas, que como siempre incluyen sexo, alcohol y fauna local..
Llegamos al río que baja muy tranquilo y esta vez nadie se moja los pies, aunque poco más tarde algunos nos mojamos de sudor en las gateras y llegamos resoplando al vivac.
Comemos en el vivac y dejamos la cena, recogemos material y tomamos dirección a la zona de los osos, pero con idea de revisar algún caos de bloques por el camino.
Esta revisión nos lleva más de una hora de trabajo pero sin éxito, por lo que continuamos hacia el final de la galería de los Imputados, donde nos dividimos en dos grupos.

Zape y yo nos quedamos para hacer una escalada a un tubo descendente, que ya empecé con Pedro hace tiempo hasta que se rompió primero el burilador y luego el taladro.
El resto se van por las gateras hacia las galerías de los Osos a revisar algunos cruces.
La escalada se hace rápido y continuamos por un meandro-tubo con paredes muy brillantes de singular belleza, que va ascendiendo con cortas trepadas pero que finalmente se cierran, dando por terminada la exploración de esta zona. Nos bajamos topografiando los 90 metros de galería.

Nos reunimos con Moi que con Zape inicia una travesía en la cabecera del pozo del Atajo para revisar un posible meandro en el otro lado del pozo.
Yo voy por las gateras que no conozco hacia las galerías de los Osos donde me encuentro a Pedro y Cardin que vuelven de recorrer unas gateras que les han llevado a otras galerías ya conocidas en el nivel superior.


Doy una vuelta por las galerías de los Osos que como dijo Marta son “preciosísimas”, con paredes brillantes y bonitas excéntricas. Llego hasta el pozo que une al menos tres niveles de esta red y compruebo que hay una posible continuación al otro lado del pozo, donde se aprecian trazas de un importante tubo a presión. Será un buen objetivo para otro día.


Me vuelvo con Moi y Zape mientras los otros se van a la zona alta a revisar otra gatera que dejó Pedro pendiente.

La travesía de Moi no ha sido exitosa y nos bajamos por el pozo hacia la sala de la Momia Verde, donde Zape localizó un meandro que le llevó a una sala que hay que topografiar y revisar.
El pozo del Atajo nos deja en el techo de la sala y tras bajarlo descendemos entre bloques para llegar a un estrecho meandro que después de varias curvas desemboca en una amplia sala que según recorremos va adquiriendo más altura.
En el extremo una rampa de fuerte pendiente permite a Zape llegar casi al techo sin más opciones de continuación.
Moi se introduce por un meandro ascendente, con algo de aire que recorre durante un tramo antes de que se pone complicado seguir ascendiendo.
Ellos revisan otras estrecheces mientras yo topografio la sala y cuando damos por terminada la revisión volvemos por el meandro hasta un cruce de este, que seguimos durante unas decenas de metros hasta que volvemos a salir a las galerías que conducen al P70, donde cierro la poligonal.
Ascendemos a las gateras donde hemos quedado con los gateraman a una hora concreta, pero como no llegan nos vamos hacia el vivac, tras dejar un nido de material.
Nos lleva casi dos horas volver y aún nos queda hacer trabajos de ingeniería hidráulica para poder tomar agua de la cascada del río Toxe que nos sirve de suministro.

Cuando estamos calentando el agua llegan Cardin y Pedro que han topografiado otra gatera que lleva a un gran desfonde, que habrá que ver si se trata de una zona conocida de la cueva o no. Otro misterio a resolver en la próxima salida.
La comida es abundante como siempre que Wichi no hace la compra y nos ponemos ciegos a pasta y queso, antes de irnos a los sacos después de más de 14 horas de actividad bastante movida.
Los ronquidos y otros ruidos internos son lo único que se oye poco después en la galería, hasta que suena el despertador prontito, que Cardin tiene una “cita” misteriosa para comer y no quiere salir tarde, cosa que a Zape no le gusta nada.

Tras desayunar los sobaos de rigor y equiparnos, iniciamos la marcha de retorno, con sus laminadores, cuerdas ascendentes, más gateras y cuerdas., bonitas galerías y de nuevo en el río.
El resto de zonas habituales en Rubicera y las habituales conversaciones tratando en vano en averiguar con quien es la cita misteriosa de Cardin, nos dejan por fin en la boca, donde comprobamos que no llueve .

El pateo de una hora por pasamanos y rampas herbosas ponen fin a la actividad espeleológica de este finde, donde hemos podido topografiar 470 metros de galerías nuevas. El proximo número redondo para el desarrollo del Mortillano ya está cerca los 140 Km.

Las actividades poscueva continúan en el bar de Arredondo donde hemos quedado con Marta, que ha subido en bicicleta desde Castro más de 60 Km., solo para demostrarle a Zape que esta lista para todo, como demostrará en la próxima salida que hemos hecho y que ya contaremos en otro momento..

 

lunes, 9 de mayo de 2016

Escalando en el Cuivo

Sabado 16 de Abril de 2016



Este fin de semana solo estamos Zape y yo para sumergirnos en el mundo de las calizas y el tiempo no es muy bueno, por lo que decidimos ir a terminar una escalada pendiente, en un lateral del tramo final del río del Cuivo en Astrana.
Tras el café de rigor en la Gandara aparcamos junto a la boca del Mortero donde encontramos a otros espeleólogos que parece pretenden hacer alguna de las travesías que salen por el Mortero.
Nos vestimos de romanos y tomamos el camino de la gran boca emblemática de la comarca. A pesar de las innumerables veces que hemos estado en esta boca, nunca dejamos de maravillarnos de sus volúmenes y colores.
Instalamos la cuerda de 50 m. para descender al fondo de esta gran boca, descendiendo a continuación las rampas de bloques que nos introducen más profundamente en la montaña. Algunos pozos rampa nos dejan en una galería horizontal que seguimos hasta la sala de la cascada con su afluente ruidoso que cae del techo.
Continuamos descendiendo con el río pero algo extraño sucede, huele a abono de vaca y fijándonos en el color del agua vemos que tiene un tono verdoso. Es evidente que el río está contaminado por un fuerte vertido de purines y como sabemos por nuestros trabajos de exploración y coloraciones, esta agua va directamente a la surgencia de Las Fuentes en Asón, donde se toma el agua para el suministro de Arredondo .Creo que no se es consciente en toda la comarca del funcionamiento hídrico de los macizos y de donde viene el agua que bebemos en nuestras casas y las implicaciones para nuestra salud que tienen los vertidos incontrolados, sobre arroyos o simas.
Llegamos al cruce del rio del Cuivo, que afortunadamente viene limpio y lo remontamos hasta el cruce con las galerías laterales en las que dejamos pendiente una escalada. Trepamos varios resaltes y llegamos a la cuerda que nos lleva al final de la punta de la salida anterior.
Preparamos los trastos del oficio y Zape inicia la escalada por buena roca en general, ascendiendo poco a poco hasta una ventana más estrecha, que lo lleva a una repisa amplia con bloques. Subo hasta la repisa desequipando la escalada y acometemos otro tramo de escalada hacia unos tubos en el techo, a los que Zape al final llega y comprueba que unos bloques taponan el paso y poco podemos hacer.
Descendemos y desequipamos este segundo tramo de escalada y decidimos intentar otra variante sin entrar en la ventana. Tomo la cabeza de la escalada haciendo una travesía hasta una estrecha repisa, desde la que aseguro a Zape con los viejos métodos de la montaña que no convencen a Zape y le hacen mirarme de reojo mientras sube hasta la reunión.


Continúo ascendiendo básicamente en libre por terreno fácil, pero sin seguros lo que de nuevo provoca el mosqueo de mi compañero de aventuras.
 
Coloco algún anclaje para cambiar de pared y poder trepar por un meandro de 0,5 m. de ancho, hasta que un par de curvas más arriba se estrecha y tapona de bloques, finalizando así mi excursión por esta zona de la cueva.
Destrepo desequipando hasta donde esta Zape y allí montamos un descuelgue para bajarnos al inicio de la escalda de hoy.
 
En este punto decidimos revisar una ventana con algo de aire y que precisa desobstruir para pasar. Lo abrimos con los métodos habituales y baja zape hasta una sala  barrosa que no continua.
Nos retiramos desequipando las cuerdas y topografiando procurando abandonar el mínimo material posible.
 
En la base de las escaladas Pedro dejó una gatera que precisaba desobstrucción para pasar a un hueco más amplio, por lo que le aplicamos la fuerza necesaria y pasamos la estrecha ventana, hacia unas salas en rampa de arena, en cuyo fondo varios tubos se estrechan hasta impedir el paso.
 







Salimos topografiando y dando por terminada la exploración de esta zona, donde hemos topografiado 110 m. de galerías y tubos con lo que el sistema del Mortillano ya supera los 139 Km.

Remontamos el río y las rampas hasta la gran boca donde se oye caer alguna cascada, lo que nos da idea de que ha llovido bastante en nuestra ausencia del mundo de  la superficie.
Nosotros tras desequipar la entrada y llegar al coche, nos vamos para el Wili a hidratarnos y aguantar alguna que otra chapa de la fauna local del pueblo.