El
otoño se presenta húmedo pero tenemos una ventana que nos permite acercarnos a
Rubicera. Estamos solo tres por lo que nos decidimos a continuar algunas
incógnitas que se quedaron pendientes en una anterior salida de inspección de
galerías conocidas de la cueva. En concreto una zona que localizó Cardin bajo
unos bloques en una galería amplia y que dejo en un paso estrecho.
Foto Zape |
Tras el ritual de pasamanos hasta la boca
y desplazamiento por las galerías clásicas de la cueva, llegamos pronto al
punto donde nos dijo cardin que estaba esta incógnita.
Cuesta un poco encontrar entre los
bloques el acceso, pero accedemos a un tubo de 2 m. de ancho por 1,5 m. de
alto, que unos 10 m. después parece cerrado por arena. Pero justo a la derecha
una gatera en roca de unos 0,4 m de ancha por 1 m. de alta permite seguir
avanzando de forma bastante incomoda con giros bruscos y suelo pedregoso.. Todo
un regalo para las rodillas. Llegamos al paso que detuvo a Cardin y Pedro
consigue pasar y superar otro aun peor.. Luego desaparece para volver mas tarde diciendo que ha llegado
a un meandro amplio con un pozo. Pero las pasa canutas para volver a hacer los
pasos en sentido contrario.
Foto Zape |
Iniciamos los trabajos de desobstrucción
pero el día no es el adecuado y solo abrimos los dos primeros pasos, que para
Pedro han sido los mas complicados. Zape y Pedro avanzan por la gatera que se retuerce
una y otra vez cada una con dimensiones mas reducidas. Yo voy detrás con la
topo y serias dudas de que pueda pasar oyendo los problemas que tienen Zape
para colarse en algunos pasos. Efectivamente tras pasar un giro por los pelos a base
de subir la pierna y girar , llego al ultimo giro y mi fémur no
pasa entre las curvas y tampoco hay margen para maniobras. Me toca salir con
los pies por delante tanteando las curvas, que ya me costo pasar de frente y
que me cuesta aún mas sin ver lo que hago. Por fin lo consigo y termino ese
tramo de topo, pensando como siempre que no estoy hecho para esta actividad y debería
pensar en buscar otra..
Salgo de las ratoneras y me doy un paseo
por la zona, observando algunos tubos colgados y localizando una escalada a una posible continuación.. No tiene muy buena pinta pero habrá que
intentarlo en algún momento.
Poco después oigo salir a los gusanos y
me dicen que han bajado dos pozos por un meandro mas o menos amplio y alto con
curvas cerradas pero practicables y que lo ha dejado en un pozo mas amplio,
para el que no tenían material..
Aunque no he podido disfrutar de esta
exploración , las expectativas son buenas y habrá que volver o por lo menos los
paticortos del grupo.
Foto Zape |
Les enseño la posible escalada y nos
vamos para la calle revisando algunas zonas mas de esta área.
El resto de nuevo es rutina para
nosotros, pero las cuestas nunca se vuelven más fáciles por mucho que las
repitamos. De salida aseguramos el bloque del paso de la Lavadora con unos
anclajes.
El día ha sido corto pero interesante, ya
que puede que se haya abierto otra puerta oculta de esta gran cavidad… o no…
quien sabe..
Rubicera 7 de Diciembre de 2017
El
tiempo sigue inestable y a nevado mucho los días anteriores aunque el sol de
ayer nos permitió hacer una bonita excursión por la nieve , bordeando el
Colina. Esta desnevando mucho y los accesos a Rubicera están limpios pero el
río seguro que está impracticable.
Decidimos continuar nuestras visitas
a galerías exploradas por la SEII y conocer así esta
zona de la cueva, que es interesante y bonita a la vez.
Llegamos a los pasamanos de acceso sin
novedad, pero al comenzar , zape que va en cabeza se encuentra de frente con
otro usuario de contundentes argumentos para reclamar el paso. Un hermoso jabalí,
que afortunadamente decide dar media vuelta y salir disparado hacia Rubicera,
yo llego donde Zape y observo como corre por las estrechas cornisas hasta
llegar a un paso que hay que bajar un poco y parece no encontrar el camino, por
lo que se da la vuelta y viene hacia nosotros de nuevo.
Foto Zape |
Me mosqueo un montón por que no es el
lugar adecuado para encontrarse a un jabalí asustado, que tiende a embestir.
Sin embargo el animal nos tiene más miedo que nosotros a él y se acerca al
precipicio buscando una bajada, que casi consigue hacer de golpe; pero se lo
piensa mejor y vuelve a intentar buscar un paso hacia Rubicera, cosa que consigue
y sale disparado por el resto de la cornisa hasta que lo perdemos de vista al
otro lado. Nosotros le seguimos con cautela ya que
esa terraza solo tiene una salida y es trepando por rocas, cosa que dudamos que
pueda hacer, con lo que existe la posibilidad de que vuelva de nuevo hacia
nosotros...
Llegamos finalmente a la boca sin
noticias del jabalí y nos cambiamos para entrar. Pronto estamos avanzando por
las bonitas galerías y remontando las cuerdas de las escaladas de la SEII, que
se han currado mucho esta zona.
Foto Zape |
Llegados al nivel que visitamos la última
vez, continuamos ascendiendo por otras cuerdas fijas a las que sigue un corto
pasamanos y otra cuerda de bajada a una salita donde nuestros estómagos y sobre
todo el de Marta reclaman que los rellenemos un poco.
Tras el receso continuamos visitando la
zona con cuerdas cortas que suben y bajan pequeños resaltes. Zape descubre un
posible tubo oculto en un estrato superior y dando un rodeo lo alcanza y se
pierde durante un buen rato, hasta que oímos su voz desde lo alto de la galería
principal por la que progresamos el resto.
Esta galería tiene corriente de aire
clara y buenas dimensiones con algún destrepe equipado que nos lleva hasta un
antiguo vivac de la SEII, cerca de un pequeño curso de agua que llega por unos bonitos
gours, que se remontan y tras una cuerda nos dejan en una sala de bloques por
la que llegan dos aportes. Uno del techo y otro mas caudaloso que sale debajo
de una lamina de colada.
La sala conduce a una galería ancha y
baja que esta cortada por el medio por un profundo meandro al que no vemos
forma de bajar, pero que una búsqueda por la sala nos conduce a un paso y otra
cuerda que permite llegar al fondo del amplio meandro.
Foto Zape |
Mas adelante un cruce de dos meandros nos
hace tomar la dirección mas al Este, que se va reduciendo de tamaño por
numerosas coladas y con varias escaladas equipadas por la SEII, hasta llegar a
un pozo de unos 8 metros que está desequipado.
Nos retiramos y volvemos sobre nuestros
pasos revisando algunas zonas y tomado
el camino del exterior, pensando ya en la cena que tomaremos donde Margari, y
con la duda de si nuestro compañero de excursión habrá podido salir de las
cornisas o seguirá allí esperándonos para darnos un susto nocturno.
Llegamos sin novedad a los coches y
cumplimos nuestros sueños gastronómicos.
La excursión no ha aportado grandes
novedades pero al menos ha sido divertida; está claro que esa zona está muy
currada por la SEII y será difícil encontrar novedades, pero todo se verá...
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