viernes, 1 de diciembre de 2023

De nuevo en la obra.

 Laderas del Mortillano                                          sábado 25 de Noviembre de 2023

Este sábado estamos solo tres murciélagos para entrar en los oscuros agujeros y encima todos acatarrados, por lo que buscamos una actividad no muy larga y sudorosa.

La semana anterior trabajamos en un nuevo agujero en las laderas del Mortillano, que nos devolvió algunas esperanzas de entrar al sistema desde ese lado, por lo que decidimos volver a visitarlo este sábado.

No madrugamos mucho y quedamos a las 10 en un bar para desayunar, luego vamos al club para recoger el material y salimos hacia Ason.


 Aparcamos y preparamos las mochilas en una mañana fría al menos a la sombra, cuando terminamos los sacos son pesados, ya que al ser pocos los pesos no se reparten.

Iniciamos el ascenso con paso lento, que no evita que yo al menos empiece a sudar y resoplar por las rampas del camino. Cuando llegamos al objetivo el sol nos alcanza, lo que ayuda a cambiarnos de ropa.

Foto Marta

Dejamos la comida fuera y entramos en el agujero, donde es necesario ampliar algunos tramos que se pasaron el día anterior, para que sea asequible para todos los públicos.

 

Instalamos una cuerda corta y bajamos un resalte de unos 5 m. hasta un paso bajo que nos lleva a un alto meandro. 


 

Foto Marta

Una trepada y el meandro se desfonda con una paso estrecho.




Foto Marta

 

 

Instalamos otra cuerda y Marta la esbelta del equipo, se prepara y consigue atravesar el paso, aunque no está claro si podrá salir por si misma.


  Una vez abajo avanza por el meandro, hasta que este se cierra o colmata. En el suelo bloques cubiertos de colada cierran el paso, pero una larga y estrecha fisura trae el aire, que hoy es flojo debido al día fresco del exterior.


Zape intenta bajar pero no puede atravesar el paso, por lo que decidimos ampliarlo, después de que Marta salga sin los problemas esperados, su dieta Sunier, esta funcionando y le ha dejado un tipito que no veas.


 

Foto Marta

Empezamos el trabajo y el volumen de piedras a mover es mayor del esperado, pero con trabajo en cadena se resuelve y bajamos todos al fondo del meandro.


 

Foto Marta

Allí estudiamos el lugar por donde llega el aire, tiramos piedras que oímos caer al menos unos 10 metros en rampa, pero las dimensiones son reducidas y de nuevo nuestro futuro en la zona, pasa por un largo y duro trabajo.

Son las 15:00 y no hemos comido, pero decidimos empezar los trabajos, que de nuevo nos hacen mover grandes cantidades de piedras, que apilamos en la base del pozo.

Cerca de las 17:00 decidimos cerrar el chiringuito y salir al exterior, donde ya no pega el sol y hace fresco. De todas formas comemos algo, sentados viendo el bonito atardecer del valle del Ason, cuyas vistas desde aquí son impresionantes.

Recogemos y comenzamos el descenso, con la noche que cae tan rápido que los últimos tramos del camino las hacemos casi a oscuras.

Una parada donde Margari para un café caliente y otra donde Willy para un Calimocho frío, dan por terminada la actividad de hoy, que nos deja casi donde siempre en la ladera este del Mortillano, frente a una obra pesada y larga y un futuro esperanzador.

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