El invierno ha sido muy lluvioso y con
mucha nieve, así que las visitas a la Maza, han quedado vedadas durante seis
meses. Pero el buen tiempo ha llegado con temperaturas calurosas, que han
derretido la nieve y bajado el caudal, así que planeamos volver a esta sima y
terminar una larga escalada pendiente desde finales de 2016.
A la hora de reclutar tropas, la cosa no
pinta bien, y entre lesionados, padres de familia, runners y demás, resulta que
solo están los indestructibles castreños y el inserso.
De todas formas la actividad prevista no
es apta para subir mucha gente, pero aunque parezca mentira, se echa de menos
la presencia de “casi todos” los habituales de la banda. Esta claro que tenemos
un alto grado de masoquismo y mal gusto.
Nos tomamos las cosas con calma y tras
recoger material en el club, nos tomamos un pincho de tortilla en la Gandara y
subimos por la pista. El tiempo es tan bueno que Marta y yo nos tumbamos en una
losa de piedra al sol y hablamos seriamente de suspender la expedición y
ponernos morenos. Finalmente nos dirigimos a la boca que esta muy fresca.
La entrada reptando y los primeros metros
sinuosos de la cueva siempre son bastante desagradables, luego la cosa se
amplia con varios pozos y un largo meandro no muy estrecho pero entretenido.
Unos cuantos pozos mas largos y llegamos al nivel arenisco por donde circula el
río, que baja bastante alto y obliga a arrastrase sobre él, tratando de no
mojarse la barriga.
Llegamos a un amplio pozo donde una
bonita cascada le da encanto, pero obliga a un físico pasamanos para evitar la
ducha. Mas adelante otro pasamanos nos aleja del río por una vía fósil, con
pasamanos, pozos, mas pasamanos y ascenso por una meandro desfondado e incomodo
hasta unas amplias galerías de bloques. En una gran sala donde desde el norte llega
otro río, nosotros nos vamos al noroeste por galerías fósiles, con bastante
aire.
Ascendemos por rampas y una galería tipo
mina con derrubios y coladas hasta llegar a una colada vertical, donde empieza
la larga escalada que Marta con su ilusión habitual, nos está impulsando a
seguir en lo que parece una “escalera al cielo”, de mas de 100m. con varias vías
y pozos paralelos.
Llegamos a la zona de la última punta
donde ascendieron en libre varios metros, pero la mala memoria visual de Marta,
engaña a Zape y este termina subiendo en libre un tramo que se supone ya estaba
escalado.. Bueno así nos ahorramos unos seguros, que estamos en crisis..Zape
instala una cuerda y ascendemos hasta una cornisa que da paso a un gran pozo
paralelo de unos 20 m. de diámetro y que baja unos 30 m.
Nuestro objetivo es seguir ascendiendo así
que dejamos el pozo de momento y Zape comienza una escalada de unos 20 m. hasta
lo que parece un techo con un estrecho meandro. Por lo que hacemos una travesía
hasta un pequeño tubo con formaciones y que nos permite descender hacia la
pared de enfrente del gran pozo, donde una entrada de meandro, nos abre un
nuevo objetivo que seguir. Ascendemos el meandro con algunas trepadas delicadas y
llegamos a unos tubos horizontales con coladas y formaciones que en algún punto
conducen al techo del gran pozo y en otro terminan en otra chimenea de unos 10
m. con un posible meandro estrecho en su fondo.
Tras meditar si vale la pena seguir esta
larguísima escalada que ya debe de alcanzar los150 m. desde su inicio, la inevitable
ilusión de Marta nos obliga a no abandonar, así que no desequipamos y bajamos
haciendo la topo y fotos, dejando de nuevo esta zona para otra ocasión.
Pensamos que debemos estar muy cerca del exterior y los numerosos restos de
lirones parecen confirmarlo.
Damos de comer a Zape que extrañamente
hoy no ha zampado nada y bajamos a la sala del río. Nos queda un retorno
entretenido para salir de nuevo al exterior arrastras por la estrecha boca tras
nueve horas en la cueva. La noche es calurosa y caminamos disfrutando de la
temperatura y de no tener que soportar ventiscas, aunque si alguna árgoma en el
culo de algún miembro patoso de la expedición.
Nos cambiamos en la oscuridad y sin prisa
que el frío no nos acosa y nos dirigimos a Ason para cenar ya que son más de
las 23:30 y solo Margari nos dará de cenar a esas horas.
No hemos cerrado ninguna zona como esperábamos
pero han salido 130 m. de topo y quien sabe si en alguna de las variantes pueda
haber alguna sorpresa, que en este negocio nunca se sabe…
Volveremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario