Llevamos varios meses sin
volver por la Maza y hoy lo hacemos con muy buen tiempo. Nos hemos juntado
cuatro elementos, debe de ser que nadie nos quiere en otro lado…
La vegetación está gigantesca
y nos cuesta llegar a la boca, pero sobre las 11:30 entramos.
El objetivo es continuar la
escalada que llevamos varias salidas realizando y que ya supera los150 m. de
desnivel.
La sima está bastante seca,
pero aun así el río lleva agua y precisa las habituales contorsiones para
superar su curso.
Remontamos los meandros
desfondados y la amplia galería de bloques, para tomar la galería ventilada que
nos lleva a la larguísima escalada.
Comemos algo en los primeros
pozos de la escalada y el Team andaluz se auto asigna la tarea de continuar la
escalada, por lo que a Bigfoot y Godzilla, solo nos queda bajar un pozo
paralelo.
Subimos hasta casi la punta y
nos dividimos en dos equipos. Marta y Cristóbal van a la escalada y Zape y yo
bajamos desde los pasamanos hasta el meandro de nivel inferior, que resulta ser
un pozo amplio de 26 m.
En su base,
ascendiendo un poco, un estrecho meandro con formaciones conduce a un pozo, por el que se ve el pasamanos del gran pozo.
Desde la base del pozo
arranca un estrecho meandro descendente con dos resaltes, que destrepamos por
los pelos. Llegamos a un amplio pozo de unos 20 m. en cuya base, una rampa y
otro resalte de unos 10 m. nos dejan en otro pozo que no descendemos por falta
de material.
Vamos al encuentro de los
escaladores, que han subido hasta un techo plano de areniscas y luego han
avanzado por un tubo desfondado con pasamanos hasta una salita. En esta, una
escalada de 5 m. supera el estrato arenisco y presenta dos continuaciones con
aire. La de la izquierda se estrecha pronto y Zape hace una travesía a la de la
derecha, con más aire. Sube trepando por un meandro y lo deja en la base de
unas fisuras con bloques y bastante aire.
Hacemos topo y nos retiramos
desequipando todo hasta el pozo que bajamos Zape y yo, donde dejamos un nido de
material.
Continuamos el descenso que
es muy entretenido, con péndulos, pasamanos y algún que otro paso incomodo, en
el que los cabos se empeñan en atascarse y hacer aflorar en mí, mis más bajos
instintos, recordándome de nuevo que soy “muy tonto” estando en este
“infierno”, cuando podía estar tomando una cañita en el bar…
Pero se me pasa pronto y
disfruto de los amplios y bonitos pozos y de la compañía “pero que no me
oigan”…
Comemos algo en la parte baja
de la escalada y continuamos hacia el exterior, pensando ya en donde vamos a
cenar, si es que a las horas que vamos a llegar nos dan de cenar en algún lado.
Foto Marta |
Foto Marta |
Llegamos a la boca sobre las
22:30, bastante cansados y despotricando de la saca que se empeña en atascarse
en los sitios más inesperados.
La noche es calurosa y
estrellada y de nuevo nos sumergimos en la espesa jungla que rodea la cueva.
Para las 23:30 montamos en el
coche, camino de Ason , donde esperamos utilizar el comodín de Margari, que
afortunadamente no nos falla y nos da de cenar a las 00:00.
Los resultados del duro día
de trabajo de 12 h., no son espectaculares, pero una vez montada la topo, vemos
que estamos cerca de una sima con aire que exploramos el año pasado y que la
cota es casi exacta con el fondo de la sima, por lo que habrá que volver a
replantearse la desobstrucción de esta sima, que no es fácil. Pero en la
megaescalada tenemos ahora dos vías de pozos pendientes de explorar y hacerlo
directamente desde el exterior sería una gran ventaja, por lo que abrir ese
acceso sería muy aconsejable..
La escalada “Al infinito y
más allá” ya alcanza los 180 m. que creo es nuestro record personal
Veremos…. Dijo un ciego y….
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