martes, 1 de febrero de 2022

El retorno de la Niña..

 

Torca de la Calera 22 y 29 de Enero de 2022.

Llevamos algunas semanas de frío intenso, heladas matutinas y a veces sol a medio día.

Con este contexto hemos realizado dos salidas de sábado a la Torca de la Calera en el macizo cercano del Moro, donde hemos cerrado algunas incógnitas y abierto otras. Pero lo mejor ha sido este último finde, el regreso de Carmen de.. , perdón de Marta. Que llevaba siete meses sin poder disfrutar de nuestra compañía, en el interior de las grutas y nos echaba de menos la pobre.. Pero somos nosotros los que hemos echado de menos su ilusión y positividad en todo lo que hace.. Así que ya estamos casi todos..

22 enero de 2022.

Hace frío en Ramales que es un hoyo donde se acumula el frío de la comarca. Estamos tres Zape , Pedro y Ángel tomando algo caliente en el bar Cantabria, antes de subir.



 En Zorrocillas que está más alto, hace ya menos frío y con la mochila en la espalda, vamos calentando un poco. Para las 11 estamos en la boca, hay 8 grados y traga muchísimo aire frío, que nos acompaña en el primer pozo, pero que aún se nota claramente en las grandes galerías. A las 12:00 estamos en la punta de la galería de las Espinas, después de recoger material en la Encrucijada.

Nos repartimos el trabajo en las dos incógnitas de esta zona, mientras Zape equipa el gran pozo, Pedro y yo iniciamos la escalada al tubo colgado.

Pedro me asegura mientras coloco algunos pulse y aunque la roca es muy mala, voy subiendo de repisa en repisa recuperando algunos pulse. Llego arriba, clavo una reunión y sube Pedro, retirando el material de la escalada.

 

En lo alto, el tubo a presión se cierra con coladas, pero un pozo mas abajo se abre un amplio desfonde de unos 8 m., que no tiene buena pinta. 

Instalamos y bajamos a una salita, en la que por un lado llega la gatera que intento forzar Marta y de frente sigue el tubo de 1,5m.  de diámetro con formaciones hasta llegar a otra salita. A la izquierda, sigue un poco hasta una trepada de colada que Pedro sube a mitad, pero no parece merecer la pena, hay un esqueleto de lirón.

Oímos a  Zape, que sale del pozo y hablamos a través de la gatera, que conecta el inicio y final de la escalada. Hacemos topo, alguna foto y salimos desequipando. Dejo dos placas y un trozo de cuerda y me descuelgo en doble.


Zape ha bajado unos 70 m. y se ha quedado sin cuerda, le faltan unos 30 m., aunque parece que el amplio pozo se va estrechando.

 

Es pronto aún, así que pensamos que podemos hacer sin liarnos mucho, decidimos subir a un meandro que se aprecia en la cabecera del P20, haciendo una travesía escalada bastante corta,  pero antes comemos, en la galería principal, pero rapidito que el aire frío de la sima se hace sentir.

 

Pedro comienza la travesía asegurado por Zape, y yo voy a dar una vuelta por la galería ascendente. Llego a la punta superior donde hay tres incógnitas, abajo en el tubo de punta llega algo de aire pero mucho menos y no tan frio. Luego subo a la parte superior y confirmo que a ambos lados del desfonde, se ven amplias galerías o bases de pozos, sobre todo a la derecha, que precisa travesía fácil de unos 6 m. pero con muy mala roca. A la izquierda hay que subir 7 m. por coladas y se oye mucho goteo.

 

Bajo a la galería y me piden una cuerda, ya que hay un meandro y un pocete. Les paso el material y voy haciendo la topo. Tras un corto pasamanos de 4 anclajes, se llega a meandro alto con un falso techo de bloques. En la punta, un pozo por el que cae agua y en el que baja Pedro unos 7 m., abajo se estrecha y hay un tubo muy pequeño.



 

Zape ha subido el nivel superior y fija una cuerda. El agua llega del techo por pequeño agujero y cae al pozo, pero el meandro sigue al otro lado del pozo, aunque hace un giro y no se ve bien. Se precisa hacer travesía fácil hasta el giro y ver si sigue meandro al otro lado del pozo.

 

Dejamos el tema para otro día y salimos con calma, llegando a la boca para las 18:15, aun con luz y 8 grados de temperatura.

Zape nos ameniza con música de un nuevo grupo y unos bailes o espasmos no se bien..




 

Cuando llegamos al coche hay 2 grados y es noche cerrada.

 

29 enero de 2022.

Siguen los días de frío en Ramales y hoy encima esta nublado, con lo que el efecto nevera se incrementa, pero ni eso nubla la sonrisa de Marta, que hoy viene decidida a entrar en la cueva y probar su maltrecha rodilla, después de siete meses de abstinencia espeleológica.

También está Cristóbal, que hoy no tiene que currar, pero un accidente de ski lo ha dejado con las costillas tocadas y no se atreve a retorcerse en la cueva. Las disculpas del personal para no explorar están aumentando, no se como vamos a terminar..

Recogemos material en el club y vamos a visitar a Willi, que nos reconforta con café y pinchos. Luego subimos a los coches y ascendemos,

comprobando que la capa de nubes es fina y baja y encima ha helado más pero ahora hay sol.

Subimos con calma con las tertulias habituales y viene Cristóbal que nos acompaña hasta la boca.

A las 12:00 entramos de nuevo con aire frio bajando por la sima, y con Marta cantando y muy contenta de volver a sentir el vacío bajo sus pies. Llegamos al P20 y Zape baja a buscar las cuerdas que tenemos en la base del pozo, luego hacemos dos equipos.

 Marta y Zape van a seguir bajando el pozo grande del final de la galería de Las Espinas. Pedro y yo al Meandro del “Camino al Sol “.

 Una vez en la punta del último día en el meandro, monto una cabecera y desciendo por la repisa al borde del pocillo. En la curva veo que el meandro esta tapado de coladas y tierra y parece no seguir. Dudo, pero decido clavar algo y pasar al otro lado, a una repisa alta. Monto reunión y llega Pedro.

Asegurado por Pedro hago una escalada de 5 m. por colada y mierdas varias, hasta unas formaciones, entre ellas un hueco y lo mejor, hay aire que sale .

Instalo dos anclajes e intento pasar entre las formaciones pero con los trastos voy muy justo. Sube Pedro y pasa sin problema, hay una amplia galería de más de 5 m. de alto y 3m . de ancho, con un desfonde con suelo y una curva. Poco después un pozo corta el paso.

Yo me quito trastos y consigo pasar, comprobando el tubo a presión bien marcado en el techo y que prosigue al otro lado del pozo que corta el camino.

 

Pedro equipa el pozo y baja unos 8 m.,abajo en un lateral, otro pocete que se cierra, pero entra mas arriba en un meandro estrecho, que conduce a otro paralelo que se estrecha, sin aire.. Casi no puede salir de lo estrecho que es y lo oigo gruñir y protestar, hasta que aparece cubierto de barro. Para subir y desequipar el pozo tienen primero que lavar el material en un charco.

Hago alguna foto mientras desequipa y también la topo, una tirada al tubo colgado me da 13 m. de travesía y escalada que será el próximo objetivo.

Dejamos algo de material pero nos damos cuenta de que la maza se ha quedado abajo y Pedro vuelve a equipar el pozo, mientras yo voy saliendo haciendo la topo.

 

Cuando terminamos oímos la voz de Zape que nos dice que ellos han terminado y que van saliendo poco a poco. Yo reaseguro un poco la cuerda de subida a la parte superior del meandro y tomamos el camino de salida, contactando con los castreños en el primer resalte de subida.



 

Marta y Zape ha bajado el pozo que debe de tener casi 100 m. pero se cierra y desequipan todo, hacen la topo y  dejan el material en la galería principal.

 

Salimos todos y estamos fuera para las 18:30 con buena luz, que ya se nota que se alargan los días, aun así llegamos a los coches casi a oscuras y nos encontramos con Cristóbal, que ha estado prospectando por la zona y ha intimado con los espinos, zarzas y demás habitantes del lugar.


 

Ha sido un buen día de espeleo y sobre todo lo hemos pasado bien y disfrutado de nuevo de la alegría de Marta, que está muy contenta y piensa ya en ponerse fuerte para darnos caña.

 

Luego vamos a cenar al mejicano de Lierganes..

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