18-01 al 16-02/2025. Indonesia.
Fotos de varios miembros del grupo.
Esta historia se aleja un poco de las habituales que
contamos en este blog, pero tiene el mismo espíritu y algunos de los mismos
protagonistas.
Hablamos de un viaje casi a las antípodas. Al otro extremo
del mundo, donde la jungla, los corales y los volcanes, han sustituido a los
bosques de encinas que recorremos habitualmente.
Ha sido casi un mes de viaje, con algunos amigos de otras
actividades como Marta y Patrick y Sandrine Degouve y otros nuevos, Eric, Eveline.,Jean Pierre, Isabelle y Dani.
La secuencia empieza con el inevitable viaje en aviones,
aeropuertos, aduanas. Para llegar a la ciudad de Sorong en la Papua Indonesia.
Donde el calor y la lluvia te reciben para recordarte que ya estás en los
trópicos.
Una tarde allí y por la noche tomamos un ferry nocturno, que en unas seis horas nos llevaría al archipiélago de Misool. Afortunadamente el barco dispone de literas que permiten dormir y descansar durante la travesía.
En el puerto de la pequeña isla de Yellu, descubrimos el
hormiguero de centenares de personas acercándose al barco, en todo tipo de
embarcaciones, para recoger las mercancías y cargar otras para seguir la
travesía. Ya podemos apreciar la diversidad de razas, vestuarios y comidas que
esta parte del mundo nos brinda. Es un caos controlado que parece funcionar.
También observamos algo que será una constante en el viaje y
que supone casi la única mancha en este bonito entorno, es la basura plástica
que flota por todas partes.
Nos recogen en un bote, y zarpamos para una travesía hasta
una de las múltiples islas, del archipiélago, donde nos alojaremos en unas
cabañas sobre pilotes en la playa.
Es el primer contacto con el entorno que nos rodeará durante casi doce días. Arenas blancas, palmeras y animales exóticos. Conocemos a alguno de los guías que nos acompañaran en las excursiones en Kayak que vamos a hacer y nos presentan los kayak, que usaremos en el viaje, algunos individuales y otros para dos personas. Como era de esperar, de nuevo mi tamaño no se ajusta bien a la bañera de la embarcación y mis piernas entran un poco justas, pero es lo que hay.
Por la tarde, unos gritos de los habitantes del lugar nos avisan y
nos acercamos a la playa donde una gran tortuga, acaba de poner huevos en un
hoyo y se arrastra despacio hacia el agua sin que nuestra presencia parezca
importarle. La freímos a fotos y la vemos alejarse en el agua.
Al día siguiente iniciamos el viaje entre las islas remando,
entre pequeñas islotes cubiertos de jungla donde el agua ha excavado caprichosa
formas en la caliza.
Descansamos en bonitas playas donde hacemos snorkel, sobre
praderas de coral que nos fascinan con sus gamas de colores y los peces de todo
tipo de tamaño y color que nos rodean.
Las noches se van alternando entre hostel, sobre pilotes en
el agua o campamentos de tiendas en las playas. Los días son recorridos a veces
largos, remando por la costa para entrar en pequeñas y bonitas calas o visitar
algunas cuevas escondidas en rincones ocultos.
Hacemos también una salida nocturna remando por un laberinto
de piedras esculpidas por el agua. Las lluvias en general nos dan tregua y solo
caen por la tarde noche, a veces con fuerza.
Visitamos una pequeña aldea sobre pilotes, donde los niños
nos rodean mientras recorremos sus calles de tablones y de nuevo los plásticos
flotantes están presentes por todas partes.
Entregamos en la escuela algunas pinturas que hemos traído y pasamos junto a la mezquita de baldosas verdes. La alegría de los niños es contagiosa y bromeamos con ellos.
Ascendemos a lo alto de algunos de los picachos que nos
rodean y podemos contemplar desde allí la belleza del lugar.
Más snorkel en diversos lugares nos permiten descubrir la variedad de los corales.
La semana final, remamos remontado un ancho río, hasta que las orillas se van acercando cubiertas de vegetación hasta casi cerrar el paso. Allí dejamos los kayak y montamos un campamento de tiendas en medio de la jungla.
Los mosquitos nos acosan y mi colchoneta hinchable también es deshinchable y me clavo el suelo en la espalda por la noche. Pero hacemos alguna excursión a cabañas de caza por estrechos senderos rodeados de todo tipo de plantas y grandes árboles.
Por último el viaje en kayak nos lleva a visitar algunas cavernas de la zona, una de ellas de gran tamaño y que se entra con los kayak navegando por su interior. También las enigmáticas pinturas que hay en las paredes sobre el agua a mucha altura.
Finalmente volvemos al puerto donde tomamos el ferry nocturno que nos devuelve a Sorong, donde el grupo de 9 personas que somos se divide, con algunos que regresan a Europa, Marta que se quedará una semana más por la zona, visitando otras islas y cuatro que volaremos a otro archipiélago, Sulawesi, con la idea de visitar volcanes.
Así comenzaba para algunos la segunda parte de este viaje a Otros Mundos.
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