Carolina Rodríguez
Después de una semanita por las tierras altas de Fuente Fría el lunes
Pedro M. nos "engaña" para ir a "su cueva" a sacar unos cuantos cubos
de tierra y cantos rodados...¡¡y ni siquiera nos invita a unas cervezas
después!! El martes, en vista de que el plan de pasar un
buen día al sol y con piragüas no puede ser, Cristina y yo decidimos
hacer caso a Pedro (craso error) e ir los tres a hacer
Calaca-Crucero. Así Cristina estrenaría su rapelador nuevo..
Bien, pues este interesante día comienza con
horario madrileño. Instalamos primero el pozo del Crucero del Polaco y después nos
vamos a la boca de Calaca. Nos vestimos y ya empezamos bien... Cristina
se olvida en el coche el puño, el pedal y el arnés
de pecho (según ella...es culpa de Pedro, por cambiarle las cosas de
espeleo a una saca). A todo esto...Pedro ha tenido la
precaución de imprimir la topo y la descripción (que, a poco más se
queda, primero en el coche y luego en la boca....) pero se olvida la
brújula. Así que dos incautas espeleólogas se fían de un tipo con gafas, con aire de "yo conozco la cueva de sobra"... incautas...
Salimos con solete y llegamos a tiempo de darnos
una ducha e ir a la charla sobre el paleolítico, donde hacemos algunos
esfuerzos (a nuestro pesar) para no quedar abrumadas con la experiencia
que hemos "sufrido". Pedro, ... la próxima vez ...te guiamos nosotras!!.
PD del interfecto: juraría que la última vez que había estado en esta magna cavidad, iba acompañado entre otros de la autora de estas líneas... y también se "pasó el paso", ejem, ejem...
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