lunes, 6 de enero de 2014

Addenda al vivac chisposo (28/12/13)



Yo soy la de la entrada anterior, pero me he colado en ésta...

... pues los que no íbamos de vivac lo vimos de otra manera...

Paseo tranquilo hasta el vivac (pero tampoco tan lento como da a entender la muchacha, ni mucho menos), y después, a través de unas gateras astrosas que comienzan en un lugar con tanto encanto como puede ser el... ejem, cagadero (nota mental: la próxima vez, revisar galerías aledañas antes de acondicionar el WC). A través de ellas llegamos a una salita a la que llega una cascada, primer objetivo del día.

Si hay que subir, se sube; pero subir pá ná...
... y allí que se lía Zape a escalar, venga para arriba, tratando de esquivar el agua que le viene encima. Los demás, a moñear sacando fotos a bichos, mirando piedr... minerales (más fino), y quitando piedras tratando de fozar (inútilmente) algún paso. La escalada se alarga, y Gelo y Marta van también para arriba. Finalmente, lo estrecho de la chimenea y el agua que cae impiden continuar la ascensión, así que los tres bajan desinstalando.

Dudamos entre irnos o mirar otra pequeña escalada en la misma salita: encima de unos estratos rotos, a unos 4 metros, parece comenzar un laminador no muy atrayente. Finalmente Gelo se decide a escalarlo, cosa que hace rápidamente. Una vez arriba, pide la colaboración del menos listo y menos voluminoso, para indigar lo que hay tras una estrechez: así que me meto, y lo que hay es un paso de esos potencialmente barroso (la primera vez no te mancha, y la tercera es la muerte). Tras unos metros de gatera llego a la base de una amplia chimenea. Parece que la cosa se acaba, pero en su lateral derecho, una rampita da acceso a un pozo de unos 8 metros.


Esto está más roto que el material de Merinuco...

Dudamos entre bajarlo o pasar de él: la pinta no es muy buena, y las margas están ahí mismo, así que el sentido común dice que bajará y se cerrará. Por aquello de la honrilla optamos por bajarlo, racaneando en la instalación porque sólo nos quedan tres chapas (y las hemos quitado de la escalada recién hecha para poder continuar). Bajo y... sorpresa: un pequeño reguero llega hasta la base del pozo, de escasas dimensiones. Sin embargo, unos pocos metros más abajo la galería coge un tamaño notable, y llegan aportes por derecha e izquierda, hasta formar un río con un caudal similar al primero que encontramos en este lugar; queda bautizado como el Río de Mijail Timofeyevich Kalashnikov. Mientras Zape reinstala, Marta y Gelo hacen la topografía (saldrán unos 250 metros nuevos), y yo reviso estrecheces (impenetrables) aguas arriba. 

Se masca otro año de joder articulaciones, putas cuevas...

La exploración concluye, por falta de material, en un lugar en el que el nuevo río se encajona, cayendo unos 20 metros. Encima, una galería fósil parece mostrarnos el antiguo cauce. Continuará...

Pos yo no lo veo claro...

Pero de mientras, debemos ir pensando en salir. Retrocedemos hasta el vivac, donde encontramos a Pedro y Nuria ya cenados. Así, la "profecía" de Pedro de esta mañana ("Para las 10, en casita") se cumple para ellos... pero no para nosotros. La salida la haremos tranquilamente, y en la calle nos espera un viento sur que no impide que nos caigan unas cuantas gotas. Pasada la media noche llegamos al coche, y mientras algunos optan por una hamburguesa tamaño familiar para despedir este día de los inocentes, yo opto por el catre. El año que viene, más...

Fotos: Marta Candel.


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