Ya hemos escrito en otros artículos de nuestras exploraciones en esta cavidad en compañía de Sandrine y Patrick Degouve.
Hablamos de una gran cavidad que ya se acerca a los 7 Km. de galerías, muchas de ellas con grandes dimensiones y algunas con bellas coladas y formaciones.
Pero también de una cavidad con unos niveles de inundación que superan los 25 m. en crecida y con un acceso estrecho y bastante incomodo de recorrer y sobre todo que puede verse fácilmente bloqueado si el nivel del agua sube dos metros o menos.
Estas condiciones de acceso y bloqueo unido a nuestro deseo de trabajar en conjunción con los Degouve, lo que requiere coordinar nuestras vacaciones y disponibilidades. Hace que el número de entradas que hemos realizado durante el verano sea solamente de dos.
Por otro lado la dureza del acceso y la distancia de la punta de exploración hace que sea aconsejable para la salud mental y física, limitar las visitas a esta cavidad.
La primera visita de este verano se realizó el día 16 de Julio, participando por nuestra parte Ricardo y Cardín que junto con Sandrine y Patrick, realizaron un largo y duro ataque a la punta del año anterior.
Siguieron la galería inferior que muestra claras muestras de inundarse totalmente en muchos tramos y que en general aparece cubierta de barro y arena en su suelo y muchas paredes o techos.
Algunos pequeños lagos y numerosos cruces, bucles y desfondes complican el avance y hace que las horas se acumulen.
Superan lo que parece una zona de conexión con los niveles superiores explorados en nuestra última visita del año pasado y continúan avanzando hasta que tras algunas trepadas alcanzan de nuevo un nivel superior de gran tamaño. Donde una vira necesita ser equipada para poder seguir, deciden dar la vuelta ya que se encuentran a más de cinco horas de la salida.
El regreso se hace pesado sobre todo cuando se hace necesario volver a ponerse los neoprenos mojados y fríos y meterse en el agua.
Las rampas barrosas y los cortos pozos completan la jugada y como guinda reptar por el tubo barroso con unas sacas que cogen un peso increíble, que unido a las horas que ya llevan dentro, les dejan sin motivación de volver en unos cuantos días.
Por lo menos tanto esfuerzo ha merecido la pena y han podido topografiar más de 900 m. de nuevas galerías, aunque está claro que para poder seguir explorando en la punta se impone la necesidad de un vivac, con todo lo que conlleva de transporte de material por un lugar tan poco amigable. Además de que se precisa un pronóstico de lluvias claro y de varios días de estabilidad.
Con todo lo indicado anteriormente y nuestras respectivas agendas estivales muy apretadas, no será hasta el día 10 de Septiembre cuando de nuevo nos dirigimos al interior del Carcabón.
Estamos Ricardo y Angel del AER y Patrick y Sandrine, que hemos quedado a las 9:00 en la boca. El jueves anterior ha llovido pero la fuerte sequía de la comarca y el buen pronóstico para el día de hoy, nos dan confianza en que no tendremos problema con el nivel del agua.
Tras los saludos de rigor y contarnos nuestras últimas andanzas, Sandrine sale disparada para el agujero seguida de Wichi y poco después les sigo con Patrick cerrando la marcha.
Como siempre peno en el laminador estrecho que me obliga a buscar el punto exacto por el que puedo pasar y además lo hago de espaldas, para poder colarme luego por la estrecha fisura. Pasado este tramo ya solo tengo que enfrentarme a mi peso en las rampas barrosas del tubo, que siempre me da la sensación de que cada día es más largo.. o yo más pesado…
El neopreno se hace sentir en los esfuerzos pero parece delgado cuando toca nadar en los fríos lagos, que afortunadamente son cortos de recorrer.
Al salir del primero es necesario enfrentarse a un barro pegajoso que llega a la rodilla y que parece negarse a dejar salir nuestros pies. Cuando escapamos de esta trampa ascendiendo una cuerda y unos peldaños ya solo nos queda un típico entretenimiento de las cuevas, gateras, pasamanos, bajar cuerdas, subir cuerdas , volver a bajar.. Todo con el neopreno puesto claro.
Llegamos al segundo lago y decidimos instalar una cuerda sobre el punto bajo del techo que convierte el lago en un sifón con que solo suba el nivel 1, 2 m. Desde una sala anterior al lago se asciende y por una grieta se puede bajar justo al otro lado de este paso sifonante.
Terminado este trabajo de por si acasooo, continuamos por el lago con nueva mojadura y poco después remontando algunas rampas barrosas y bloques, llegamos al vestuario. Donde nos quitamos los neoprenos y nos ponemos el mono interior con los monos exteriores mojados cosa que no nos deja muy calientes, aunque si más cómodos y ligeros.
Los objetivos del día, excluida la punta que precisa de vivac, son la revisión de algunas galerías laterales y la instalación del pozo de unión de los dos niveles conocidos en esta parte de la cueva. También aprovecharemos para hacer algunas fotos de mejor calidad que las que tenemos, para lo que Patrick se ha traído cámara y flashes.Algunas de las fotos que ilustran este artículo son suyas.
Foto P.Degouve |
Foto P.Degouve |
Pronto subimos al nivel superior donde un delicado paso entre bloques y algunas rampas equipadas con cuerdas nos llevan a una gran galería de más de 30 m. de altura y otros tantos de ancho en algunos puntos.
Foto P.Degouve |
Foto P.Degouve |
Revisamos dos galerías laterales una de las cuales termina en una corta escalada sobre un volumen grande, que no tenemos claro si se trata de la galería por la que venimos u otra nueva.
Poco después estamos en el final de este nivel, que se muestra como un balcón sobre una sala que la topo nos indica que es el nivel inferior de la cueva.
Mientras Wichi y yo instalamos cuerdas de bajada, Sandrine y Patrick hacen algunas fotos más.
Foto P.Degouve |
Iniciamos el regreso por el nivel inferior que yo solo conozco en parte y me sorprende el número de cruces y bucles que hay en algunas zonas.
Cuando alcanzamos el vestuario viene la parte desagradable y más cansada de las exploraciones en esta cueva y que ya hemos relatado en varias ocasiones, por lo que no me extiendo más en describirlo.
Sobre las 20:00 estamos todos fuera unos más rápidos que otros, pero todos cansados y llenos de barro, que habrá que limpiar. Una faceta de la espeleo de la que se habla poco ya que carece de glamour.
Nos vamos a Vega a comernos unas pizas regadas con cerveza en el calor de la noche veraniega y hablar de nuestros proyectos futuros y pasados..
Vamos lo que vienen siendo un día típico de un explorador subterráneo..
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