El tiempo está muy estable y con
temperaturas muy buenas para la época del año, por lo que decidimos ir a la
sima de la Maza , antes de que llueva más y se complique el acceso.
Lanzo una convocatoria y finalmente se
apuntan los castreños, Moi y Cardin , que ha decidido darse una sesión de cueva
terapia, para ver si cura el lumbago que le acosa desde hace días.
Quedamos en el club y contra todo
pronóstico, Cardin aparece eso si un poco doblado. Decidimos que material
llevar y vamos al albergue a cantarle “Feliz cumpleaños” a Rocio, que como
siempre anda muy liada..
La parada en la Gandara para subir la
dosis de cafeína se hace inevitable y de paso nos comemos unos pinchos de
Tortilla.
Aparcamos y nos cambiamos con una
temperatura excepcional y un día espléndido lo que provoca varias propuestas
para no ir a la cueva y dedicar el día a la meditación bajo el caliente sol..
Finalmente no sucumbimos a la tentación y
sobre las 12:00 estamos entrando en la gatera ventosa que da inicio a esta
cavidad.
Bajamos con calma y más cómodos gracias a
las desobstrucciones del último día, sobre todo yo que soy como siempre el más voluminoso.
Para las 13:30 estamos recogiendo el
material del nido y definimos dos equipos de trabajo. Marta y sus lacayos, Moi
y Cardin, se irán a terminar la escalada que dejó pendiente en su última
visita.
Zape y yo haremos una corta escalada a un
meandro colgado muy cerca en el techo del primer pozo de la galería del
noroeste.
Llegados al pozo decidimos parar a comer
y luego separarnos, ya que Moi está muy hambriento y los demás no somos menos.
La galería esta ventilada y vamos sudados,
por lo que decidimos sacar los ponchos reflectantes de MTDE y podemos así
disfrutar de una comida más cálida de lo habitual.
Terminado el ágape nos separamos y Marta
se lleva a sus obreros hacia la escalada , si es que no se pierde por el camino
con su despiste habitual..
Nosotros iniciamos la escalada sobre la
cabecera del pozo pero el taladro de repente suena fatal y deja de trabajar
bien. Zape consigue meter algunos mutis a duras penas y llegar a lo alto del
meandro, que parece cerrarse. Un paso bajo un bloque que precisa asegurarse me obliga
a subir mientras Zape sube aún más. Pero hay un paso estrecho que precisa
desobstrucción y decidimos que la empresa no merece el esfuerzo, por lo que
desinstalamos y nos bajamos del meandro.
Terminado este objetivo con el fracaso
habitual de este negocio, recogemos un poco de material y nos vamos hacia la
sala baja que se quedó pendiente de revisar en una de las salidas anteriores.
Pasamos junto a la momia del Liron que en los pocos días que han pasado desde
nuestra última visita, ha perdido todo su color y solo es una masa de pelo
negro.
Llegamos al pozo que conduce a la sala
baja , e instalamos la cuerda en los anclajes de la última vez, hasta poner los
pies en el fondo de la sala.
A la izquierda un nuevo resalte conduce a
otra sala más pequeña y con los últimos suspiros del taladro y un reaseguro a
un natural, llegamos al fondo, donde un pequeño riachuelo llega desde una
gatera impenetrable y se pierde entre grandes bloques.
Una fisura-rampa entre los bloques nos
conduce de nuevo al río, que se introduce por un bajo laminador de suelo
pedregoso.
Zape se introduce por el laminador y tras
largo rato vuelve diciendo que ha llegado a las galerías que hay poco después
del pozo, justo bajo los bloques.
Cerrada esta incógnita empezamos la
topografía y revisamos la gatera por la que llega el arroyo y en un lateral hay
una gatera fósil, estrecha y casi cerrada por formaciones.
Forzamos el paso y salimos a una galería
de buen tamaño y bonitas formaciones, que reconozco enseguida como la que puso
punto final a la última exploración, al otro lado de las escaladas que hicimos
la vez anterior con Cristobal y Pedro.
De nuevo hemos despejado otra incógnita y
de nuevo con escaso éxito, pero es lo que hay, así que salimos del resalte con
la topo y vamos al lado derecho de la sala para subir a un meandro, que
suponemos es el mismo que se encuentra sobre la sala y que ya hemos
desequipado. Una vez arriba comprobamos que esta parte esta ciega y nos
bajamos.
Con nuestros múltiples fracasos y unos
200 m. de topo nos retiramos hacia la salida, dejando de nuevo un nido de
material en la galería principal.
Como los otros no han llegado aún, nos
vamos a revisar una galería lateral que la topografía muestra que se aleja del
eje norte sur de las galerías de esa zona.
La peinamos , encontrando un laminador en
un techo que traga aire pero es muy estrecho para poder pasar, así que volvemos
hacia la galería , para esperar la llegado del resto de las tropas.
Estas llegan media hora más tarde, bastante
animados ya que según dicen las escaladas, han dado frutos, llegando a nuevos
pozos y chimeneas y lo más interesante.. Parece que la entrada a una galería en
rampa o no ¿??. Moi ha bajado un pozo ciego de unos 20 m. Mientras Marta realizaba una escalada hasta un estrecho meandro, que precisa agrandar algún paso para que podamos pasar los XL. Han llegado a una nueva chimenea. Cardin se ha asomado a una ventana sobre un pozo chimenea, que no han bajado.
Marta ha realizado una segunda escalada que la ha dejado a la entrada de un tubo inclinado, donde se le ha terminado la batería y se han dado la vuelta. Han topografiado unas decenas de metros.
Marta dice que muy "bonito", pero es que en el vocabulario de Marta esa palabra se aplica a casi todo..
Marta ha realizado una segunda escalada que la ha dejado a la entrada de un tubo inclinado, donde se le ha terminado la batería y se han dado la vuelta. Han topografiado unas decenas de metros.
Marta dice que muy "bonito", pero es que en el vocabulario de Marta esa palabra se aplica a casi todo..
Comenzamos el ascenso con la motivación
de llegar a cenar en Asón, pero primero hay que superar los obstáculos que la
cueva pone en nuestro paso y que nos hacen resoplar y pelear con la saca..
La recompensa es una noche estrellada y
cálida, que nos cubre mientras caminamos hacia los coches. Nos cambiamos
rápidamente y nos dirigimos hacia el restaurante donde conseguimos nuestro objetivo
de llenar las barrigas y apagar la sed.
Sobre la 01:00 estamos en Ramales despidiéndonos y dejamos a Cardín dolorido de su espalda, pero al día siguiente nos enteramos que aún le quedaban energías para ir al Willi a seguir hidratándose… “Juventud divino tesoro…”
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