Wichi tiene un sábado libre y lanza
convocatoria para ir a explorar el río de la Maza, pero las últimas lluvias lo
desaconsejan, así que cambiamos de objetivo y decidimos terminar la escalada de
la semana pasada en busca del rio Perdido.
Por tanto a las 10:30 estamos en el bar
de Margari, tomando café y comentando la visita de Calleja a la comarca.
Poco después cargamos las mochilas a la
espalda cosa que de nuevo temo provoque a mi hernia discal, pero otra vez me
sorprende y parece que le sienta bien el paseo.
El recorrido por la cueva tampoco empeora la
situación y sin novedad llegamos a la base de la escalada, donde comemos algo y
mandamos al comando andaluz en cabeza, para terminar la escalada, mientras
Wichi , Zape y yo, revisaremos alguna posible ventana en el pozo fósil, para
ver si llegamos al pozo activo.
FOTO MARTA |
Colgarme de la cuerda será otra prueba a
superar y lo hago con éxito, sin que mi ciática se queje.
Subimos hasta una pequeña repisa cerca
del fin de la parte escalada por los colegas de la SEII, pero vemos que la
única opción posible para llegar al pozo paralelo activo, es una rampa pozo que
hemos dejado más abajo, por lo que descendemos de nuevo y Wichi y Zape
descienden instalando, ya que no hay restos de que nadie haya pasado por allí.
Finalmente salimos a una ventana sobre el
pozo activo que completamente cubierto de coladas y regado por el agua,
continua hacia el infinito y más allá..
Volvemos atrás olvidando esta ventana de
tan mala pinta y esperando no tener que subir por allí. Pronto nos agrupamos en
la base de la última escalada que están haciendo Marta y Cristobal, después de
una zona estrecha del pozo y donde parte un pozo ciego, que bajó Zape en otra
ocasión. Están cayendo trozos de tierra y barro así que no nos podemos acercar
a la base hasta que terminen.
De pronto oímos a Marta dar gritos y
decir que hay un gran pozo con un rio.. Dice algo de Fuentes del Nilo… con su
imaginación habitual, puesta en efervescencia . Oímos un gran ruido cuando
algunas piedras o barro caen por ese gran pozo.
Subimos haciendo la topo y al final de la
escalada un estrato de arenisca de un metro de grosor, marca el fin de la gran
chimenea que hemos estado escalando.
Llego el último a la gatera de tierra que
pasa sobre el estrato, restos del camino del río que formó este pozo, el aire
es fuerte. Unos siete metros más adelante la gatera se desfonda en un amplio
pozo cubierto de coladas. Enfrente un ancho laminador trae el agua que se
precipita por el pozo.
FOTO MARTA |
Marta sigue exultante mientras Cristobal
inicia una delicada travesía para llegar hasta el laminador acuático. Cuando
termina, constata que el laminador es demasiado bajo y es imposible pasar, ni
hay opción de desobstruir.
Es un palo bastante grande después de
tanto trabajo, por nuestra parte y de los chicos de la SEII, pero la espeleo es
así y hay que asumirlo y ponerse a pensar en el siguiente objetivo.
Descendemos desinstalando el pozo y al
llegar abajo como es pronto decidimos revisar algunas cosas de la galería. Mientras
Marta y Zape instalan una fisura perpendicular al río, yo voy en busca de una
gatera con aire, el resto desobstruyen un paso a otra gatera.
Buscando la gatera reviso una galería
lateral, con varios cruces, en la que poco después oigo las voces de Zape, cuya
fisura ha cruzado hasta la galería que yo recorro, hasta un desfonde donde se
aprecia el rio más abajo.
Me doy la vuelta constatando algunos
sitios con posibilidad de revisión, los castreños también se retiran de la
fisura y nos reagrupamos en la desobstrucción, que han terminado arrastrándose
hasta encontrar huellas de que se accede por otra parte.
FOTO MARTA |
FOTO MARTA |
Mi ciática ya me molesta mucho y aprieto
el paso en el camino de retorno, para que el suplicio termine antes y porque
andar me molesta menos que pararme, por lo que volvemos a la carrera, con los
demás pensando que me he vuelto loco o que es una competición..
Salimos de día y hacemos la foto de
rigor, que para variar sale a la primera cumpliendo los altos índices de calidad
que exige la fotógrafa…
Tras desequiparnos y preparar las
mochilas ascendemos hacia los coches y de nuevo procuro parar lo menos posible.
Una hora después estamos en los coches y tomamos el camino de la Gandara donde
descubrimos que hay fiesta y música, que despierta los instintos básicos de
Marta que arrastra a Zape a la pista de baile, o más bien al prado de baile. Yo
me conformo con encontrar donde sentarme mientras me bebo mi calimocho de hidratación..
FOTO MARTA |
Nos vamos que hay que cenar como es
debido para celebrar el próximo cumple de Cristobal, que aunque parezca mentira
también cumple años como el resto de os seres humanos.
Ha sido una exploración bonita y
emocionante, pero como muchas otras no ha dado los resultados esperados…Volveremos….
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