Después de una temporada con actividades
en otros macizos volvemos al Mortillano, donde la larga escalada que hemos
realizado en la sima de La Maza, de casi 200 m. de altura, nos ha dejado a
menos de 20 m. del exterior.
Muy cerca de esa punta localizamos una
sima con corriente de aire que nombramos como FN69. En planta apenas 30 m.
separan ambas puntas y la cota es similar.
La desosbstrucción que presenta la FN69
es grande, por lo que es importante tratar de confirmar la relación entre ambas
cavidades, antes de afrontar este arduo trabajo.
Con ese fin montamos un ataque simultáneo
a las dos cavidades, en las que vamos a introducir botes de humo, que esperamos
se detecte en alguno de los extremos.
Los rápidos, Marta, Zape y Cristóbal irán
por la Maza y los abuelos pasearemos hasta la FN69. Contamos con los Nicola de
Zape así que esperamos poder hablar y sincronizar los trabajos.
De momento comenzamos con el habitual
café en la Gándara, donde fijamos los horarios estimados, que creemos precisan
de unas tres horas para llegar a la punta de la escalada de la Maza. Nos
despedimos y cada cual para su coche.
Wichi y yo, subimos con calma hasta
Entremazos donde ya calienta el sol, pero algo de brisa ayuda a mitigar el
calor.
Vamos ascendiendo por los caminos entre
las árgomas y llegamos a la gran dolina boscosa en la que se encuentra la 69. Una
vez en la boca apenas se nota el aire lo que resulta preocupante para nuestras
intenciones.
Wichi se equipa e instala la cuerda para
bajar el pozo de 20 m. y comprobar como está la diaclasa que estamos
desobstruyendo . Sube poco después y confirma que el aire es claro entrando por
la fisura. Por tanto seremos nosotros los que introduciremos humo y el equipo
de la Maza los que deberían detectarlo.
Tenemos aún casi dos horas de espera, por
lo que extendemos las antenas del Nicola, buscando las zonas de roca firme que
permitan una buena conexión. Conectamos las baterías y comprobamos que funciona
bien nuestro equipo.
Hace calor pero a la sombra de las hayas
se está bien y como somos unos tragantuas, decidimos que ya es la hora de
comer, por lo que nos sentamos y sacamos los bocatas y conversamos sobre la
actualidad de la comarca.
Cuando estamos pensando en la siesta,
crepita el altavoz del Nicola y se oye la voz de Cristóbal, alto y claro. Están
en la última punta equipada, pero quieren hacer unos trabajos de reequipamiento
antes de que les ahoguemos con el humo, por lo que debemos esperar un rato más
antes de soltar el humo.
Casi una hora más tarde nos llaman y
Wichi desciende de nuevo el pozo con el bote de humo, yerbas y palos para hacer
una buena fogata.
La espera es tensa, y yo me voy a dar una
vuelta por los alrededores a ver si veo salir el humo por algún otro lado no
previsto. De vez en cuando me acerco y llamo por la radio, pero la respuesta es
siempre la misma, ni rastro del humo, ni visual, ni olorosa.
Tras más de una hora de espera, debemos
rendirnos a la evidencia de que el aire de la FN69, no tiene vía directa con la
Maza, o tal vez se haya quedado en alguna sala poco ventilada quien sabe.
La decepción es evidente, pero en este
negocio de la exploración el fracaso está a la orden del día.
El equipo de la Maza se va a retirar,
pero deciden lanzar su bote de humo por si ascendiera por algún lado hacia el
exterior, aunque lo más probable es que descienda.
Tenemos la última conversación con ellos
y desconectamos los Nicola.
Wichi y yo hacemos una batida por la zona
en busca de rastros del humo, aunque la foresta crecida en primavera impide ver
muy lejos.
Un hora más tarde recogemos los trastos y
nos vamos alejando de la Maza del Cuivo, mirando de reojo en busca de restos
del humo, que no vemos por ningún lado.
Wichi y yo nos bajamos para el pueblo a
la espera de noticias del equipo de la Maza, que no llega hasta las 21:00, con
la información que nos esperábamos, ya que su propio humo les ha seguido
bajando los pozos.
Por tanto el fracaso de nuestro sondeo se
confirma, y hay serias dudas de que la corriente de aire de la 69, esté
relacionada con la sima de la Maza a pesar de los pocos metros que las separan.
Ahora nos queda decidir si de todas formas realizamos la larga y compleja
desobstrucción o lo dejamos correr.
Bueno si fuera fácil lo haría cualquiera
y no precisaría de locos extravagantes que lo intenten..
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